Una noche tranquila se hacía en una casa cuando la paz y el silencio es arruinado por el grito de una adolescente...
—¡¡Mama!!– Grita una chica de cabello rubio algo corto desde su habitación llamando a su madre. Estaba sentada en el piso mientras tenía a un gato en sus piernas sobre su vestido blanco lleno de flores.
—¿Qué sucede hija porque me llamaste? – Pregunta su madre con algo de sueño y bostezando mientras va entrando a la habitación.
—Lucky no quiere comer, ya va una semana y media que no come su comida estoy preocupada– Dice tristemente mientras acaricia a su gatita quien se alejaba de su comida con desagrado yendo a la cama de la chica.
Al no poder saltar por falta de fuerza simplemente se quedó en el piso acurrucada en unas prendas tiradas.
La mujer al ver a su hija tan devastada y triste por su mascota decide irse de la habitación y abre un cajón. Adentro había un libro, este tenía brillos saliendo de los bordes. Al abrirlo toca con su mano una hoja y de esta sale un brillo especial de color violeta. Mágicamente aparecieron algunos números. De un movimiento de manos levanto esos números en el aire y los coloco en una hoja de papel cercana. Luego de hacer esto regresa a la habitación de su hija.
—Ten, aquí está el número de una tienda cercana aquí que está aliada con una empresa, ellos se encargan de todo lo necesario para las mascotas desde medicamentos, shampoo, juguetes, incluyendo el mejor alimento para animales mágicos– La menor toma el pedacito de papel que le da su madre mientras mira el número– Ahora dámelo, mira y escucha lo que diga porque esto lo haré solo una vez luego lo tendrás que hacer tu cuando acabe la comida de Lucky.
—Está bien, madre– Le dice tranquila dándole el pedacito de papel de vuelta mientras presta atención a lo que diga por teléfono.
—Hola– Habla por teléfono y espera a que contesten, al escuchar un saludo, responde– Quiero saber, ¿Cuándo estarán disponibles? – Pregunta mientras le contestan del otro lado– Necesito que me entreguen una caja de comida especial para gatos enfermos, mañana a las siete de la mañana, ¿Pueden hacerlo? Ok, gracias– Finaliza la llamada y observa a su hija– Bien acabo de llamar a la tienda y mañana traerán el pedido.
—Pero mamá, mañana no estarás en casa, ¿Tendré que recibir el pedido yo? – La mujer de cabellos rubios y algunas canas asiente.
—Así es hija, te tienes que levantar temprano mañana para recibir con anticipación el pedido, aquí te dejo la plata para pagarle a la persona que venga– Dice eso último y le da un beso en la frente– Que descanses hija.
—Buenas noches mamá– Dice casi en un susurro más tranquila.
La mujer le sonríe y se va sin cerrar la puerta de la habitación.
Tras irse la mujer la chica se levanta y cierra la puerta con cuidado, se va a su cama para acostarse y de inmediato su gata hace algunas maniobras para subirse a la cama y se acurruca con su dueña.
—Mañana podrás comer Lucky o al menos eso espero– Dice algo decaída, pero al instante deja los malos pensamientos y los cambia por otros– De seguro si lo será– Acaricia a su gata con cariño y se acuesta quedándose dormida.
Al día siguiente era una mañana bastante fría cuando cierto chico de tez algo morena con cabello castaño ondulado y ojos azules llevaba su atuendo compuesto por unos pantalones grises, una campera roja con rayos negros y una gorra roja, en el medio blanco con el emblema de la empresa en la que trabajaba.
Él llego a la casa destinada, toco la puerta, pero nadie contestaba, así que giro la perilla por accidente al querer mover un poco la caja y vio que estaba abierta así que entro con cuidado buscando a alguien que lo atendiera.
—Hola, ¿Hay alguien? – Grita– Les traje lo que pidieron, el paquete de... ¿Comida para gatos...? – Decía levantando la gran caja colorida al aire 'No me levanté temprano para trabajar, pero bueno hoy tengo suerte y mis clases son a la tarde' Suspira aquel chico.
Tras no ser escuchado por nadie pasa a la sala y luego a la cocina buscando a los dueños de la casa.
—¿Hola? – Camina hacia un pasillo donde hay un cuarto, al abrir un poco la puerta ve unos ojos rojos brillar– ¡¡Ah!!– Grita espantado.
Se asusta al escuchar ladridos y ve a un león enorme de color naranja con manchas blancas salir de un cuarto y lo primero que se le ocurre hacer es correr hacia un mueble alto y saltar sobre el sin pensarlo– F-fuera ¿L-león-perro? – Decía susurrando con un terror y con la respiración entre cortada– Si no me queda de otra tendré que hacer "Eso" para defenderme– Dice cambiando su color de ojos a amarillo, pero se detiene cuando escucha un grito de una chica y vuelve a la normalidad rápidamente.
—¡¡Oye!!– Hace su aparición una chica con una gran capa negra holgada cubriendo su cuerpo– Abajo Kiran, ¡Ahora! – Se acerca al león gigante mientras señala la salida– Vamos, vete afuera.
El león al verla se calma, se frota en su pierna y luego se va tranquilo a otra sala, entonces el chico suspira aliviado y baja del mueble más tranquilo.
—Ehh...gracias por ayudarme te debo una, ¿Pero ¿quién es usted? – Pregunta algo confuso el chico.
—¿Perdón? Jaja mejor dicho ¿Quién eres tú? Y ¿Qué hacías en mí casa? – Se acerca a él mientras le mira de forma sospechosa.
El chico se queda algo callado por un momento hasta que decide responder.
—¿Usted vive aquí? Lo siento señorita, me disculpo. Lo que pasa es que soy medio torpe a veces y no pienso bien, además debí suponer que vivía aquí– Decía avergonzado mientras aún sostenía el paquete– Yo venía a dejarle esto señorita, es una entrega para... ¿Su mascota verdad? – Sonríe un poco tratando de aliviar el ambiente, al sonreír se notaron sus hoyuelos.
—Si, así es. Es para mí gatita que está medio enferma y no quiere comer la comida que le damos últimamente– Dice algo deprimida– Así que, con mi mamá pensamos en comprarle algo especial para ella...Ay, ay no, no, ¡¡no!!– Decía mientras sostenía su cabeza con nervios.
—¿Se encuentra mal? ¿Necesita que le ayude? – Pregunta algo confundido tratando de ayudar.
—No, estoy bien, lo que pasa es que yo también soy medio torpe, mi madre me avisó que vendría hoy, pero lo olvidé y aparte casi le ataca mí mascota. Me disculpo por recibirle así, y eso que se toma la molestia de traer este paquete tan temprano, espere que me quitó la capa para recibirle mejor– Se agacha para tratar de quitarse la capa.
—E-espere no haga eso– Agita las manos en negación– ¿Por qué mejor no va a su cuarto? Este...no es lugar para desvestirse– Desvía la mirada un poco avergonzada.
—¿Ah? No, no voy a ir ningún cuarto a cambiarme, creo que lo mal interpretaste tengo ropa debajo– Ríe un poco– Pero mejor te voy a mostrar algo– Mueve sus dedos de forma extraña mientras un brillo sale de ellos y se apunta así misma– 'Algo mejor quiero, quitarme la capa es lo que debo' Dijo en su mente.
Un brillo mágico apareció envolviendo a la chica y haciendo que el chico se sorprenda y cubra sus ojos del resplandor, hasta que el brillo desapareció mostrando a una chica de tez blanca, delgada y de 1.66 con su cabello corto hasta el cuello de color castaño con algunos mechones atados en trencitas y sus ojos color miel con una sonrisa en el rostro. Llevaba un pantalón blanco con una remera amarilla con brillo saliendo de está, y unas zapatillas blancas.
—Siendo sincera no veía casi nada con esa capa, ya me estaba molestando– Suelta una pequeña risa– Hola, soy Lilith, un gusto– Agarra la mano del chico saludándolo para después ver al chico a los ojos y sentir como si se le iluminarán.
—...A-ah y-yo me llamo Matis. Un gusto señorita Lilith— Queda embobado en los ojos de la chica mientras seguía sosteniendo su mano y no se dio cuenta cuando le salieron las orejas de lobo haciendo que se caiga el gorro que llevaba puesto hace unos momentos.
—¿Qué es ese lenguaje tan serio y formal? Pareces de la misma edad que yo– Contiene su risa– ¿Esas son orejas, ¿verdad? –Deja de mirar los ojos del chico para mirar las orejas que le salieron de la cabeza con ternura.
—¿Eh? – Mueve sus orejas sin entender hasta que dirige sus manos hacia su cabeza tocando sus orejas– Disculpe, no fue mí intención que salieran– Tapa sus orejas algo avergonzado.
—En primera, no seas tan formal conmigo ni que fuera tu jefe, parece que tenemos la misma edad y segundo, no te preocupes por tus orejas, son adorables ¿Puedo tocarlas? Si no te molesta, claro– Sonríe emocionada.
—'Es muy linda'– Piensa Matis– B-bueno, si tú quieres– Destapa sus orejas y las muestra con algo de pena, mientras ella se acerca y las toca.
—Wow, son muy suavecitas como las de mis mascotas y amigos, que tierno~ – Se emociona y empieza saltar de la emoción, pero se detiene cuando algo llega a su cabeza– Así que perteneces a una familia de lobos, ¿Verdad?
—Mm, se diría que sí y a la vez no– Toca su barbilla con su mano en señal de pensar.
—...No entiendo– Entrecierra los ojos– ¿Me explicarías? – Súplica juntando sus manos.
—E-estas bien, lo que pasa es que mi padre... era un hombre lobo de raza pura– Mientras hablaba se notaba como su tono de voz bajaba– Pero mi madre en cambio solo era una mezcla de humano con lobo, así que yo sería... como decirlo–Se rasca la nuca– Diría que soy una mezcla de razas– Finge una sonrisa.
—Ya entiendo, ósea que eres un 75% hombre lobo– '¿Por qué se habrá puesto así?' '¿Es por lo que le pregunté?'
—Si, es justo lo que me dijo un doctor cuando le pregunté por mí sangre– Asiente.
—Perdón...– Se disculpa mirando hacia abajo.
—¿Eh? ¿P-porque te disculpas? Si no hiciste nada malo– Parpadea sin entender mucho porque del comportamiento de la chica que hasta hace poco estaba feliz.
—Perdón por...distraerte de tu trabajo si, perdón por eso– Ríe nerviosa mientras se alejaba un poco de él.
—¡¡Uaah, mi trabajo cierto lo había olvidado!! No hace poco que volví, no quiero perder mí empleo– Entra en un pequeño pánico.
—Oye, Tranquilo, tranquilo– Chasquea sus dedos y aparece en sus manos una gorra que se le había caído antes al chico– Relájate y respira hondo, inhala y exhala.
—Está bien– Respira más tranquilo y desaparecen sus orejas.
—Muy bien. Ahora ten aquí está el dinero por el paquete– Le entrega un sobre– Y perdón por distraerte cuando estás en horario de trabajo no fue mí intención– Tiene la mirada baja.
—No te preocupes por eso, gracias por ayudarme con tu león-perro y por una linda conversación– Se pone su gorra mientras sonríe.
—Te acompaño hasta la entrada– Agarra el brazo del chico para llevarlo hasta afuera– Espero verte de nuevo fue un gusto en serio. Lilith sonríe feliz.
—Para mí igual pequeña maga– Le sonríe igualmente.
—¿Cómo lo has? ¿Cómo...– La interrumpe antes de proseguir con lo que iba a decir?
—Chico lobo igual a gran olfato no lo olvides– Sonríe mientras se acerca a ella y besa su mejilla izquierda– Bye, Bye, espero que cuente con nosotros para su próxima compra señorita– Se aleja de ella y se sube a una camioneta con el logo de unas patas de cachorro.
Ella le observa alejarse tranquila hasta que...
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