En un principio fue la nada y después vino la luz, al poco tiempo apareció la tierra, el agua y las plantas. No mucho después fue que Dios creó al Hombre y a la mujer. Eso era lo que decían las escrituras; pero lo que él siempre soñaba era otra cosa. Primero fue la nada, luego vino la luz y todo lo demás; pero no fue el Hombre lo primero que Dios creó sino a la mujer. La veía claramente en sus sueños, era una mujer alta, posiblemente de un metro noventa o los dos metros. De cabellera rubia, larga y sedosa, ojos verdes como los de una esmeralda, de una piel blanca como también suave, labios rojos como también seductores. Su cuerpo era delgado, un poco musculoso; pero de un atractivo sin igual, sus brazos eran delgados, aunque un poco fornidos. Sus piernas largas con muslos tan bien formados que parecían perfectos. Sus senos eran grandes y duros. Era perfecta por donde se la viese, luego creyó oír una voz que decía
“No es bueno que ella este sola, debe tener compañía” luego de eso, aquella mujer de gran belleza le observaba y decía con una voz suave como sensual
- Te elijo a ti
Luego se acercaba a donde él estaba, se encontraba cerca de un árbol enorme con un fruto extraño, parecía ser una nuez o un durazno; pero no estaba seguro. Ella se acerco para luego tomarle el cuello con sus brazos y acercar sus labios rojos a donde estaban los suyos, antes de besarle ella le decía con su voz suave
- Ven conmigo
Al poco tiempo el bello rostro se transformaba en el de una especie de Serpiente con ojos verdes y pupilas rasgadas.
. . .
Se despertó totalmente asustado, el sudor frió tomaba por sorpresa su frente en esa noche cálida de ese Julio de 1987 la cual hacia que los dos hombres que estaban frente a él sudasen normalmente. En la radio sonaba una canción de un conjunto llamado Tiger, esta se llamaba “El Amor Apesta” era su más grande hit después del tema conocido como “Sirviente de la Oscuridad” molesto por tener esa pesadilla nuevamente, decidió entablar conversación con los hombres de su invitado.
- Linda noche, ¿no creen señores?- dijo aquel hombre de cabello negro, con una remera blanca y pantalones vaqueros desgastados, sus botas negras y campera de cuero no dejaban lugar a dudas de que se trataba de un motociclista que buscaba un poco de emoción- el calor es un poco excesivo; pero no le quita lo interesante a esta hora
El silencio de aquellos dos hombres de piel morena, cabello negro y bigote finamente cortado, le molesto bastante. Para ellos dos aquel hombre llamado Lucius Strike era un idiota de poco calibre como para hablarle siquiera. Sonriendo Lucius les dijo a los dos
- Al menos si no desean hablar conmigo, ¿pueden decirme cuando llegara el señor Herrera?
Uno de los hombres que vestía de color violeta con una camisa amarilla con cientos de triángulos rojos y un saco del mismo color que sus pantalones le vio con sus ojos castaños para responderle
- El señor Herrera está por llegar
- Si, gracias por el dato- gruñó Lucius acomodándose en el sofá cuyo cuero era marrón oscuro
El calor comenzó a molestarle, ¿acaso aquellos dos hombres no tenían problemas en soportarlo? Parecía un mal chiste que una mansión con muebles finos, paredes color pastel y aparatos electrónicos modernos, careciese de un maldito aire acondicionado. Bajo sus guantes, sus manos le sudaban mucho. Incluso teniendo sus dedos al aire libre, no aplacaba ese malestar por el calor; pero no le importaba, había esperado semanas este encuentro con el señor Miguel Herrera, uno de los jefes más importantes en contrabando de heroína en la ciudad de Los Ángeles. Proveniente de la Baja California, aquel hombre de tez morena y elegantes trajes que lo hacían parecer un personaje de “Miami Vice”, era conocido en el bajo mundo como uno de los traficantes más peligrosos y poderosos de toda la ciudad. Acomodándose con sus manos, su largo cabello. Lucius continuo esperando hasta que oyó a ese maldito Ferrari que aparcaba en el estacionamiento. Al parecer el señor Herrera había llegado a casa.
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El Ferrari era de un rojo muy brillante, saliendo del coche con una supermodelo de piel oscura y cabello negro ondulado, llevando un vestido rojo demasiado lujoso. Miguel se adentro a la casa mientras le decía a su compañera.
- Ve a tomar algo linda, papi tiene que hacer negocios esta noche
- Si claro bebé- le respondió aquella belleza que se adentraba a la casa en dirección a donde estaba la nevera
Herrera se dirigió a donde estaban sus hombres para preguntarles
- ¿Este es el hombre?
- Así es señor Herrera- le respondió el de la derecha- dice que tiene una gran suma de dinero que ofrecerle por nuestra mas reciente mercancía
- Interesante- murmuró Herrera sobándose el mentón- muy interesante en realidad… bien, veamos lo que el señor Strike tiene para ofrecernos
Lucius se acerco a Herrera ofreciéndole la mano en señal de saludo
- Señor Herrera, es un gusto conocerlo finalmente
- Imagino que en la maleta se encuentra el dinero- le respondió Herrera sin devolverle el saludo
- En efecto, así es- le respondió Lucius mientras continuaba esbozando una sonrisa, tomó la maleta para abrirla mostrando los billetes, eran como mil en cada atado- ahora, ¿usted tiene lo que busco?
- Por supuesto señor Strike, por favor sígame afuera- le respondió Herrera sonriente invitándolo a donde estaba el jardín de su mansión
Ambos hombres salieron a un lugar amplio, con una pequeña muralla que evitaba a los transeúntes ver lo que había adentro y un pasto muy verde en todas partes, había dos sillas playeras cerca de donde se encontraba una mesita de cristal con patas blancas que sostenía un florero cuyas flores eran artificiales, la piscina estaba cerca y esta se encontraba iluminada por unas luces especiales, Herrera le pidió a uno de sus hombres que trajese su maleta mientras. Lucius colocó el dinero en la mesa de cristal.
No paso mucho tiempo antes de que el hombre de Herrera trajese consigo la mercancía
- ¡Cien por ciento pura amigo mío!- le respondió Herrera riendo- directa de Colombia
- Me gusta ese país- rió Lucius abriendo la maleta para ver las bolsas blancas las cuales tenían una especie de cinta marrón en el medio- bueno señor Herrera, parece que tenemos un trat…
No alcanzo a terminar la frase cuando una luz les ilumino de pronto y una persona en un altavoz les dijo
- ¡F.B.I. SUELTEN SUS ARMAS!, ¡ESTÁN BAJO ARRESTO!
- ¡Hijo de puta!, ¡me tendieron una redada!- rugió Herrera a la vez que sacaba su pistola Colt con balas Mágnum nueve milímetros y apuntaba a la luz que les iluminaba
Al parecer se trataba de un helicóptero de la policía que se había acercado lo mas sigilosamente que pudo para poder tenderles la redada, los gritos de la supermodelo no se hicieron esperar cuando se escucharon a las ventanas ser rotas por los miembros del equipo S.W.A.T.
Los hombres de Herrera intentaron defender a su jefe; pero estos murieron inmediatamente por los disparos de las fuerzas especiales. Los dos guarda espaldas de Herrera intentaron dispararle al helicóptero cuando este le respondió con una ráfaga de ametralladoras que hirió a uno de los hombres de Herrera, este soltó su rifle a la vez que caminaba para atrás y rompía la puerta, sus gritos de dolor acompañaron todo ese espectáculo.
Otro de los hombres de Herrera tenía una escopeta; pero Lucius saco su arma para luego dispararle en la cabeza matándolo en el acto. Miguel Herrera lo vio sorprendido y Lucius sonriente le dijo
- Sip, se me olvido decírtelo, soy policía- después le disparo al hombro de Herrera quien erro su tiro al helicóptero a la vez que daba violentos pasos al costado dirigiéndose a la piscina.
Después de un minuto de confusión, Miguel apunto nuevamente con su brazo sano a donde estaba Lucius el cual salto a tiempo mientras que el tiro lo recibía uno de los secuaces del traficante quien se sujeto la garganta a la vez que su cuerpo caía a donde estaba la mesa de cristal rompiéndola por completo. Herrera continuaba disparando a la vez que gritaba insultos en español, Lucius tomo la escopeta para dispararle en el pecho.
Herrera gritó de dolor alzando los brazos como si fuese a abrazar a algún viejo amigo de la infancia. Después cayó de espaldas al agua de la piscina con la boca abierta por el dolor, al poco tiempo su cuerpo comenzó a flotar de manera inerte por toda su lujosa piscina. Todo había terminado.
. . .
Lucius estaba furioso, diez meses de arduo trabajo tirados al inodoro gracias a la inoportuna aparición del F.B.I. Esperó a que el helicóptero bajase a tierra para después ver como un sujeto regordete, con poco cabello negro en las sienes y una piel tostada por el sol saliese del cacharro volador para acercarse a él
- Detective Strike, es un gusto conocerlo- le saludó aquel hombrecito con traje negro y camisa blanca, le estiraba su mano para estrechársela; pero en lugar de un apretón de manos lo que recibió fue un puñetazo directo del furioso detective
- ¡Hijo de puta!- le gritó Lucius guardando la escopeta- ¿sabes que acabas de arruinarme un caso de diez putos meses de investigación?
- Si, en efecto- le respondió aquel hombre para luego presentarse debidamente- mi nombre es el agente especial Cravez
- ¿Y a mí que mierda me importa?- gruño Lucius- ¿sabe cuánto tiempo estuve trabajando en este caso? ¡diez meses!
- Si, lo sé, me lo acaba de decir- señaló Cravez levantándose del suelo con una sonrisa en sus labios
- ¡Casi un año intentando acercarme a Herrera y ahora todo se fue al carajo gracias a que ustedes quisieron hacer alarde de sus helicópteros de juguete!- rugió Strike
- Me sorprende que haga tanto escándalo por un mero traficante de comida- le respondió Cravez riendo
- ¡¿Comida?!- pregunto Strike sorprendido mientras tomaba la bolsa que había en el suelo para sacar de su bolsillo una navaja y abrirla
Puso sus dedos sobre el polvillo blanco y lo probo, entonces dijo casi anonadado
- Esto es azúcar- después furioso tiro la bolsa al suelo exclamando- ¡pero que hijo de puta!
Cravez riendo le respondió
- Miguel Herrera es un famoso traficante de alimentos que hemos estado rastreando desde hace varios años
- Pero el cabrón me dijo que era cien por ciento pura de Colombia- se quejo Lucius
- En Colombia no solo hacen cocaína y un buen café, también tienen azucareras propias- le aseguro Cravez riendo
- ¡Carajo!, un caso de casi un año, el caso más importante de mi carrera y era un traficante de azúcar, ¡esto es una puta broma!
- Su superior aun no desea que usted trabaje en casos difíciles, por lo menos no después de un incidente que no me explico del todo- le contestó Cravez sonriendo
- Pensé que ustedes podían saber todo con sus ordenadores
- No es tan fácil como usted piensa- le contestó Cravez sonriendo- de todos modos si usted aun desea trabajar en un caso muy importante, le aconsejo que venga a este lugar mañana, yo le estaré esperando
Al poco tiempo le dio una tarjeta que decía “REUNION ANUAL DE LOS DIONISIOS, mañana en la playa sur del centro de Los Ángeles”
- ¿Y esto que es?- preguntó molesto Lucius
- Una secta que está siendo investigada por lavado de dinero entre otras cosas- le respondió Cravez subiendo al helicóptero- vaya a descansar detective, mañana nos espera un día muy interesante
Al poco tiempo Cravez se marcho en el helicóptero. Lucius se dirigió a donde estaba el interior de la mansión, tomo una botella de Whisky importado y después decidió incautar momentáneamente el Ferrari del difunto señor Herrera. Al poco tiempo se marcho a su casa tomando un poco de ese Whisky caro.
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