El amanecer sobre la ciudad de Coltzin se teñía de un tono naranja intenso, pero no había belleza en ese amanecer, era un presagio sombrío de la violencia y la destrucción que se avecinaban, una ciudad estratégica por su avenida principal que atravesaba todo el país de México, se había convertido en un lugar peligroso y disputado, por un lado, en el norte de la ciudad, el ejército invasor estadounidense se había apostado con determinación, mientras tanto en el sur, el debilitado ejército mexicano luchaba por abrirse paso hacia la ciudad, las calles estaban bloqueadas por el grupo criminal conocido como los hijos de Coltzin, quienes gobernaban ese territorio desde hacía demasiado tiempo, en ese lugar, las autoridades habían dejado de tener influencia, incapaces de ingresar y ejercer su autoridad.
Con el transcurso del día, los enfrentamientos se desataban en las calles y avenidas principales, dejando un rastro de sangre y sufrimiento entre civiles, militares y narcotraficantes, incluso narcos como Diego "El Enigma" Torres y Andrea "La Tigresa" Morales habían perdido la vida en el fragor de la batalla, a pesar de ello, el avance del ejército estadounidense era lento, pues muchos de sus soldados carecían de experiencia en combate, apenas jóvenes que habían alcanzado la mayoría de edad.
La crueldad y el derramamiento de sangre alcanzaban límites inimaginables, balas calibre 45 del ejército estadounidense destrozaban los cuerpos de niños que defendían su ciudad junto a sus familias, mientras los ancianos luchaban valientemente a su lado; en aquel día, la brutalidad era despiadada y el sufrimiento se extendía sin cesar.
Pero justo en el momento en que el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, el cielo se tiñó de un escarlata ominoso, anunciando lo que estaba por venir
Decenas de bombarderos Northrop Grumman RQ-4 Global Hawk dejaron caer enormes cargas que, bajo la luz del atardecer, resultaban casi imperceptibles y como si regaran un líquido incoloro desde las alturas, las nubes de la muerte se esparcieron sobre la ciudad.
De repente, el silencio se apoderó de todo y el cielo estalló en llamas y explosiones, nadie estaba preparado para aquel horror, la sorpresa y la desesperación se apoderaron de quienes se encontraban en la ciudad, cuando finalmente el fuego se disipó y el humo se desvaneció, el escenario era dantesco, un mar de cadáveres se extendía por doquier: soldados estadounidenses que no tuvieron tiempo de reaccionar, narcotraficantes que encontraron su destino y civiles atrapados en la danza mortal.
Mientras algunos luchaban por sofocar las llamas que los consumían, otros intentaban desesperadamente despertar a sus seres queridos y no se podía olvidar el escenario de e los cuerpos que yacían en las calles, testigos mudos de la desaparición de tantas vidas. Los edificios colapsados sepultaban a familias enteras, comprimiendo sus cuerpos y dejando a otros atrapados bajo los escombros, luchando por cada aliento.
Ese día, el amanecer naranja había marcado el comienzo de una pesadilla sin igual, donde la ciudad de Coltzin se convertiría en testigo y víctima de la devastación más desgarradora, el precio pagado por generaciones de pecados y la indiferencia de los gobiernos había caído sobre ellos, con una crueldad que eclipsaba cualquier otro sufrimiento imaginable.
Un estruendo que la unidad "Spartan Task Force" al mando del comandante Gabriel Steele sintió, quienes desde hace ya dos días que resguardaban los túneles centrales subterráneos dentro de la ciudad, y a pocas horas del estruendo observaban como los mercenarios del grupo especial “Sigma Falcon” llevaban a un hombre de cabello cano quien estaba acompañado de un grupo de niños con equipos sinápticos hacia la zona central, aquel hombre, cuyo propósito aún era un misterio, avanzaba con determinación a través de los niveles divididos del laberinto de túneles.
-Lleven a los "N.E.O.S." al nivel inferior rodeando el circulo central- exclamo el líder de mercenarios
En el nivel inferior, donde los pasadizos conectaban los distintos niveles y estaban resguardados por los mercenarios, un acto de traición y horror se desarrollaba, el grupo Sigma Falcon había secuestrado a civiles que buscaban refugio junto a sus hijos, habían prometido un lugar seguro y la evacuación en helicóptero en el cuarto nivel, pero cuando las explosiones y el caos sacudieron la ciudad, los mercenarios mostraron su verdadera naturaleza.
Sin piedad alguna, acribillaron a los niños y adultos por igual, bañando el lugar en sangre y llanto, sin embargo, algo extraordinario ocurrió en medio de aquella masacre desgarradora, los "N.E.O.S." extendieron sus brazos y abrieron sus manos, susurrando palabras apenas audibles.
La energía psíquica emanaba de ellos, y mientras su sangre se unía en un hueco central, la energía aumentaba en una manifestación de poder, un destello verde estalló desde el primer nivel, y en un abrir y cerrar de ojos, una figura femenina emergió en su trono, portando alas negras y cuernos en su frente, con su presencia imponente y poder latente, se alzó sobre el desolado panorama de la ciudad en llamas, el fuego que se extendía por las calles dibujaba en el horizonte la figura de un demonio con tridente y cuernos, como si el caos mismo se materializara, su presencia oscura y misteriosa encarnaba una fuerza ancestral y desafiante.
Habían invocado a Lilith ….
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