Leo hacia guardia mientras Luz y Chucho dormían. Leo sentado tranquilo en la fogata oye ruidos en los arbustos, Leo toma una rama cercana antes de ir a revisar los arbustos para saber quién estaba acechando en los arbustos, para su suerte era un simple conejo, Leo suspira antes de decir -Solo eres un conejito tu no me intimidas. - Ríe antes de ser golpeado en la cabeza.
Al despertar el día ya ha empezado, su campamento está destrozado y sus amigos no están. Empieza a revisar todo su campamento, todo lo que encuentra son sus mochilas vaciadas y los libros que Luz a recogido en su viaje.
Leo frustrado guarda todas sus cosas en su mochila y busca su bicicleta. -Perfecto- dice Leo, al ver que su bicicleta sigue en su escondite. De repente escucha un ruido, y por precaución se esconde en los arbustos contrarios a los que viene el sonido.
De pronto una chica alta y rubia sale de los arbustos, parece ser otra nómada, no parece ser un peligro es delgada y no parece portar ningún arma. La chica empieza a buscar en los restos del campamento. – ¿Esto son libros? Parecen ser interesantes, no parece a ver nada más este lugar es un desastre. – Dice la chica antes de sentarse a leer, Leo sale de los arbustos y dice – Esos no son tus cosas – la chica cae del susto. – ¿Estas bien? – Pregunta Leo al acercarse, la chica no responde y le lanza el libro, - ¡Espera! – Dice Leo mientras la chica corre. Leo se sienta con el libro en la mano y solo se pregunta en donde estarán Luz o Chucho, abre el libro y recuerda cuando Luz le enseño a leer, aunque ella es un año menor siempre fue muy inteligente, no muchos sabían leer en el pueblo de dónde venían así que ella aprendió de muchas personas. Leo suspira antes de decir – Luz tan lista y tan indefensa. – Leo no deja de ver el libro. – ¿La extrañas mucho? – Pregunta la chica desde los arbustos. – No lo entenderías – responde Leo sin ánimos responde, - ¿Sabes leer? – Pregunta la chica mientras señalas el libro.
- No soy muy bueno leyendo, pero si se leer – Responde con voz de apatía, la chica traga saliva antes de preguntar – ¿Qué le ha pasado? ¿Era tu hermana? ¿Te puedo ayudar? –
Un gran silencio. – No tengo tiempo para cuidar a una niña – Responde Leo antes de empezar a recoger los libros, la chica se queda sentada y observa como Leo recoge sus cosa y llena 2 mochilas. – ¿A dónde vas? – pregunta la chica al ver que se dirige al este. – Estas yendo hacia la nada – Dice la chica mientras observa el su alrededor – Si a la chica se la llevaron se fueron hacia el Oeste – Leo confundido mira a hacia el Oeste ve unas ramas rotas y los arbustos movidos. – Sabes seguir rastros – Dice Leo mientras camina hacia el Oeste. – S-si – Dice la chica temblando, ella sigue sentada en medio del campamento de Leo. – No fue una pregunta, sígueme – Leo toma su bicicleta y le señala a la chica que se siente en la parte de atrás. – Si los encontramos, te estaré muy agradecido. – Digo Leo cuando empezó a avanzar en la bicicleta. - ¿A quién más se llevaron? – Pregunto la chica. – A mi perro. – Contesto Leo.
Luego de unos minutos de silencio y solo avanzar la chica vuelve a hablar – Mi nombre es Carol, y ¿Tu cómo te llamas? –
-Leo- Responde.
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