Buenos días, tardes, noches, querido amigo. Déjame darte la bienvenida a este compilatorio de breves historias que plasmaré de ahora en adelante en tapas; cosa que no puedo hacer sin darte una pequeña explicación del por qué y la finalidad de mi obra.

Para iniciar...

Escribir microcuentos o microrelatos comenzó como un pequeño pasatiempo que poco a poco fue agarrando fuerza; desde la niñez he tenido la gran pasión de intrigar a las personas con mis escritos, cosa que a pesar de no hacerlo profesionalmente, me sigue llamando sin parar.

Mientras algunos hacían dibujos en la parte trasera de sus cuadernos y libretas, yo escribía. Y lo hacía porque crear personas, mundos, aun en pocas palabras, era algo que me maravillaba —Y aun hoy lo hace— por lo que en el transcurrir de los años he acumulado una serie de pequeñas historias —algunas no tan pequeñas— que me gustaría compartir con ustedes de ahora en adelante.

¿Por qué?

Fácil ¿Por qué no?

Si eres un niño, un joven, un adulto, es indiferente, todos en algún momento hemos deseado tener algo corto y simple para leer y que nos distraiga —al menos yo lo he deseado—, y en un arranque totalmente unilateral y egoísta he decido compartir mi deseo con ustedes, así que... Gracias.

Gracias por darme la pequeña oportunidad de llevar sus mente a otra parte en pequeños fragmentos y distraerles de esa montaña rusa que es su vida.

Gracias por esta bonita oportunidad.

Y ahora, sin más. 

Bienvenido a mi obra.