El demonio posa su mano sobre mi pecho donde aquel sello se encontraba. Viendo para mi sorpresa como se va formando una espada completamente carmesí, la agarra y me la acerco para que la tome.
- Con esta espada podrás destruir a todo aquel enemigo que se cruce por tu camino. Nadie podrá oponerse a ti Edmond
No podía ver sus ojos bajo ese cráneo, pero podía estar seguro por el tono en que me hablaba lleno de confianza y seriedad. Solo pude asentir ante sus palabras y tomé la espada. Al agarrarla la oscuridad que nos rodeaba comienza a disiparse. De nuevo estaba frente a frente con aquella lunática con mis heridas sanadas ahora me era fácil protegerme de las dagas que me había lanzado. Ella no lograba entender la situación, aproveche su confusión para golpearla y hacerle caer al suelo. A diferencia de mi ella aun tenia las heridas que le había provocado, puse mi espada cerca de su cuello y le pedí con seriedad que se rindiera.
De la nada ella comienza a llorar de manera infantil rogando que la perdonara que nunca deseo que las cosas llegaran a ese punto. Que no la matara. A pesar de las cosas que me hizo no pude evitar sentir lastima. Ese momento que mostré algo debilidad ella aprovecho para tratar de dañarme, provocándome un corte en la mejilla retrocedo un segundo, vuelve a atacarme, pero me defiendo con la espada. Debí de saber que no se rendiría fácilmente, respire profundo y decidí esperar su siguiente ataque. Ella al verme así no lo dudo, dejando una abertura la cual utilice para hacerle un corte en el pecho lo suficiente para que se quedara inmóvil y dejara de atacar, la joven grita de dolor, escuchándola como me maldecía por haberle hecho tal cosa.
La ignore pensaba en irme, en ese estado no iba a poder seguirme para hacerme más daño. Hasta que mis oídos escucharon como sus gritos de agonía incrementaban y con se podía sentir el olor de la carne quemándose, me di la vuelta para darme cuenta que de la herida que le había provocado empezaba arder. No comprendía la situación mire al demonio que se encontraba sentado sin hacer nada sobre unos escombros.
-Yo no eh hecho nada
Me dijo con un sonrisa en su rostro parándose y acercándose lentamente a mí, poniendo su mano sobre mi hombro y acercándose a mi oído
- Edmond tan rápido te has olvidado de lo que te dije?
Confundido por un segundo pienso sus palabras hasta que abro mis ojos y lo miro nuevamente.
-La espada…
-Exacto!
Así que con que eso él se refería a que podía destruir a mis enemigos con la espada pero ver con esa mujer se revolcaba en el suelo gritando de agonía, no es algo que me guste de ver, solo quería detenerla no matarla de tal modo. Quise alejarme, pero ese demonio no me dejo
-Tú no puedes irte, debes de quedarte hasta que esto termine
Mi estómago comenzaba a sentirse mal ante tal acto, las joven pese a sus gritos me vio con furia. No pude apartarme de su vista.
- Debí de matarte cuando tuve la oportunidad!
Aquellas palabras hicieron eco dentro de mí, el malestar que sentía se hacía peor, sentí como si alguien más me las hubiera hecho…
Unas manos sujetan fuertemente mi cuello tratando de cortar mi respiración, no era el demonio era las manos de una mujer, no puedo ver sus rostro, su pelo largo y negro no me deja ver. Cada vez se me dificulta más el respirar, trato de liberar de su agarre pero no puedo las fuerzas abandonan mi cuerpo
-JAMAS DEBI DE TENERTE!
Pierdo la conciencia de a poco, sin poder reconocer a esta mujer porque tanto resentimiento…
El joven no cae al suelo, es sostenido por el demonio quien acaricia su mejilla cortada, desapareciendo el corte que la chica había hecho.
- Por dios ves una joven arder en fuego y pierdes la conciencia. ¿Oh? Acaso tuviste un mal sueño edmond?
De la joven que ardía no quedo nada salvo cenizas y la demonio que le hacia compañía desaparece lentamente si ante ver al joven desmayado siendo sostenido
- Acepto mi derrota por lo que me regresare al infierno. Siento pena por ese humano quien ha hecho un contrato contigo.
- Lo que ocurra con este joven no es asunto tuyo.
- Tranquilo ya eh dicho, no seguiré participando de este aburrido juego.
Paxhet termina por desaparecer quedando solamente el joven y el otro demonio quien lo aun sostenía, decide llevárselo a un lugar hasta que este pudiera despertar.
-Edmond…
-Cuando despiertes deberás de olvidar aquello que recordaste, aún es pronto para que recuerdes algo. Tienes que volverte fuerte.
Le da un tierno beso en la frente y camina perdiéndose en un manto oscuro….
Comments (4)
See all