Tocaron ya aunque nosotros seguímos allí en el jardín, lo que por suerte estaba escondido y nadie iba por allí más que Dylan y yo. Nos levantamos y nos encaminamos al salón, aunque al subir las escaleras por poco y me caigo, si no hubiera sido porque Dylan rápidamente me tomó de la mano y me atrajo hacia él «¿estás bien?» fue lo único que salió de su boca en ese momento, pero bueno, al menos no me dejo tirada en el suelo. Abrimos la puerta del salón donde lamentablemente ya estaban todos incluso la maestra, lo peor de que estuvieran allí es que nos vieron llegar juntos, pero eso es lo menos que pasó, Dylan me tenía tomada de la mano, Andrea lo notó y me vio furiosa, Tiffany nos vio juntos pero no vio nuestras manos hasta que Santiago hablo.
—Esas manos Dylan y Scarlett. —lo que solamente provoco que Dylan me sujetara más fuerte.
—A ti que te importa, Santiago. —susurró y justamente cuando pasamos a lado de Tiffany, Dylan me soltó yéndose a su lugar pero claro sin antes decirme algo. —Perdón por que llegamos así, tu amiguita Andrea nos está viendo mal.
—Gracias por lo de las escaleras. —le susurre al oído y me guiñó el ojo sentandose en una mesa solo.
—Alison Scarlett Stephens, ¿qué rayos hacías tomada de la mano con Dylan? —susurró Andrea cuando me senté a su lado.
—Bueno, casi me mato en las escaleras si no hubiera sido porque el me agarró, y el de más camino, pues no lo sé. —sonreí y ella resopló por la nariz.
—Bueno, seguiras ayudando a Tiffany ¿no?
—Claro, lo importante es que ellos dos esten juntos. —sonreí pero lo dije tan claro y hueco que sentí como se me partía el corazón.
—Que bueno que pienses así por ayudar a Tiffany. —sonrió pero aún así yo me sentí terrible.
No se en serio por qué me siento así al estar con Dylan, llevo más tiempo con Rafael y jamás me pasó algo así pero con Dylan han sido tan solo tres días y me esta gustando. Sí, soy honesta, él me esta gustando y no tengo ni la mínima idea de cómo decírselo a mis amigas, y peor, qué sentir realmente, porque estos días he dependido mucho de él, me ha salvado de varias cosas, hoy en las escaleras, ayer en deportes al salvarme de aquel golpe con el balón, todas esas extrañas confesiones de su parte, cómo me ve, su forma de sonreirme, cómo... cómo aprieta mi mano cada que la entrelazo con la suya, son cosas que me vuelven loca de él. Cada que repaso esos detalles me doy cuenta de cuanto me gusta, cada vez más y más, y también me doy cuenta de cuanto le gusto yo a él, o yo creo que es eso porque nadie intenta besar a alguien así de la nada ¿o sí?
Más tarde, tuvimos tiempo para platicar así que fui con Dylan para impulsarlo a hablarle a Tiffany, lo que sería extraño y difícil si es que yo le gusto, pero aún así se que lo bueno va a ser que ambos dos podran ser felices el uno con el otro, Tiffany le podra explicar a Dylan lo que no entienda, Dylan podrá defenderla de cualquier momento repentino que pueda lastimarla, como lo hacía conmigo.
—Entonces, ¿le gusto a Tiffany?
—Sí y le prometí que le ayudaría para que tu le hablaras y, pues, se gustaran mutuamente. —me agaché y Dylan posó su mano en mi hombro.
—En serio haces todo eso por tus amigas siendo que yo te...
—Bueno, son cosas que hacen las amigas entre ellas. —lo interrumpí y fingí una sonrisa pero Dylan solo torció la boca viendome como si pudiese ver lo que yo sentía realmente.
—Eres extremadamente amable Alison. —acarició mi cara y se levantó dirigiendose a la mesa de Tiffany, yo sólo me le quedé viendo boquiabierta. Empezaron a platicar muy bien, ella no se veía nerviosa como a mí me sucedía, él se veía feliz, incluso ni siquiera me miraba, yo sólo estaba sentada en una solitaria y triste mesa viendolos tan sonrientes, es que ¿cómo podía soportar ese dolor? Unos quince minutos después me recoste en la mesa junto a la mochila de Dylan viendo hacia la pared, casi quedandome dormida cuando escuché como se sentaban a mi lado y sintiendo una cálida mano sobre mi espalda.
—Ya hable con ella y me cae bien, me conto varias cosas sobre ella, de donde ha estudiado y así, pero bueno te dejo dormir Ali. Ire con ella otra vez. —se levanto y quitó su mano de mi espalda provocando que el aire frío entrara por mi blusa, entonces me di cuenta de lo que estaba pasando, Dylan era solo un amigo para mí y al ayudar a Tiffany me comencé a juntar más con Dylan, tanto que comencé a verlo como más que un amigo, pero ahora él esta hablando con ella, se gustaran mutuamente y no sere yo quien este a su lado de nuevo, no sere yo quien sea defendida por él, no sere yo quien él ame, porque no lo vi antes y negué que sentía algo por él cuando realmente no era así y me gustaba. Fue entonces que comencé a sentir como un río de lagrimas caían por mis mejillas y tanto la mesa, mi cabello, mi ropa y su mochila estaban quedaban mojados en ellas.
—Soy una tonta. —limpié mis lagrimas con mi brazo volviendo a mi posición para llorar donde cubría mi cara con este, pero aún así las lágrimas continuaban rodando.
—Alison, ya vine. Si quieres puedes quedarte o irte a tu lugar. —dijo Dylan y suspiré, lo que me delato ante él que estaba llorando al igual que los mechones mojados. Él solo me abrazó pero yo me rompí un poco más .
—Déjame sola. —sorbí la nariz y acarició mi cabello.
—Fuiste tú quien dijo que quería que yo fuera feliz con Tiffany, siendo que yo ya era feliz contigo. —susurró a mi oído pero con una mano empuje su pecho.
—Eres un tonto. Se supone que soy obvia contigo. —dije sin voltear a verlo.
—Ay Alison, eres obvia, te gusto, pero tú misma me inclinaste hacia Tiffany. La tonta eres tú. —levantó mi torso de la mesa y me abrazó de tal forma que se me olvidó todo aquel sufrimiento, solo lo apreté y limpié mis lagrimas contra su hombro.
—Y ¿cómo sabes que es lo que siento?
—Porque si somos iguales, sentimos lo mismo, ¿no es así? —hizo una risita entre dientes y gruñí.
—Te odio. —susurré.
—Lo sé. —me atrajo más fuerte y apreté con el puño su camisa. Estaba confundida, los vi tan felices pero Dylan sonaba terriblemente hueco y triste al decirlo, él sabía que me gustaba y lo decía seguro como si no le molestara saberlo, pero sabía que me tenía lástima al querer unirlo con mi propia amiga. Me dejo de abrazar y limpió mis lagrimas con su pulgar.
—Gracias.
— ¿De qué?
—Por ser así conmigo. —sonreí y se agachó apenado.
—Sabes que es todo un placer estar contigo y ser así contigo. —me sonrió y acaricié sus brazos.
Cuando me calmé y deje de llorar, me senté bien y comencé a platicar bien con todos, nadie se dio cuenta de que estaba llorando mas que Dylan, patéticamente fue la causa de porque lloraba, fue el que me animó y el que me abrazó para que dejara de llorar. Realmente no sé qué hacer con este sentimiento hacia él que cada vez que lo veo crece más y más.
Los días parecían volar y ya nos encontrábamos cerca de comenzar el segundo mes de clases y bueno, me sigue gustando Dylan tanto como antes o incluso más. Se estuvo juntando mucho con Tiffany, aunque le haya dicho básicamente que me gustaba, pero también me causaba mucha confusión ver que ya no parecía tan feliz desde que un día, a Dylan se le escapó decirle algo que no debía, él no me ha querido decir que fue dicha cosa, ni Tiffany pero eso no afecta mi vida así que sigo adelante con todo. El festival de bienvenida es en algunos pocos días y me gustaría aprovechar la ocación para volver a unir a Tiffany y a Dylan y lograr que sean felices.
Hoy es un buen día por lo que se ve, el sol brilla, no hay nubes que lo cubran, la mañana es cálida y mi maestra de matemáticas no vino ni vendrá el día de hoy, ¿qué es lo mejor? es la misma maestra que español y no habra dos clases, que maravilla. Dylan bajo a jugar con Marcos en la cancha y yo estoy aquí en una banca viendo como juegan, lo que me encanta es que Dylan se luce cada que lo voy a ver y me iba a ver cada que metía la pelota a la portería, sólo festejaba conmigo abrazandome y despeinandome, eso último no era muy agradable pero era realmente divertido festejar con él.
— ¿No te gustaba jugar futbol? —se sentó a mi lado y eché la cabeza para atrás.
—Sí, pero no soy buena como tú. Sólo corro tras el balón y bueno, jamás anoto nada.
—Ay Alison, cuando quieras yo aquí estoy para ayudar. —me sonrió y yo sólo agradecí devolviendole la sonrisa. Era realmente lindo pasar tiempo con Dylan, hablando, riendo, bromeando y haciendo tonterías juntos que sólo los dos entendíamos.
Cuando se cansó de jugar fuimos al jardín al que parecía que fuesemos los únicos que sabían de su existencia a platicar y él se sentó primero en la banca y de allí me acosté a su lado con mi cabeza en sus piernas, lo cual fue realmente cómodo. Aún teníamos mucho tiempo libre porque a primera hora era español y después deportes así que no me preocupé. A veces me sentía culpable por estar tanto tiempo junto a Dylan riendo y enamorandome más en vez de encaminarlo hacia Tiffany, pero bueno, soy yo quien habla mayormente con él.
—Y ¿cómo te va con Tiffany? —dije curiosa.
—Pues, fuera de que la empiezo a hartar, bien.
—Y ¿por qué hartar? —trataré de preguntar a ver si esta vez me dice la verdad.
—Honestamente, hablo mucho, no sé como me soportas —dijo y me reí —pero bueno, es por eso que dije lo que dije.
—Dime que le dijiste. —tiré de su camisa desabrochando accidentalmente el tercer botón de esta aunque no pareció importarle.
—Comencé a hablarle de ti cuando ella hablaba de sus amistades y le pregunté cómo eras con tus amigas —decía mientras abrochaba aquel botón. —pero sólo evitó mi pregunta yéndose. —suspiró y jadeé.
— ¿Le preguntaste de mí en vez de preguntarle sobre ella? Muy mal Dylan. —se agachó para verme de cerca y acaricié su cabello.
— ¿Por qué mal? —cerró los ojos al sentir un tirón de cabello que le dí.
—Porque le demuestras que... —dije e hice una risita seguida de una enorme sonrisa —que te importo más que ella.
—Bueno. Eso no lo puedo negar, Alison. —se rascó la nuca y me miró.
—Dylan. Ese no es el punto ni el plan. —solté su cabello y golpeé mi cara con mi mano —te debe gustar Tiffany y te debe importar más que yo.
—Alison, ella no me gusta aunque más quiera ayudar. —movió la cabeza de lado a lado y me senté bien a su lado.
—Soy despreciable. —eché la cabeza para atrás dejandola colgada al aire.
—No lo eres, sólo que yo no estoy hecho para Tiffany ni ella para mí. —dejo su mano sobre la mía y un aire cálido corrió por mi cuerpo entero.
—Pero, quería ayudarla y todo acabó así. —susurré apenas y comprensible, pero quitó su mano, lo que me hizo voltear a verlo. Él sólo la llevo a su nuca junto a la otra con un largo suspiro.
—Una vez me llegó a gustar la misma chica que a un amigo y también éramos relativamente amigos antes ella y yo que mi amigo con ella...
—Y ¿qué hiciste? —dije curiosa.
—Nada. Me arrepiento de no haberle dicho lo que sentía pero al menos actualmente puedo ser un buen amigo de esa chica y me gusta. —se rió y me miró sonriente.
— ¿Cómo se llama ella? —dije sonriente y Dylan se burló de mí.
— ¿En serio?
—Sí. Dime como se llama o al menos describela.
—Okay. Es linda, muy amable, mi mejor amiga, curiosa, nerviosa, inteligente y estoy describiendole a si misma pero creo no se da cuenta. —realmente yo ya me había dado cuenta desde que dijo nerviosa, él hablaba de mí.
— ¿Esta sentada junto a ti? —miré hacia mis pies algo timida y rodeó mis hombros con su brazo.
—Creo ya la conoces. Alison.
—Sí, a ella también le gustas. —me recargué en su hombro con un poco de miedo y bajó su mano a mi cintura.
—Eso es bueno. —cerré mis ojos para no entrar en pánico o al menos más de lo nerviosa que ya estaba, pues sentía como si se me fuese a salir el corazón del pecho. Dylan Stephans me había confesado su amor hacia mí y yo a él, me sentía extremadamente feliz pero no por Tiffany. —Tienes sueño ¿verdad?
—Sí. —abracé su cintura y subí mis piernas a la banca cuando sentí su cabeza en la mía.
—Defraudaste a Tiffany. —se burló de mí.
—Cállate. —restregué mi cara en su hombro y acarició mi cabello lentamente. Tenía razón, defraudé a mi amiga al enamorarme de el mismo chico que ella y peor, el chico de mí.
Comencé a quedarme medio dormida ahí, aunque entre sueños pude escuchar pasos alejarse de nosotros. Posiblemente alguien nos había visto.
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