Ichigo-san se acerca al hombre y le pregunta si necesita ayuda, este voltea a verlo y luego se gira hacia mí dejándome petrificado.
—Rihito —dice mi padre.
Ichigo-san me ve confundido y pregunta — ¿Conoces a este hombre?— Trago saliva mientras mi padre nos mira consternado.
— ¿Qué haces aquí? —le pregunto a mi padre, sintiéndome nervioso e incapaz de hacer contacto visual con él — ¡¿Por qué viniste a buscarme?!
— Vine a saber qué desastres hacías con tu vida, pero veo que no me equivocaba, de seguro este hombre es tu amante —apunta a Ichigo-san. Ichigo-san entre cierra los ojos y observa a mi padre molesto.
— No hables así de Ichigo-san, no eres bienvenido aquí —ataco.
— La amiga de tu madre insistió en que viniera a buscarte, y eso he hecho. Te he venido a buscar aquí después del velorio de tu madre, pero nunca contestaste mis llamadas, quise buscarte en tu trabajo pero me dijeron que te fuiste a un remoto pueblo a enseñar por dos meses. Decidí esperar hasta que transcurriera el tiempo y regresaras, así que vine a buscarte otra vez... y mira cómo te encuentro.... igual que cuando te fuiste de casa; no, peor... delgado y con un amante ¡tú no eres mi hijo, sólo eres un asqueroso gay!
— ¡¿A eso viniste, a restregarme en la cara tu odio?! Recuerda que tú fuiste el que me botó de casa, ni siquiera quisiste escucharme. Gracias a ti ni siquiera acabé el bachillerato con todos mis compañeros. Me hiciste a un lado solo porque preferiste creer en los demás, preferiste creer que era gay ¡Nunca estuve con un hombre! ¡Solo era un chico de instituto!… ¡¿Tienes idea de todo lo que tuve que pasar, de cuánto tuvo que soportar mi madre por tu culpa?! ¡MALDITO VIEJO BORRACHO! YO HUBIESE PREFERIDO MORIR EN LUGAR DE ELLA—grito, intento calmar mis manos temblorosas haciendo puños, tratando de no derramar ninguna lágrima, pero Ichigo-san me detiene tomándome de los brazos.
— Cálmate Rihito-sensei, no debes decir esa clase de cosas
— Suéltame Ichigo-san! —forcejeo —Ni siquiera pude despedirme de mi madre, no pude ni estar en su velorio por culpa de este hombre, no pude hacer nada.... por su culpa, he estado solo todo este tiempo, pagándome mis estudios solo, buscando la forma de poder contactar a mi madre para al menos mentirle diciéndole que estaba bien para que ella no se preocupase.... ¡Todo por este estúpido viejo alcohólico!
No podía evitar llorar de la rabia, quería destrozar a ese hombre , destrozar su atrevimiento, destrozar todo lo malo que le había hecho a su familia.... toda la soledad que tuve que soportar estos años....
“Sentía rabia hacia él…. Pero más me odiaba a mí mismo por decir esas horribles palabras”,
“No soy esa clase de persona, no me gusta actuar de esta forma”
“No quiero llegar a odiarme a mí mismo”
—Rihito-sensei ya no estás solo, ahora me tienes a mí — dice Ichigo-san abrazándome con fuerza, ocultando mi rostro en su pecho —Tiene razón —le dice Ichigo-san a mi padre —Yo amo a Rihito-sensei, pero no voy a permitir que venga aquí a molestarlo por más que sea su padre.
— ¡¿Cómo puedes hablarme así?! —dice mi padre molesto.
—Vámonos Rihito-sensei —Ichigo-san me jala del brazo llevándome lejos de allí. Mi padre grita mi nombre, pero no nos sigue y se queda parado en el mismo lugar.
Ichigo-san me arrastra consigo hasta que llegamos a su casa y allí me abraza nuevamente....
—Hay padres que no deberían ser padres —dice soltando su agarre, levanta mi rostro y va secando mis lágrimas con el suave roce de sus dedos.
“¿Por qué decía eso?”
— Ichigo-san...
— Rihito-sensei, aunque no sé lo que pasó entre tú y tu padre, puedo entender que le guardes rencor, pero eso no te hará ningún bien.
— Lo sé, es solo que no puedo olvidar todo lo que hizo.
— Si, es doloroso. Pero hay que reconocer que vino hasta aquí por una razón.
— Ugh! — me aferro a él intentando detener que mis lágrimas volviesen a salir.
— Verás, si te sirve de algo… mi hermano mayor no es la clase de persona que se preocupa por los demás.
— ¿El padre de Kaoru? Pensé que estaba en el extranjero trabajando.
— Si… no te equivocas en eso. Pero hay cosas que él y la madre de Kaoru hicieron que nunca me atrevería a confesarle a Kaoru. Y me pareció que simplemente sería mejor para él decir en el instituto que sus padres trabajaban en el extranjero, a tener que dar detalles sobre cómo es que lo crié yo solo.
— ¿Pero por qué hiciste eso?
— ¿Qué podía hacer? Mi hermano prefirió su trabajo y los billetes verdes, aprovechó la primera oportunidad que tuvo… abandonando a su hijo.
“Tan triste”
“Duele tanto”
“¿Por qué tiene que doler tanto?”
No puedo evitar seguir llorando, tenía tanta rabia y sabía que a pesar que no estaba en la misma situación que Ichigo-san, el trataba de ablandar este dolor que sentía.
“Hay responsabilidades que uno no debería cargar”
“Quizá Ichigo-san trataba de decirme que no tenía la obligación de hacerse cargo de Kaoru, pero lo hizo”
“Y quizá yo fui muy ingenuo, por lo que sufrí demasiado cuando mi padre me hechó de casa”
Ichigo-san espera hasta que mis lágrimas cesen, deja a un lado su saco y se dirige a la cocina poniendo luego una taza de té frente mío, y se amarra un mandil para ponerse a preparar la cena.
—Perdón —digo dando pequeños sorbos al té.
—¿Por qué te disculpas Rihito-sensei?
—Es por mi culpa que no pudiste ir al minimarket a comprar las cosas para la cena.
—Descuida, puedo cocinar otra cosa con lo que queda en la heladera.
—mmmm
—Rihito-sensei…. No debes odiar a tu padre.
—Eeh?
—Te hizo daño eso sí, sin embargo ¿Si volvieses a verlo hablarías con él?
—No estoy seguro. Pero intentaré escucharlo.
— Si, pueden haber muchas razones. Como que tras la muerte de tu madre se ha visto solo y comenzó a meditar sobre sus errores, pero sea cual sea la razón deberías hablar francamente con él.
—……….
“¿Y si no tengo el valor para confrontarlo?”.
RECHINAR
La puerta de la casa se abre y Kaoru entra haciendo alboroto.
—Ya llegué —anuncia asomándose a la cocina y se queda perplejo al verme — ¿Rihito-sensei?, ¿Qué hace usted aquí?
—Eeee Buenas noches Kaoru —le saludo nervioso.
—Oye, oye, saluda con más respeto a tu profesor —le riñe Ichigo-san dándole un golpecito en la cabeza.
—Buenas noches Rihito-sensei —saluda Kaoru haciendo puchero, yo rio por cómo se dirigían odiosas miradas los dos como si Ichigo-san fuese la madre de Kaoru y le estuviese regañando —Rihito-sensei ¿qué lo trae hoy a mi casa?
Ante esta pregunta Ichigo-san se pone tenso y comienza a balbucear.
—Estaba hablando con tu Tío —respondo en su lugar con mi acostumbrada sonrisa de profesor.
—Eso! Rihito-sensei vino a hablar ya que ahora nos llevamos bien y emmm como se le hizo tarde se quedará a cenar con nosotros ahahaha —agrega Ichigo-san.
—mmmm ¿seguro que solo vino a hablar?.... ¿entonces por qué los ojos de sensei están rojos?
“ARGH!”
Tanto Ichigo-san como yo nos ponemos colorados por las sospechas de Kaoru —No es lo que parece! —gritamos los dos.
MIRARSE!
Ambos nos miramos avergonzados por haber respondido al mismo tiempo, Ichigo-san tose, Kaoru suelta una risita y yo agacho la cabeza —Solo me froté mucho los ojos ya que estoy un poco cansado —miento, a Kaoru no parece convencerle mi escusa pero de todas formas finge no importarle mucho, mientras que Ichigo-san voltea a verme. Kaoru habla sobre lo largo que fue su día y sube las escaleras dejándonos nuevamente solos a los dos.
—A veces es muy perceptivo —comenta Ichigo-san preocupado refiriéndose a su sobrino.
—Sí, demasiado. Aunque también sospechó porque me conoce muy bien, y creo que sabe cuándo miento. Es difícil que algo se le pase por alto. De mis alumnos es con el que mejor me llevo, es un chico muy curioso y creativo, tiene unas ideas sorprendentes —Ichigo-san suelta una risa por escucharme hablar así de Kaoru.
— ¿Cuándo crees que sería el momento indicado para decirle sobre nosotros?
SILENCIO….
El único sonido que se escucha en el ambiente es el cuchillo rebanando los vegetales que cortaba Ichigo-san, y me encojo en mi lugar nervioso.
—Esperemos un poco más Ichigo-san —sugiero.
—Si.... tienes razón, todavía es muy joven y nosotros recién hemos comenzado a salir.... pero espero que sigas enamorado de mí —detiene el cuchillo, mi corazón se acelera —Espero que sigamos juntos hasta el final de nuestros días —agrega dibujándose una sonrisa en sus labios.
Levanto la mirada, Ichigo-san me observaba con su cálida sonrisa causando que mi corazón lata a mil y la cara comenzase a arderme.
—Ven aquí —ordena, me levanto y voy a él con la cabeza baja. Estando a su lado finjo mirar solo las cosas de la cocina y él se vuelve a reír —Mírame.
“Soy tan feliz que no puedo mirarlo”.
Con su dedo pone un poco de salsa sobre mi nariz, volteo y él sonríe nuevamente y se va acercando... —No Ichigo-san, Kaoru podría bajar en cualquier momento —susurro.
—Entonces te besaré antes que lo haga —él se adueña de mis labios un corto instante y se separa de ellos —Estás todo rojo sensei.
“Gyaaaa!”,
“Le quiero tanto”.
Después de cenar en la casa de los Amamiya, Ichigo-san insistió en acompañarme a casa para cerciorarse si mi padre todavía estaba en la entrada de mi edificio, pero resultó que el ya no se encontraba allí y por alguna razón me puse un poco triste. Me despedí de Ichigo-san en las puertas del edificio y me quedé un poco hasta que el finalmente desapareció de mi vista.
“Ichigo-san era como un príncipe, tan atento y sobreprotector, no había pasado tanto tiempo con él hace mucho”.
El siguiente día de clases transcurrió con normalidad, terminadas estas me tocaba pasar por el club de tecnología a comprobar las actividades del club, pero antes de llegar apareció la profesora de literatura avisándome que mi padre estaba en la sala de profesores buscándome. Me puse un tanto tenso porque no creí que él aparecería en mi lugar de trabajo tan pronto.
Cuando ingresé a la sala de profesores él estaba sentado frente a mi escritorio.
—Hola Rihito —me saluda.
— ¡¿Por qué sigues buscándome?! —ataco, él baja la cabeza y respira hondo.
—Ayer estaba muy exaltado por lo que había intentado contactarte por mucho tiempo sin obtener ningún resultado, me molesté demasiado también al verte con aquel hombre.... me pregunté por primera vez si tu madre y yo te habíamos criado bien.
—.......... —lo miro confundido y me obligo a relajar el gesto.
—Tu madre…
—Ella me crio bien —le corto las palabras, un silencio nos rodea causando que el ambiente se tornase incómodo entre los dos. No sabía qué decir, o si enfadarme, pero luego al recordar las palabras que Ichigo-san me había dicho la noche anterior tenía que aceptar que seguir en esa situación no resolvería nada.
“Debía preguntarle a mi padre el porqué decidió venir a buscarme”.
—Tu madre lloraba todos los días desde que te eché de casa —rompe el silencio mi padre —ella trataba de no llorar delante mío pero podía escucharla llorando a escondidas, por eso me sentí culpable y quise cambiar a pesar de ya ser demasiado tarde. Dejé el vicio de beber y me concentré en el negocio, todo comenzó a prosperar, también la relación entre tu madre y yo…. Pero sin ti, ella todavía sufría.
—Padre…
—Tienes razón fui un viejo alcohólico maldito, nunca aprecié a mi familia, y quizá por eso tu madre se fue primero al cielo.... sufría mucho por mi culpa. Perdón si nunca quise escucharte, te eché de casa sin nada ni nadie en el mundo, te eché de casa sin tener pruebas concretas; pero la sola idea de creer que mi hijo era gay me avergonzaba, odiaba cómo los vecinos rumoreaban sobre ti… y ahora que me siento solo recién vengo a pedir que me perdones, ya no sé qué más hacer sin tu madre.
“Así que fue por eso…”,
“Solo por los rumores de la gente”.
—Cuando me echaste, tuve que venir a una ciudad extraña a probar suerte, tuve que trabajar para poder cumplir mis sueños, tuve que sufrir por estar solo...
—.............. —mi padre se agachó más en su lugar y no pude soportar verle así.
—No tienes idea de todo lo que he sufrido.... —seguí atacándole, descargando mi dolor de todos esos años —Pero aun así, después de todo el daño que nos has hecho a mí y a mi madre… yo te perdono.
“Ichigo-san tiene razón, no debo odiar a mi padre”.
—Rihito —dijo mi nombre conmocionado.
—Te perdono, porque no quiero ser igual que tú. Ahora tengo a alguien que me aprecia, tengo un trabajo como profesor de física tal y como siempre soñé, tengo un apartamento donde dormir.... no me falta nada.... más bien te agradezco, porque si nunca me hubieses botado no sabría el verdadero valor de las cosas.
—Rihito! —mi padre corre a mi lado, me toma de mis ropas y comienza a llorar —Perdóname Rihito.
—Ya te perdoné padre, así que ya no llores y regresa a casa.
—Allí es tan solitario sin tu madre.
—Prometo ir a visitar la tumba de mamá de vez en cuando así que aprovecharé para verte a ti, además no estás solo, la tía y las amigas de mamá viven cerca, deberías visitarlas.
—Está bien.
—Si quieres puedes quedarte conmigo unos días.
—Solo unos días… Alguien debe cuidar el negocio, tengo miedo que la vieja de tu tía me haga entrar en quiebra si le dejo a cargo por más tiempo —comienza a sudar desconfiado.
—Hahahaha —se me escapa una risa. Era la primera vez que lo había visto de ese modo, nunca antes pensé que él se preocuparía tanto por el negocio de dulces tradicionales de nuestra familia.
“Escucharlo hablar sobre aquella tienda me hacía sentir nostálgico”.

Comments (1)
See all