2.
La chica de pie frente a él era demasiado linda para interesarse en un chico como él, sus cabellos castaños brillaban por las luces de colores que había al fondo, profundos ojos verdes, pechos grandes y caderas estrechas, el apretón de manos qué se daban estaba tardando más de lo normal, Noah sentía todo en silencio como si estuviese en una burbuja, hipnotizado por aquella bella chica, hasta que ella pronunció su nombre con una delicada voz de acento canadiense.
— Molly, un gusto—. La mano de la castaña subió por el brazo de Noah hasta posarse en su cuello, Noah se sonrojó.
— Pero que tenemos aquí, un chico tímido, cariño no se es tímido en este tipo de fiestas. —y su mano subió un poco más jugando con su dedo pulgar los labios del chico.
—N-no soy tímido. —susurró, mientras le rezaba a todos los dioses que lo sacaran de esta situación, el realmente no sabía cómo hablar con una chica, por años de la pasó siendo un come libros, quedándose a altas horas de la noche para estudiar o leer cualquier cosa que le interesase, y cualquier tipo de pregunta que le hagas él sabe las respuestas, conoce de todos los temas posibles, menos de chicas. Y justo ahora lo tenía acorralado una feroz, y era así, Laura había encontrado la oportunidad perfecta para desfogar esa noche, sacar todo su estrés y poder follar, le estaba siendo fácil intimidar a aquel chico, y lo hubiera logrado si no fuera por el grandulón que llego.
—Noah, amigo ¿te pierdo de vista un momento y ya estas ligando? Y yo que te buscaba para presentarte a una chica.
Fränze alzo la vista.
— Ah, Hola Molly, Me lo cuidas he, debo entregarlo de una pieza— Fränze se dio vuelta y metiendo una tira de condones en la bolsa trasera de los vaqueros de Noah se retiró.
—Veamos, ¿aparte de tímido con niñera? Cariño Que mal, pero tienes condones, eso te suma los puntos que tu niñera te había quitado. —Noah seguía un poco tieso, tendría sexo. Comenzó a sudar. Se quedó sin habla al ser conducido por la mansión escaleras arriba, entrando en un cuarto oscuro con una cama de dos plazas.
Molly lo acorraló y lo besaba con pasión, pasando las manos por su cuerpo, siendo tocado por aquella chica Noah sentía que estaba en el cielo, correspondiéndole sin llevar el mismo ritmo; se comenzó a desvestir y tomando un poco la iniciativa la arrojó a la cama luchando con la ropa que Fränze le había comprado logro desvestirse, quedó con solo sus bóxers y se acercó a ella, besándola con timidez, le desabotonó el vestido con cuidado, pero la desesperación de la chica era brutal y tiró de loa brazos de Noah; los botones volaron por todos lados, la habitación estaba cada vez más caliente, el sudor de hacía presente en sus cuerpos, explorándose el uno al otro, Molly sin ganas de seguir esperando lo sentó contra la cabecera y quitando los bóxers a Noah, lo toma en su mano palpándolo por completo , sintiendo su suave y cálida piel, con movimientos suaves lo comenzó a estimular arriba abajo murmurando por lo bajo palabras sucias. Noah se sonrojó y se puso nervioso aquella era la primer chica en su vida. que lo tocaba así, con manos temblorosa se estiró para alcanzar sus pantalones y sacó la tira con seis condones de colores fluorescentes que le dio su mejor amigo, tomó el de hasta arriba y comenzó a abrirlo con lentitud, las jodidas manos le temblaban mucho, perdería la virginidad con una chica malditamente caliente, una vez el condón estuvo fuera del paquete Molly se puso de pie y comenzó a sacarse las bragas mientras movía sus caderas haciéndole un extraño pero no ridículo baile sensual, el condón yacía sobre la punta del miembro de Noah y deslizándolo por todo lo largo se lo puso, se acercó lentamente a la chica y le dio un beso, el beso era más que un toque, Noah delineaba su labio inferior con delicadeza y luego Molly abrió la boca dándole pasó a la lengua enemiga, perdiéndose en un vals de lenguas, la habitación transpiraba pasión, las manos inquietas de la castaña se deslizan sin escrutinio por donde podían dejando ningún rincón sin manosear, el toque de Molly en él quemaba, no de un mal sentido, sino que solo lo ponía más caliente, tomó en sus manos sus fruncidos pechos y jugando un poco con ellos la recostó en la cama y subió hasta su boca dejando un camino de besos húmedos desde sus pechos hasta el cuello donde se dedicó a morder y chupar aquella zona. Si bien Noah es tímido pero rebelde en público en la cama es inocente, como era de esperarse el momento de juntar sus cuerpos llegó, Noah se puso sobre ella y acercó su erección, estaba por introducirse en ella, y la puerta de la habitación se abrió, ambos se asustaron, Noah cayó de la cama y tomando su camisa del piso se tapó el cuerpo, en la puerta se encontraba una pareja que se adentraba en la habitación mientas se besaban desenfrenadamente, A Molly se le hacía conocido el rostro de la chica, pero no pudo reconocerla al momento y la oscuridad de la habitación no le ayuda en nada. La pareja se separó del beso y viendo hacia la cama se encuentran con que está ocupada.
— ¿CHRISTINE?
— ¿COURTNEY?— Dice la chica de pie.
— Espera... ¿No tu nombre era Molly?
— Oh, sí que lo es, Christine es mi segundo nombre, pero prefiero Molly.
— ¿NOAH?— pregunta el chico alto que trae los pantalones desabrochados.
— ¿FRÄNZE? Oh dios que hacen aquí, Largo. —Noah se puso de pie aun con la camisa tapando su erección, que ahora se iba desinflado poco a poco y arrastró a su mejor amigo del brazo hacia la puerta de la habitación. La cara de Noah era digna de retratar, no sabía qué hacer en esos momentos de incomodidad, una vez fuera de la habitación ambos chicos conversaron.
— Sí que eres rápido, Noah. —Gritó Fränze para que su mejor amigo lo escuchará por sobre la música. —Estoy tan orgulloso de ti amigo, me siento como un padre que ve a su hijo triunfar. —Le dice Fränze mientras aplaude en silencio y luego limpia sus lágrimas imaginarias de felicidad.
— Bastardo insensible, estoy por tener relaciones por primera vez y sólo irrumpes para burlarte de mí. —Hace un ademan de llanto falso llevando ambas manos al rostro, dejando su pene al descubierto.
— Woah, amigo. —Grita Grande de la impresión—. Sabía que eras grande pero no que eras monstruoso.
— ¿Qué? No entiendo ¿Qué pasa?
— ¡¡Eso!!- grita Fränze señalando el pene de Noah — ¡Es enorme! ¿Es real? Déjame tocar, no me lo creo.
— ¡Hey! deja mi virilidad en paz— Fränze soltó una carcajada, y luego se acercó a Noah para susurrarle; —¿Virilidad?— Fränze soltó una risita. — solo a ti se te ocurriría usar esa palabra.
— Hombre, ve a vestirte, y vamos dejemos que las chicas se entretengan ahí dentro por un momento.
Noah asintió y entro a por su ropa, minutos después ambos iban bajando las escaleras de la casa de Stephen Jenner, la gente se amontonaba y la música estaba tan alta que Noah pensaba que se escuchaba hasta china —exagerado, como siempre— una vez en la planta baja donde toda la gente —extraña y conocida— una chica baja con cabello purpura y ojos drogados se nos acercó con una bandeja de plateada.
— ¿Qué tal chicos, quieren tostadas especiales?
— ¿Ah? Espe-¿Qué?— preguntó Noah y se quedó viendo a su amigo con la duda en la cara, esperando algo. Mas Fränze nunca respondió, al parecer tenía la mirada perdida en el culo de Claire Wayne
— Sí, tostadas francesas especiales, son francesa y especiales—. Dijo la chica luego de giñarle un ojo a Noah en el momento en que decía la palabra especiales. Noah tomó una de la bandeja y comenzó a comerla, le sabia a gloria era más de media noche y no había tocado ningún tipo de alimento en horas y eso para Noah es imperdonable, el siempre anda con comida encima, siempre, — Ya sabes, queso derretido mezclado con un poco de nuestra amiga Marie. Por cierto mi nombre es Jade.
— ¿Queeeeeeeeeeeee? — Gritó Noah luego de haberse terminado la segunda tostada especial, y en ese momento Fränze lo supo. Noah estaba pacheco. — ¿Marihuana? Frennoooo, ayúdame siento que vueloooo, oh mira. Un conejitooooooo. Hola conejito lindos patines. Esperaaaaa no te vaaayas llévame contigo.
— Carajo, se comió dos tostadas, es su primera vez pacheco buen trabajo Jade, ahora no sé qué hacer con un Noah pacheco. Y yo ya estoy medio borracho.— agregó Fränze sosteniendo a Noah del brazo y mirando con furia a Jade, esa chica sin remedio.
— Se fueeeee Frennooooo, el conejito se fueeee. Llévame con ééééééééééél— Noah veía al vacio, por donde el conejo imaginario creado por su viajazo se había ido.
— Dios, pesas amigo, no sé cómo eres tan menudo y pesas como una tonelada.
— No seas grosero— susurró Noah e hizo un puchero, que lo hacía verse adorable.
...
Y las horas pasaron. A la mañana siguiente al despertar se vio acostado, junto a Molly sin recordar que había pasado luego de que comiera tostadas especiales.
— ¡MOLLY CHRISTINE! ¡¿Dónde rayos estás?!— Los gritos del pasillo despertaron a la chica profundamente dormida junto a Noah, Courtney tamborileaba la puerta, Molly no quería nada más que enrollarse en la sabana y seguir durmiendo junto al cuerpo caliente que tenía al lado. « ¿Cuerpo caliente? » pensó y al virarse notó como un par de ojos del color del zafiro la observaban con detenimiento, suspiró y se levantó para buscar su ropa.
— ¿Qué mierda pasó ayer?— Noah solo la veía completamente en silencio, más le valía no contestar porque si contestaba, si una jodida palabra salía de su boca se iría todo a la mierda, y por una vez en la vida no quería arruinar las cosas. El sonido de la puerta continuó y una Molly a medio vestir fue directo a abrirla, se sorprendió al encontrar a un Fränze todo desaliñado y con la ropa mal puesta comiéndole la boca a su mejor amiga y compañera de compras Courtney. Junto a Stephen Jardine, el actual novio de Molly.
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