Nuevamente los días se trasformaron en meses, avía descubierto que la caza pesquera era más sencilla si utilizaba la sabana que utilizaba para cubrirnos del frió del suelo, pescaba en la mañana y la dejaba secar todo el día en el lomo de Orión el cual encontraba refrescante la sensación de la sabana mojada en su lomo, debido a eso no podíamos cabalgar por mucho tiempo pero sin duda se me hacía más fácil el conseguir alimento y agua, lo cual salvaría a cualquiera de morir.
Preferí que siguiéramos en movimiento antes de verdaderamente detenernos y montar un campamento, mientras más alejados estemos de los militares más difícil seria el que Maximiliano nos encontrase.
“Ruinas de recuerdos olvidados….que escondes una gran verdad”
Grande fue mi sorpresa cuando un día, de la nada logramos conseguir un pueblo abandonado, casas hechas de madera, láminas de hierro y algunos ladrillos, eran dominados por la madre naturaleza, el cemento estaba casi roído por el agua, era impresionante como la flora podía dominar, comerse un pueblo entero; sin dudas eran ruinas de lo que fue alguna vez un pueblo o quizás hasta una pequeña ciudad.
—¿Será posible que esta cuidad perteneciera a ese pasado, del que mis padres me contaban?— grandes dudas invadían mi mente.
—¿Enserio ese tiempo existió?— como si mis dudas fueran escuchadas logre ver a los lejos un cartel que un se mantenía en pie, en legras negras y algo despintadas se podía leer, lo que parecía ser el nombre del negocio.
—Multi centro Na… — era lo único que se podía ver, lo demás se lo había llevado el tiempo y las condiciones ambientales.
—Sin duda este es como un lugar histórico— comente sin más a mis únicos acompañantes, teniendo por respuesta un balbuceo y una relinche.
Seguimos nuestro camino, trate de hacer una búsqueda a ver si lograba encontrar algo que me sirviera, lo único que contra fue un cuchillo y lo que parecía ser una navaja entre los escombros, avía leído de ellas eran el mejor compartimiento de utensilios que cualquier persona debería de tener si están en condiciones de supervivencia, lo mejor para mi caso. Decidimos descansar bajo el techo de una casa deteriorada, al menos la fogata se mantendría y los tres podríamos descansar más calentitos esa noche, por primera vez en meses Nataniel no lloro, ni hizo berrinche, nada después de cenar simplemente se durmió, parecía que eso que le incomodaba ya no le molestaba más.
Al amanecer retomamos nuestro camino, el desayunar y cenar pescado me estaba haciendo bien ya al menos podría rendir mucho más el tiempo de consumo de los alimentos enlatados que me quedaban; vallas y algunos frutos fueron nuestra mayor salvación en el camino, llene mi bolso con muchos de ellos no savia cuando los podría necesitar y así al menos podría cambiarle la dieta de alimentación a Nataniel, los siguientes días mi pequeño hermano pudo disfrutar de ricas y saludables papillas naturales, más que todo de vallas, leche y miel, sin duda le encantaban, sacando algunos cálculos a este paso, podría encontrar un lugar, con más versatilidad de alimentos naturales y si era aquí, en ese lugar aún desconocido seria el lugar perfecto para montar mi campamento, al menos por uno tiempo.
“Mágico seria ese momento, que bella imagen… imaginaria”
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