Allá, lejos en el mundo, cruzando mares y montañas, existe un país que resalta por encima de otros. Uno que es signo de admiración entre las demás naciones y el cual se ha ganado el respeto de las mismas con el paso de los siglos. Ferne, el mundo norte, reino que alcanzó la fama por ser una tierra de ley y orden, la cual ha llevado a su gente a una nueva era de prosperidad al darle la oportunidad de crecer segura de los peligros que afligen a sus ciudadanos. En esta abundante tierra, es considerada un honor servir al pueblo, pero aquellos que le dan la espalda a su gente son vistos como traidores de su propio hogar.

Una vez la vida comenzó a crecer, los gobernantes de los países vecinos buscaron una forma de resaltar al igual que Ferne lo hacía, intentando avanzar en conocimientos y expandir sus territorios. Fue cuestión de tiempo hasta que un nuevo país surgiera además de los cuatro principales. Concebido al principio como una colonia del mundo del sur, Roman apareció, ocultando en ella un sin número de misterios y recursos que se mantendrían ocultos a aquellos que no se atrevieran a tomar el riesgo de explorarla. Sin embargo, esta prometedora tierra no es un lugar fácil para vivir, peligros nunca antes vistos junto con escasos recursos, ha causado la desesperación incluso en el más valiente.

La aventura aguarda a quienes se atreven a ir hacia ella, tomando sus vidas como herramientas de su propio destino, la promesa de un futuro mejor resplandece en el corazón de cada uno de estos individuos, como es el caso de Miura Ketara y Arthur Arko. Ambos, provenientes de tierras completamente distintas pero tan similares el uno del otro, dispuestos a arriesgar su ser para encontrar aquello que anhelan, pero ¿acaso serán capaces de hallarlo en Roman?