Cuando se subió me saludó débilmente y se pasó todo el trayecto mirando un punto fijo en la ventana.
Al decirme adiós lo hizo igual de desanimada.
Chicas, un día estaban bien y al siguiente se desmoronaban.
Llegué a mi casa donde una piernas bronceadas me estaban esperando.
— ¿Katilin? ¿Qué haces acá?
Una sonrisa coqueta apareció en sus labios maquillados de un potente color rosa.
—Pensé que nunca volverías.
Su voz seductora me llego cargada de olor a alcohol.
—Claro que iba a volver. Vivo aquí y la mayoría de la gente duerme en sus casas. Y es exactamente lo que tengo que hacer yo para ir a trabajar mañana. Lamentablemente una sexy chica no me deja pasar.
Sonrió coqueta.
—Claro que te dejaré pasar. Si me invitas a entrar contigo.
Lo pensé un momento. Luego me lancé hacia ella y la comencé a besar apasionadamente. Abrí como pude la puerta y logré entrar a la habitación. Todo a mi alrededor subía de temperatura y pronto la ropa ya no fue necesaria.
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—Eso fue ¡Wow!
—Ahórrate la sorpresa. ¿Qué haces aquí?
— Tu papá me mandó a buscarte para ver si ya se te pasó tu rabieta de niño consentido y quieres volver a la empresa. Traje un poco de dinero, me dijeron que estabas mendigando.
Apreté los dientes al responderle.
— Estoy trabajando, algo que hace la gente normal para ganarse la vida.
–Veo que no haz cambiado de parecer. Una lástima, tu padre creyó que yo podría convencerte... Como en los viejos tiempos.
—Supongo que por alguna razón son "viejos" tiempos.
Sonrió nuevamente.
—Cómo veo que no cambiaras de parecer me voy. Es probable que tu padre quiera volver a convercerte, pero dudo que mande a alguien tan persuasivo como yo.
—Dile que estaré esperando, para volver a rechazarlo.
Kaitlin me sonrió y me besó apasionadamente, se dirigió a la puerta y se fue.
Mañana sería un largo día.
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Y sabemos un poquito más del pasado de Rubén ¿Que opinan?
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