Ronald: ¿Y bien, porque estamos aquí?
Acacio: Como saben, mi cumpleaños no fue la única razón por la cual sus padres y personas importantes están aquí. Tu padre lo dijo, ¿no es así Ronald?
Ronald: Sí, así es, la reunión.
Hiroshi: Esto se está empezando a ponerse más serio.
Acacio: Así es, por eso decidí seguir mi camino como futuro jefe de la familia Valdez.
Simon: Eso es bueno, ¿y por qué nos dices esto a nosotros primero?
Acacio: Ya se lo conté a mi padre, pero no acepto mis condiciones, es algo conservador, al igual que los de ustedes. Me gustaría saber, ¿qué piensan de aliarnos con otras especies? Ustedes algún día serán los cabezas de sus familias, ¿qué responderían a esta propuesta?
Ronald: Me parece un poco riesgoso, aún si nosotros tenemos la intención de hacerlo, que nos aseguraría de que ellos quisieran una alianza con nosotros.
Acacio: Obviamente sería cuestión de negociar. Pero no es imposible.
Abir: Ronald tiene razón, además quienes serían las elegidas, ¿elfos, enanos, gigantes?, no creo que sea fácil decidir algo así.
Acacio: Los Elfos y Enanos tienen una buena relación bélica con nosotros. Ellos podrían ser los elegidos.
Simon: Yo no lo acepto, creo que nosotros no los necesitamos.
Hiroshi: Estoy de acuerdo con Simon, nosotros como futuros líderes seremos los encargados de resolver nuestros propios problemas por nosotros mismos, no por los extranjeros.
Acacio: Sin embargo, ¿No es verdad que el Clan Fukui y el Clan Eggestein tienen problemas territoriales con los berseks? Al igual que los enanos, podría ser posible llegar a un acuerdo mutuo.
Ronald: Es verdad.
Hiroshi: Cierto, pero aun así somos capaces de hacerlo por nosotros mismos.
Acacio: No seas así, Hiroshi. No podemos hacerlo todos solos. ¿Qué me dices tu hermano?
Abel: Confiaré en ti, después de todo, eres tú el que mejor sabe de esto. Yo te apoyare.
Acacio: Gracias.
Ronald: Acacio, tengo entendido que serás el próximo jefe del Clan Valdez. ¿Qué harás ahora?
Acacio: Tengo pensado dejar la mansión.
Abel: ¡¿Qué?! ¡¿Te irás?!
Abir: ¡¿Estás loco, Acacio?! ¡NI SIQUIERA ERES CAPAZ DE COMUNICARTE CORRECTAMENTE!
Ronald: ¿Por qué? ¿Cuál es la razón?
Acacio: Quisiera saber cómo es el mundo afuera de las fronteras de esta mansión. Quiero verlo con mis propios ojos. Necesito saberlo para no depender de nadie hasta cierto punto, por eso pienso ir al distrito Gavilan, ahí hay un gremio de aventureros muy famoso, sería excelente comenzar por ahí.
Abel: Pero hermano...
Ronald: En ese caso no hay nada más que decir, has tomado tu decisión.
Abir: ¿Qué? pero Ronald...
Simon: Ronald tiene razón, no sé porque haces esto, pero debes tener un plan ¿no es así?
Acacio: Así es.
Ronald: Dime algo, Acacio, ¿volverás para tomar el examen militar?
Acacio: No lo dudes...
Ronald: Entonces esperare hasta que llegues, quiero tomarlo contigo.
Simon: Yo igual.
Hiroshi: ¿Porque no?... Podría ser interesante.
Abir: Ustedes no tienen remedio.
(Aplaude)Simon: Entonces eso es todo, disfrutemos lo que queda de la noche.
Al día siguiente Acacio toma sus maletas, y baja hacia la puerta de salida, justo allí estaba su padre, parado esperándolo.
Bruno: ¿Ya te vas?
Acacio: Ya me voy.
Bruno: Normalmente un padre le daría una plática conmovedora y reconfortante a su hijo (toma una copa de vino) sobre cómo vivir la vida y ese tipo de cosas, pero por la cara que estas poniendo me pongo a pensar que no es necesario.
Acacio: ...
Bruno: Sabes que no estoy de acuerdo con esto, Acacio.
Acacio: Lo sé. Sin embargo, si fallo, volveré y me dirás todo lo que quieras entonces.
Bruno: Espero muchas cosas de ti Acacio, espero que no me decepciones.
Acacio: No lo haré.
El joven Valdez camina dejando a su padre atrás y sale. En el portón se encuentra una persona inesperada, el hombre más fuerte del mundo estaba frente a él.
Acacio: Podrías agacharte, no puedo verte la cara Achraft.
Achraft: Ha, te has vuelto un poco creído, te hacen falta 2 cabezas para que me hables de esa forma, muchacho.
Acacio: Ya no soy un muchacho, general Adebayor.
Achraft: ¡¡Hahaha!! Dejémoslo en Achraft nada más.
Acacio: ¡¡Hahaha!! Sí, sonó un poco raro.
Achraft: Perdón por no llegar a tu cumpleaños, tuve unas complicaciones en el camino, acabo de llegar.
Acacio: No te disculpes conmigo, el señor Zobnin debe estar furioso por no encontrarte.
Achraft: ¡Ha! Eso es lo de menos. Tengo algo para ti.
Achraft toma una de las espadas que tenía y se la entrega a Acacio. Una gran hoja color celeste, bastante pesada y filosa. Una belleza de arma.
Acacio: Vaya parece un poco cara... ¿Dónde la conseguiste?
Achraft: Se dice gracias. Y respondiendo a tu pregunta, fue un regalo que me dieron en el distrito Tampaya, puedes quedártela.
Acacio: Gracias Achraft
Sokrates: Señor Acacio.
Acacio: ¡Sokrates!
Sokrates: Vine a despedirme de usted, pero veo que este gigante se me adelanto.
Acacio: Nos vemos Sokrates.
Sokrates: Lo mismo digo joven Valdez, espero su regreso.
Acacio: Volveré.
El chico comienza a avanzar después de despedirse. Dejando atrás a Achraft y Sokrates, pero había un inconveniente.
Acacio: ¿Para donde es el distrito Gavilán?
ASÍ ES COMO EL VIAJE INICIA
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