Pasaron varias semanas, aún tenía el abrigo del alfa y las cosas fueron mejorando tenía un trabajo, estaba estudiando y pronto me graduaré, la escuela no tenía el mismo nivel de la anterior pero valía la pena, me llevaba bien con mis compañeros.

-Claire, Sophia- desayuno listo avise

El olor a panqueques con fresas y miel en la mañana me gustaba mucho.

-Buen día Lea, esto se ve delicioso.- dijo Sophia adormilada

- Tengo que ir a la escuela, ¿estarán bien ?- pregunte

-Claro, no hay problema, si necesitas algo llámanos respondió Claire.

-Te veo allá respondió Sophia.

Le sonreí y salí y tomé el autobús, ganaba el salario mínimo así que no podía gastarlo todo en un día, además mis útiles escolares y el arriendo del apartamento de Claire no eran gratis.

-Buen día - salude a mi compañera de casilleros

-Hola Leah, ¿cómo te fue anoche? - me pregunto

-Bien, estoy algo somnolienta, pero nada que un café no pueda solucionar.

Comenzaron las clases, la escuela separaba los grupos de acuerdo al subgénero entonces mi clase estaba conformada por betas y unos omegas.

-Por favor no olviden mañana el libro de inglés, vamos a empezar con los ejercicios- dijo la maestra.

Todos respondimos y salimos del aula, la última clase me dejó cansada, tenía que volver a casa y encontrarme con Sophia estaba en una clase menor a la mía.

-¿Qué tal tu día? - le pregunté

- Bien, ya sabes, tareas,profesores, no me agradan mucho, dicen que soy muy tímida.

-Hueles bien, ¿te aplicaste algún perfume?- pregunte

- No- dijo nerviosa, - lo siento tengo que irme rápido, te veo en la cafetería.

- Claro, cuídate por favor.

Al llegar a casa, solté la maleta en el piso y fui hacia mi cama, el cuerpo me dolía y mis ojos comenzaron a cerrarse, el turno nocturno, los eventos y las entregas se hacían más difíciles.¿dónde estará mi hermano? mis pensamientos se hicieron cada vez más pesados.

-Leah, despierta debes comer algo ya son las 4 de la tarde dijo Claire.

-Claro, lo siento no vi la hora respondí

- El señor Wesrt me necesita, Eva está enferma de nuevo, voy a reemplazarla.

- mmm claro, ve ¿has visto a Sophia?- pregunte

- Dijo que tenía una cita médica hace unas horas y volvía- respondió- nos vemos en la noche y lleva por favor los postres de la nevera para el evento de hoy.

- si, no te preocupes.

Me levanté de la cama, arregle mis cosas en el cuarto y fui a la cocina, el olor a pollo frito se me hacía familia, solíamos visitar a mi tía los domingos, mi hermano siempre escogía la presa más grande, mi padre comía en silencio y mi madre no dejaba de hablar de mí.Tiempos- dije en voz alta

-Volví - dijo Sophia

-Sophia ¿estás bien? Claire me dijo...

-Sí, estoy bien, solo debo tomar unas pastillas.

-El almuerzo se enfría.

-Hueles a Fresas, ¿es un perfume nuevo?

-Si - respondió nerviosa

Al llegar la noche, aliste mis cosas para ir a la cafetería deje los postres en la mesa listos.

-Sophia vamos a llegar tarde- grite

ya voy, dame un segundo- respondió

Sophia salió del cuarto, su cara estaba roja y estaba caliente

-¿Estás bien?-pregunté

-Sí, es solo un resfriado-respondió débil

Tome el termómetro y le medí la temperatura tenía más de 40.

Quédate en casa, tienes fiebre, le diré a Claire.

No tienes que hacer eso - respondió

Por favor, no puedo dejar a un amigo en problemas, no así.

Ella ascendió con la cabeza y se recostó en la cama, le pasé sus pastillas, pero se me hacían familiares, eran similares a las que la azafata me había dado durante el vuelo.

-por casualidad ¿eres omega?- pregunté

-Lo soy- dijo con la mirada baja

- No tienes que preocuparte, te protegeré, descansa.- dije

Salí del apartamento, pase por el abrigo a la lavandería, lo guarde en mi maleta y me dirigí al café, estaba más lleno de lo normal

-Hola a todos, traje los postres- dije

-Gracias señorita Collins y ¿Sophia?- preguntó el señor West

-Está enferma, la voy a remplazar hoy, no se preocupe.

- Bien, es más trabajo, sé que lo lograra.

-Si no se preocupe.

La noche transcurrió normalmente, los clientes parecían felices, los postres con los nuevos decorados se habían vendido bien.

-Leah, ¿te quedas pendiente del café con el señor West?, Sophia llamo no se siente bien.- me pregunto

-Si, claro, avísenme cualquier cosa- respondí

El asistente del señor Collins llegó a la hora usual y recibió su pedido.

-Vuelva pronto- le dije

-Gracias Señorita- respondió amablemente

-Disculpe, ¿Puedo decirle algo?- pregunte

-No es un buen momento- respondió mientras salía del café

No dejó que continuara, ¿debería rendirme?, ¿por qué se me hacía familiar?, cuando llamaba a casa mi padre se enojaba, no podía preguntar nada.

Cerré los ojos un momento el ambiente se hacía más pesado, ¿pero cómo?, eran feromonas. Me sostuve en la barra y tomé algo de agua.

-Buenas Tardes

- Bienvenido ¿cómo lo puedo ayudar?- respondí

El joven alfa que me había salvado estaba frente a mí, alto con piel clara, ojos negros, cabello negro peinado y un traje negro elegante.

-Tengo una cita con el señor West- aclaró

-Claro, permítame un momento- respondí, sintiendo la extraña sensación de ese día.

Entre en la cocina, en la bodega pero no estaba.

-Hola, Jane has visto al ¿señor West?- pregunté

-Sí, dijo que recogería una orden, no demora.

Le agradecí, ahora que le iba a decir al alfa, no me agradan desde el incidente aún no entendía porque no podía mover mi cuerpo. Volví al mostrador.

-El señor West no está en este momento, puede esperarlo si desea- dije educadamente, comenzando a sentirme mal.

El alfa se quedó mirándome sus ojos negros eran misteriosos y se acercó lentamente.

-Entiendo, volveré en otro momento, - respondió seriamente.

Trate de disimular mi malestar, después salió del café y entro su auto negro.

-Espere, quería agradecerle y devolverle su abrigo-dije

El alfa bajo el vidrio del auto-

-Gracias, aún huele a vainilla -dijo evitando mi mirada recibiendo el abrigo.

-Disculpe, estaba en mi maleta, por otra parte este es el número de café, así podrá llamar antes, la próxima vez que venga.

- Gracias, lo haré- respondió mientras tomaba la tarjeta.

Agradeció y el auto arrancó, sus feromonas eran fuertes, pero agradables. ¿qué estaba pensando?, odiaba los alfas.

Al rato de unos minutos, el señor West llegó, le comenté la visita y volví a casa, mi horario de sueño se había estropeado, dormía unas 2 o 3 horas al día y cuando podía en la escuela sentí un ligero malestar en mi cabeza y mi temperatura corporal aumento, no le di mucha importancia y tome una pasta para el resfriado.

-Llegue- grite

-Leah - llegaste- dijo Claire

-¿Cómo está Sophia?- pregunte

-Bien tomó su medicamento y está durmiendo, ya ceno, ¿Vas a comer?- me pregunto

-Claro el olor de los pasteles en el café, no me dejan trabajar bien - comenté - Descansa yo limpio al terminar.

-Gracias Leah, Buenas noches-se despidió

Termine de comer, limpie la cocina, la mesa y fui a ver a Sophia, estaba dormida, le cambie el pañuelo para que le bajara la fiebre y me acosté en la cama. Un día más con nuevos retos.