Ah… El invierno… Lo amaría de no ser por los cambios climáticos, ayer hizo mucho frio todo el día y hoy hace calor. Como sea, salí a dar un paseo y de paso iría a comprar víveres, nada del otro mundo.
Caminé por un rato pues iría al supermercado, para ello tuve que pasar por un parque y como estaba distraído con mi celular choqué con un alguien, era un chico bajo, de cabello oscuro que permanecía con su venda, me pareció un poco extraño que trajera la venda puesta y estuviese caminando por ahí solo. Por lo que me quedé parado, viendo como él se agachaba a buscar mi celular que claramente de había caído al chocar. Él comenzó a hablar disculpándose, cosa que me resultó… ¿Tierna? Si, creo que es la palabra adecuada.
Me tomé la libertad de comentar acerca de el hecho de que trajera su venda puesta ya que es algo que me parece estúpido. Hace dos años o quizás más, yo me quité la mía por el simple hecho de no creer en todo aquello del amor a primera vista y tal como lo pensé, nada sucedió, no me he enamorado de absolutamente nadie; si me ha gustado una que otra persona, siempre chicos, pero no me he enamorado de ellos.
Sé que las personas me mirarán raro si se enteran que me quité la venda por mi propia voluntad a tan temprana edad, y aunque no me avergüenzo de no haber encontrado el amor, prefiero mantenerlo en secreto, suelo decir algo cursi como que tengo a mi pareja hace años y que fue cosa del destino, algo que a las personas pueda agradarles.
Eso fue lo que tuve que hacer frente a la madre de aquel lindo chico de piel pálida.
-Por favor, no piense mal de mi, lo sé por la forma en que me mira, sé que soy joven para no traer mi venda en los ojos, pero esta se desprendió por si sola junto a la de mi amada, fue realmente algo hermoso – fue lo que dije a aquella mujer que me miraba extraño por no traer la venda, aunque en realidad dudo que en una primera instancia supiera que tengo apenas 17 años ya que suelen decirme que parezco mayor.
La mujer pareció quedar satisfecha con mi respuesta pues incluso me tomó como amigo del chico, cosa que no me molesta ya que si me gustaría ser su amigo, parece ser tierno y agradable.
Lo escuché hablar emocionado, aunque al mirarlo, tenía el rostro hacia abajo.
Su madre se alejó un poco de nosotros para que habláramos un rato y aproveché para preguntarle por su aspecto.
-Oye Luke ¿Por qué pintaste tu cabello así?
-¿Así? ¿De que forma? – preguntó como si no supiera a qué me refería, eso fue un poco molesto ¿acaso no se había pintado el cabello?
-Bueno, es de un extraño tono de negro y tienes mechones al azar de color rojo
-Ah! Eso -Él rió bajo y luego respondió -Bueno, el color “negro extraño” es negro azulado y es el color natural de mi cabello… Mis mechones rojos son porque me quería pintar el cabello y a la vez seguir con mi color natural, así que solo teñí mechones – él volvió a reír, parecía nervioso, en realidad que es tímido.
Hablamos un poco más, no fue mucho tiempo. Terminé por darle mi número, anotando mi contacto como “Samuel, el chico alto ♡” y finalmente nos despedimos, él creo que se fue a casa con su madre y yo solo seguí mi camino pues realmente ya me estaba dando hambre.
Compré lo que debía y a parte unas galletas para ir comiendo en el camino y solo me fui a casa.
Samuel Peterson, es un chico que se opuso a mantener sus ojos vendados y también a obedecer al destino, un chico que no creía en el amor... Hasta que se encuentra con Luke Akerman, un joven que quiere encontrar a su verdadero amor, aquel que le haga quitarse la venda y que pueda amarlo por siempre.
Comments (0)
See all