Samuel se levantó de la cama pues aún no lo hacía, se fue a dar una ducha rápida y al salir, buscó su ropa: se terminó colocando una polera con gorro de color negro, un janes roto del mismo color, sus zapatillas eran unas normales, sin marca alguna, eran del mismo color que el resto de su ropa, se puso un arete de cruz y se acomodó el cabello. – No sé porqué me arreglo si no va a verme… - suspiró saliendo de su habitación para así ir a la cocina, se sirvió un vaso de jugo mientras comía una tostada.
A los pocos minutos salió de casa, viendo la dirección que le había sido enviada, para así ir allí, en realidad no le quedaba tan lejos, por lo que vagamente pensó que quizás iban a la misma escuela pero en diferentes aulas, fue un flash realmente rápido en su mente, luego se enfocó en no demorarse mucho ya que no quiso sacar su auto.
Cuando finalmente llegó a la calle, se puso a ver los números de las casa para así encontrarla, era bastante linda y grande. Samuel solo se acercó a la puerta y tocó el timbre esperando a que le fuese abierta la puerta, cuando esta se abrió, vio Luke y solo sonrió quedándose en silencio.
-¿No hay nadie? – preguntó Luke por no escuchar nada, se encogió de hombros e iba a cerrar la puerta cuando esta le fue detenida.
-Perdón, soy yo, me distraje en mis pensamientos – Samuel rió levemente.
-Oh! Samuel! Je lo siento yo también, iba a cerrarte la puerta en la cara – Juntó sus manos frente a su cuerpo, jugando un poco con sus dedos.
-Este… No te preocupes por eso – Samuel rascó su nuca sin saber qué decir exactamente – Bueno, vamos ¿no?
-Oh si, claro, le avisaré a mi madre – Luke entró en casa para avisarle a su madre que ya se iría
Finalmente, ambos chicos caminaron juntos en un silencio que era roto solo por los ruidos de la ciudad.
Así estuvieron por un rato, Samuel solo le indicaba tocándole el brazo, hacia donde debían girar.
-Sabes… - habló Samuel en un intento de romper aquel silencio entre ellos – había pensado en llevarte al cine hasta que recordé tu venda, así que… Iremos a un fabuloso parque de atracciones, no necesitas ver para disfrutar de las atracciones
-Si… Está bien, no importa, supongo que si… De todos modos el cine igual hubiese estado bien, el lugar estaría oscuro, además podría solo oír la película, ya lo he hecho antes en casa…
-¿Usas la venda en casa? Pero se supone que con tus padres no hay problema – preguntó algo curioso.
-Si… Es que soy adoptado… Deshecho por eso mi cabello es diferente al de mi madre, también mis ojos, aunque no los haz visto – hizo el típico gento de “eto” que hacen los personajes de animes (👉🏻👈🏻) , inflando un poco sus mejillas, le apenaba un poco contarle sobre su familia
-Ya veo… Eso es bueno, significa que tus padres te quieren, a mi ni siquiera me planearon -rió levemente hasta que en un momento miró al menor notando su gesto. -¿Por qué haces eso?
-¿Ha-hacer qué? -Rápidamente puso sus manos en su espalda, apartando el rostro para que el contrario no lo viera y puso sus manos en sus bolsillos
-Ese gesto con los dedos y inflar tu mejilla, es… Como una acción de esas chicas de anime ¿no? ¿Acaso eres una chica?¿y porqué apartas el rostro, ni siquiera se te ve la cara con eso puesto – hizo referencia a la venda, en realidad hasta el momento, era lo único que le molestaba de Luke, su venda, el no poder ver sus ojos le era bastante frustrante
-No soy una chica… Y lo único que no puedes ver son mis ojos… Y-yo solo estoy nervioso, nunca había salido con alguien antes, no soy de muchos amigos, te lo había dicho
-Oh… Ya entiendo, yo en realidad tampoco tengo muchos amigos y la mayoría son mayores… Bueno, ya nos queda solo una cuadra, vamos -Agarró la muñeca de Luke y lo hizo caminar rápido para que llegasen pronto.
Al llegar, Samuel pagó por dos boletos, se pusieron unas pulseras que indicaban a qué tipo de juegos podían subir o participar ya que habían diferentes tipos de pase.
( El simple(pulsera color verde): en este solo podías participar de los típicos juegos de feria, incluyendo tagadá (Nota: *no sé como le digan, búsquenlo en google*) y una pequeña montaña rusa, estaba dedicado más que nada a niños o personas que no quieran juegos tan bruscos. Se hace fila obligatoria. Vale 16.000 pesos chilenos
El Segundo es el pase fuego(pulsera roja): con esto puedes participar de los juegos del pase simple, más dos casas del terror y dos juegos extremos. Haces fila si hay más de 20 personas antes que tú. Se da un cupón de comida gratis. El pase cuesta 20.000 pesos
Y el último, pase es el dorado: este te permite acceder a absolutamente todos los juegos, siendo incluidas dos montañas rusas y un montón de juegos extremos; un descuento del 100% en comida por todo el tiempo que estés en el parque y no es necesaria la fila. Este pase cuesta 35.000pesos )
-Samuel -Habló Luke antes de que entraran -Tengo buen oído y… Dijiste que querías el p-pase dorado… Mi madre me ha hablado de este parque, sé lo fantástico que es, pero no podemos entrar, vamos a pedir un rembolso, eso fue demasiado dinero gastado, solo paga por el simple – dijo algo apenado y también sorprendido por la cantidad de dinero gastado.
-¿Eh? – miró confuso a Luke mientras lo escuchaba – Ah~ es eso, no te preocupes, el dinero no es problema
-Pero tampoco planeo subirme a los juegos grandes… S-soy un poco cobarde -apartó el rostro – por favor, solo compra los normales o vamos a otro lado…
-Bien, los cambiaré por los normales – suspiró negando y fue a cambiar el pase, aunque le costó un poco.
Finalmente entraron al parque, yendo al lado que era como una típica feria, con puestos de comida, juegos de puntería, los típicos “todos ganan” y de más cosas.
-De acuerdo, te diré las cosas que hay y tú me irás diciendo si quieres que te compre algo o jugamos en algo que tú también puedas.
Samuel comenzó a hablarle de los puestos, los juegos, le explicó cómo eran y de más.
Y así pasaron gran parte de su salida, fue bastante divertido para ambos, ya que Luke incluso intentó jugar con algo para lo que necesitaba usar su vista y aunque no se quitó la venda, logró hacer más puntos que Samuel.
Cuando el cielo ya se tornaba de un tono entre naranjo y rosa, ellos comían algodón de azúcar hasta que Sam vio un puesto que le interesó, era uno de esos juegos en que si encestas bien los aros te llevas un peluche.
-Ven conmigo – Tomó a Luke del brazo y lo acercó al juego -Uno, por favor – Samuel comenzó a jugar y finalmente ganó, escogió el peluche y se lo dio al menor.
-¿Qué es eso? – pregustó un poco confundido y al apretarlo notó que era un peluche no muy grande.
-Es un regalo, no intentes saber que forma tiene ¿de acuerdo? Debes verlo cuando llegues a casa
Luke, quien ya había perdido su timidez, asintió. Quizás si esto hubiese pasado hace unas horas, él se hubiera sonrojado y le hubiera rechazado el regalo, pero ahora que lo sentía como alguien más cercano, lo aceptó sin más, con una sonrisa en los labios.
Luego de aquel bello día en el parque, ellos salieron de allí para caminar tranquilos hacia casa del menor. Esta vez, con sus brazos entrelazados mientras se terminaban su algodón de azúcar.
Se mantuvieron en un cómodo silencio que los acompañó todo el camino hasta la casa de Luke. Ya allí, se despidieron, aunque les costó un poco hacerlo.
-Gracias por el regalo
-No es nada, solo espero que te guste
-Gracias otra ves… Espero podamos… Puedas verme de nuevo pronto – rió suave
-Espero lo mismo…
-Envíame un mensaje cuando llegues a casa ¿de acuerdo?
-Lo haré
Y ambos se quedaron allí por un par de minutos, Luke imaginándose al mayor y Samuel viendo todo lo que podía de el rostro del menor.
En algún momento coordinado, ambos se dieron vuelta al mismo tiempo y dijeron “Nos vemos” así, Luke entró en casa y Samuel se fue a la suya, manteniendo una sonrisa algo boba.
Samuel Peterson, es un chico que se opuso a mantener sus ojos vendados y también a obedecer al destino, un chico que no creía en el amor... Hasta que se encuentra con Luke Akerman, un joven que quiere encontrar a su verdadero amor, aquel que le haga quitarse la venda y que pueda amarlo por siempre.
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