3.- La Batalla entre las Hojas (1)
Lucy empieza a sentir caricias en su pelo, sus ojos se abren y lo primero que ve es a Laundry sonriéndole -Buenos días linda, ¿Cómo te sientes?- Lucy trataría de levantarse pero empieza a quejarse -M…Mis piernas me duelen… me… me siento débil- Laundry se arrodillaría y postraría en los muslos de Lucy -Lo siento, no pude contenerme…- Lucy tomaría el pelo de Laundry y empezaría a jugar con él, Laundry confundido levanta su vista y observa a una Lucy sonriente -No te preocupes, está bien, no me molesta, de hecho me gusto- diría con una tierna risa -Quería hacer esto desde hace algún tiempo- añadiría, Laundry solo pudo responder con un abrazo -(Quiero que estemos así para siempre)- pensaría Lucy pero su momento fue interrumpido por la alarma de llegada al Puerto eliziano de Santa Elena -Sera mejor que salgamos, recogeré nuestras cosas…- diría Laundry -¿Quieres que te cargue?- añadiría, Lucy asiente mientras intenta levantarse con cuidado.
Con lentitud y con sus piernas temblorosas se dirige a la puerta del camerino, Laundry soltaría una leve risa -te ves muy chistosa amor- Lucy lo miraría con una lagrimita, pero riéndose -A…Ayuu…da- diría Lucy en voz baja, Laundry la tomaría por su cadera -tranquila… estoy aquí, nuestras cosas ya están listas- Lucy se sonrojaría como un tomate, Laundry la carga como a la novia en la boda y empieza a dirigirse a la salida del barco. La mujer de negro los observa desde la puerta del camerino del que salieron -meine Tochter, mein lieber Schatz Süße…- se escucharía muy bajo, tanto que ni Laundry podría escucharlo.
Laundry estaría ya en Tierra firme, lo primero que haría es dirigirse a un carruaje para que lo lleve a las puertas del Palacio Eliziano, sentaría a Lucy con cuidado -¿Estás bien? ¿No quieres algo de comer para el camino?- preguntaría Laundry -N…No, así estoy bien, será mejor ya irnos, Eliza estará alegre de vernos- respondería Lucy con una sonrisa, Laundry se sienta junto al conductor del carruaje y le empieza a decir hacia donde ir y por donde ir.
Lucy miraba el paisaje por la ventana, las casas eran como recordaba pero habían muchos más -Cuanto a cambiado esto, de niña no recordaba tanto…-dijo Lucy en voz baja -du hast recht, Liebling- dijo una mujer en el carruaje, Lucy la miraba con miedo pero su miedo se transforma en una paz -¿T…Te conozco de algún lado?- preguntaría Lucy, pero la mujer encapuchada solo respondía con un silencio tan profundo que parecía como la misma muerte, Lucy estaría a punto de preguntar otra cosa pero la mujer la silenciaria con sus dedos -natürlich kennst du mich Schatz- Lucy sorprendida se quedaría callada y cerraría sus ojos -¿Acaso tu eres…?- cuando levanta su mirada vería como la mujer se desvaneció ante sus ojos, Laundry llamaría a Lucy para preguntar si estaba bien -E…Estoy bien, no pasa nada- respondería -De hecho me siento más tranquila y serena- Laundry se alegraría, y seguiría dándole indicaciones al conductor.
-Palacio (afuera)
El carruaje llegaría a las puertas del Palacio Eliziano, Laundry le paga al conductor y le abre la puerta a Lucy, ella menciona a la mujer de negro -¿Por qué no me avisaste?- preguntaría algo enojado Laundry -Ella no mostro ninguna intención de hacerme daño- respondería sonriente Lucy, Laundry dejaría su enojo y la abrazaría -Está bien… si así lo ves tú te creeré-.
Los soldados que custodian la entrada del Palacio miran esta escena, pero uno tenía un ligero recuerdo -Oye, ¿ese no es el general Laundry?- dijo uno extrañado -S…Si, ¿pero quién es esa mujer? No la reconozco- los soldados seguían preguntándose hasta que Laundry se presenta ante ellos, los soldados exaltados saludan a su General y cuando este entra le niegan la entrada a Lucy -Aunque usted este con el General Laundry no le podemos permitir la entrada a civiles- Laundry se quiere regresar pero Lucy le dice que esta todo bien, ella se empieza a peinar, todos extrañados la ven hacerlo -¿Ahora si me reconocen?- los soldados se sorprenderían -General Lucy, l…l…lo sentimos mucho, pase pase- Lucy pasaría y regresaría la mirada, e guiñaría el ojo a los dos guardias -Suerte en su primer día- diría Lucy, los soldados sonrojados volverías a mirar al frente -¿cómo lo sabe?- diría uno.
-Palacio (interiores)
Laundry caminaba por los pasillos junto a Lucy, los sirvientes, soldados y cualquiera que estuviera en el Palacio se sorprenderían al verlos, Laundry llegaría a la habitación de Eliza y tocaría la puerta gentilmente -Lista para ver a Eli, ¿Lucy?- Lucy aun no asentiría cuando la puerta es abierta, Eliza se les quedaría viendo unos segundos -¡Hola!- diría Laundry, Eliza los abrazaría con fuerza -L…Los extrañe, a ambos…- los Generales la abrazarían de vuelta -Ya estamos aquí… tranquila- respondería Lucy -P…Perdón, pasen… yo tengo visitas- Al hacerse un lado Eliza se observarían a Anthea y a Leaf tomando el té, ambas se levantarían para abrazar a los dos Generales -¿Cómo están? ¿Todo tranquilo?- diría Anthea, los Generales iban a responder pero son interrumpidos por Leaf algo ajetreada -Ayúdenme, Anthea y yo somos atacadas por los Imperios, necesitamos de su fuerza, por favor- Las tres reinas mirarían a los Generales y asienten -De eso hablábamos- dice Eliza -Así que les pido que ayuden a los Leafeanos.
-Frontera Leafena-Elizeana
Los dos generales llegaban en carruaje a la frontera más oriental del país donde varios soldados tanto Leafeanos como Elizianos los recibieron con algo de miedo -La capital tanto de Leaf como de Anthea están bajo asedio- decía un joven soldado Leafeano -vienen por todos lados nos superan 10 a 4, que debemos hac- Laundry le da una bofetada al joven soldado, todos los presentes quedaron impactados -si sigues llorando como una niña pequeña no nos ayudas en nada- dijo muy serio Laundry -si sigues así solo serás blanco fácil, ósea, carne de cañón- el joven soldado aún estaba a punto de llorar -p…perdón Gene…- un disparo atraviesa la cabeza del joven soldado -¡¡¡emboscada!!!- gritaría Lucy -pónganse a cubierto, bajen la cabeza- algunos de los soldados hacen caso pero otros por el shock no reaccionaron a tiempo, así que también fueron abatidos.
Laundry miraría el panorama y empezaría a planear, sin decir nada prende fuego su mano y lanza la llama a la tierra enfrente de el levantando una nube de tierra -vamos salgan de aquí- diría Laundry -La General Lucy y yo nos encargaremos…-
4.- La Batalla entre las Hojas (2)
Los soldados corrían, pero aun así algunos caían debido al fuego enemigo, Laundry salió de la cobertura y atacaba a los enemigos siendo controlado por su espada, Lucy seguiría a Laundry y trataría de ayudarlo atacando a algunos enemigos, pero antes de que siquiera los toque Laundry, o más bien la espada ya había acabado con ellos, Lucy mantiene una distancia cuerda del objeto sagrado -¡¿qué sucede con esa espada?!- pensaría Lucy -es como si tuviera vida propia- Laundry acabaría con todos los soldados que los emboscaron y miraría a Lucy con unos ojos extraños. Sus antes ojos color miel ahora brillaban en un rojo carmesí, además de que le salían algunas marcas en varias partes de sus ojos.
-Lucy… n…no se que me pasa- diría Laundry después de calmarse un poco -s…siento un fuerte enojo… matar a estos soldados… me gusto- Lucy daría dos pasos atrás -Laundry… tranquilo guarda la Espada… to…todo está bien- Laundry haría caso, pero seguiría un poco eufórico -perdón, pero… el sentimiento es… bello- diría Laundry con una sonrisa, Lucy se acercaba a él con precaución, había algo que le llamaba la atención, los ojos de Laundry habían cambiado, tenían unas facciones y un color extraños -¿Qué pasa, tengo algo en la cara?- preguntaría Laundry -N…No estas bien, todo tranquilo- respondería Lucy con nervios -V…Vamos, tenemos que irnos, ya fueron todos los soldados- añadiría, pero a pesar de los impulsos por irse de Lucy, Laundry no se movía de su lugar -¿Qué pasa?- con miedo preguntaría Lucy.
Laundry lanzaría su espada hacia Lucy, esta cerraría los ojos, pero no se sentiría nada, con lentitud abriría uno de sus ojos, la espada estaría clavada a un lado suyo -P…Pero si no estoy a espaldas de una pared, ¿Q…Qué hiciste?- preguntaría Lucy -Mira por ti misma querida- le respondería con un tono algo perturbador. Lucy giraría su cabeza y aun en pie estaría uno de los emboscadores con la espada atravesandole el cráneo, dejando ver parte de los interiores de esa ajena cabeza, Lucy mostraría nerviosismo al ver como uno de los ojos se salía poco a poco de su agujero -Bien, ahora si son todos, vámonos- Laundry haría que la espada vaya hacia él, después de limpiarla se dirige con el resto de los soldados sobrevivientes. Lucy iría detrás de el aun en shock -¿Qué le pasa a Laundry…?- se preguntaría en su cabeza -El nunca mostraría esas conductas… y esos ojos… por los Dioses esos ojos… rojos como la misma sangre… y con líneas que lo rodeaban- ella miraría otra vez a Laundry. el aura parecía haber desaparecido.
Varios minutos de caminar llegarían a uno de los pueblos fronterizos -llegamos, bienvenidos a “永遠の春の町”, esperamos que aquí sea de su agrado antes de llegar a la capital- diría uno de los Soldados Leafeanos sobrevivientes -¿Qué mierda significa lo que acabas de decir?- Diría Laundry confundido -Es: El Pueblo de la Eterna Primavera, como puedes ver es por el calor que hace aquí- respondería Lucy, Laundry le daría las gracias mientras se quita su armadura -hace mucho calor aquí para tener esta cosa puesta, mierda- Todos los Leafeanos miraban al general muriéndose por los cálidos rayos del Sol, hasta que uno de los más jóvenes se le acerca -podemos… podemos darle una de nuestras armaduras, son cómodas y con ellas podemos soportar las altas temperaturas de por aquí y de la península de Penín- Lucy le hacia señas de que aceptara porque ella también estaba sudando mucho y se estaba quitando la armadura igual -Bien tomaremos las armaduras, pero que sea rápido, que no queremos estar desnudos aquí afuera por mucho tiempo- diría Laundry en tono de broma, los soldados nerviosos veían como Lucy se quitaba mas y mas su ropa, pero al volver a ver a Laundry empezaron a sentir miedo después de ver como sonreía de manera calmada pero emanaba un aura de terror extrema -¿…Qué estaban mirando…?- los soldados escuchaban esa frase salir de la boca de Laundry mientras temblaban, la mayoría se hecho a correr en busca de las armaduras mientras que unos pocos fueron a buscar unos cuantos carruajes para transportarse hacia la capital.
Lucy estaría tapándose con las prendas de tela de su armadura mientras que Laundry mantuvo sus ropas pero empezaría a ponerse la nueva armadura -hmm es ligera y flexible- diría con agrado -Ya entiendo porque ustedes son los más rápidos de la isla- los soldados mencionarían que la misma Reina los diseño, pero por ser tan agiles y ligeros no tenían tanta resistencia y protección -Pero al menos no apretara tanto mi pecho, la Eliziana es muy apretada, nunca consiguieron de mis medidas- diría Lucy aliviada -esta me encanta así que me la quedare, ¿ok?-.
En los carruajes había un silencio muy profundo, todos estaban muy serios y con algo de miedo, todos menos Lucy y Laundry, llegarían a la capital 3 semanas de viaje después.
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