Al pasar del rato, mientras se encontraban acostados, incluso Harry, quien permanecía con una expresión de molestia, se unió a imaginar formas en las nubes, dejando de lado su absurdo enfado con el mayor de los tres.
–Oigan ¿quieren comer algo? – preguntó Samuel amablemente
–Dijiste que no traías nada – suspiró pesado, el de cabellos castaños.
–No traigo comida, pero sí dinero, iré a comprar algunas frituras o algo ¿quieren?
–Yo quiero Doritos – Sonrió Luke alzando su mano.
–Bien, yo voy a querer unas papas de tarro
–Genial, iré a comprar y ya vengo – Samuel se levantó del suelo y se alejó lento de camino hacia una tienda no muy lejana. Estando allí compró todo lo mencionado antes.
Mientras, Luke y Harry conversaban, el menos intentando convencer a su amigo de que Samuel no era una mala persona y que seguro podrían llevarse bien, que le diera una oportunidad, a lo que este aceptó pues jamás pudo resistir la voz de petición que usaba el contrario.
Cuando Samuel volvió, le puso la venda en los ojos a cada chico. – Amarrenselas, para que se sientan y puedan comer bien – Sonrió abriendo las bolsas, para entregarle a cada uno la suya cuando ya estaban sentados. – Yo me compré los suflés, si alguno quiere, me pide – añadió antes de ponerse a comer.
–Samuel – dijo Harry, totalmente indiferente – Me… ¿me das un poco de tus suflés? – se encontraba avergonzado de pedirle algo a él, sobre todo porque hasta hace poco deseaba mantener la fachada de "me caes mal"
Samuel le dió suflés sin problema y los tres chicos se pusieron a compartir sus frituras.
Estuvieron hablando y riendo todos juntos durante un largo rato, los tres ya parecían buenos amigos, ya se conocían un poco pues estuvieron charlando sobre sí mismos.
–¿Ya se llevan bien? – preguntó Luke, quien estaba realmente feliz de que sus dos amigos pudiesen hablar fluidamente de forma tranquila.
–Tal vez– respondió Harry, de forma cortante pues realmente odiaba tener que admitir que Samuel no era tan desagradable como él creía.
Los tres chicos siguieron con su charla, estando ya 100% cómodos los tres. Al final de su linda salida, Samuel los acompañó al auto, guiandolos para que no tuvieran ningún accidente, ya sea tropezarse o algo, el mismo, los llevó a cada uno a su casa, dejando claramente primero a Harry, ya que no conocía la casa de este y porque deseaba pasar al menos un rato a solas con Luke.
Al ya haberse despedido del joven castaño, volvió a conducir el auto de camino al hogar de Luke.
–Luke… Creo que al inicio no le agradé mucho a tu amigo
–Tienes razón, pero es porque llevamos siendo solo él y yo toda la vida, solo está cuidando de mí –Dijo Luke con una linda sonrisa en sus labios
–Si… quizás sea eso, como sea, espero salir solo tú y yo la próxima – Él rió nervioso aunque no sabía el porqué pues nada había dicho o hecho para ponerse nervioso.
Se quedaron ambos en un silencio que los dos consideraron cómodo, así hasta que el auto se detuvo frente a la linda casa de las madres de Luke, quienes aún no habían conocido al tan mencionado nuevo amigo de su hijo, pero aún no les era algo realmente relevante.
Los chicos se despidieron de forma larga, tal como el día que fueron a la feria en su primera salida juntos, Luke entró, Samuel se fué y ambos permanecieron con una sonrisa algo tonta; mientras tanto, Harry en su casa solo esperaba a alguna señal de vida de su amigo, quien se la dió mucho tiempo después de que fuesen a dejarlo y así siguieron como si fuese un día cualquiera en que no se hayan topado.
[Perdón, no sabía cómo terminar el capítulo]
[Perdón 2 . La semana anterior no pude subir capitulo, asi que aquí tienen, dos de una jaja]
Samuel Peterson, es un chico que se opuso a mantener sus ojos vendados y también a obedecer al destino, un chico que no creía en el amor... Hasta que se encuentra con Luke Akerman, un joven que quiere encontrar a su verdadero amor, aquel que le haga quitarse la venda y que pueda amarlo por siempre.
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