Al llegar al cuartel, Carsten se dirige al edificio del General Wagner, el resto del equipo se queda a esperar. Tú tratas de quitarte de la mente a aquella niña, pudiste haberla salvado, te sientes un inútil… Jürgen toma tu hombro y te agita un poco -Tranquilo 6, no podíamos hacer nada… se cómo te sientes…- te dice para apoyarte -Tranquilo gigantón no le va a pasar nada grave- dice Edel en tono de broma. Jürgen sin pensar se le acerca quitándose el casco -6 tiene 17 años- Edel solo se le queda viendo a Jürgen -…Verzeihung, 6…- se escucha en un susurro apenas perceptible -así me gusta, jajajaja- Jürgen cambia de estar enojado a alegre mágicamente, tu solo sonríes.
Carsten sale del edificio y se dirige a un poste, todos en el equipo se ponen serios, a ti solo te da confusión “¿Qué está haciendo?” es la pregunta que se ocurre en tu cabeza. De repente escuchas la voz amplificada de tu comandante -ESTAMOS EN GUERRA, Z’TAR ACABA DE ATACAR ANTHEA, ¡¿ACASO ELLOS QUIEREN UNA GUERRA TOTAL?! SI ES NECESARIO ¡¿ACASO QUIEREN UNA GUERRA MÁS TOTAL Y RADICAL QUE CUALQUIER OTRA COSA QUE SE PUEDA IMAGINAR?! ¡AHORA, NUESTRO PUEBLO SE LEVANTARÁ Y HAREMOS QUE LA TORMENTA SE DESATE!- grita Carsten, todos en la base empieza a responder con una frase “zum Tod oder Sieg” tu los acompañas en su bulla, todos se dirigen hacia la Armería a tomar todo tipo armas, Carsten se te acerca para ordenarte que vayas con Joss a hacer reconocimiento en territorio Z’tariano. Antes de que te des cuenta ya están en unas colinas en zona enemiga, Joss va adelante -Cuidado 6… estas montañas son algo… peligrosas- antes de responderle se rompe un pedazo de la montaña a tus pies -cuidado… solo no mires abajo…- te dice -…- respondes -bien, sígueme, ya casi estamos ahí- llegan a un barranco y a los pies de el pueden ver un campamento Z’tariano -ten 6, los necesitaras- Joss te da una bolsa con munición -es una munición cónica… perforante… con eso puedes a matar un Roso (oso) con un disparo a la cabeza… pero son muy caras…- amarras la bolsa a tu cintura y te desciendes por la colina. Ves a un Z’tariano dormido, tomas tu cuchillo y se lo clavas en el cuello mientras le tapas la boca
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