Después de la Batalla de Kalksteinfalsen muchas batallas fueron ganadas, los populistas seguían retrocediendo a pesar del apoyo Ursso, la General Lucy siempre estaba al frente esquivando y cortando las balas, verla hacer eso era al muy elegante, se movía de forma tranquila y serena a pesar de lo que hacía en ese momento, entiendo el porqué de su apodo "La Belleza Asesina". Siempre dirigía a la victoria a nuestro ejército, junto con su hijo eran imparables, pero la siguiente batalla haría que nuestro ejército quede traumatizado por la crueldad de los populistas...

-Batalla de Höhepunkt der Liebe-

Esta batalla ocurrió en las montañas aledañas a la nueva capital Antheana, mucho más al norte que la capital original, al llegar hicimos un pequeño campamento para atacar a la mañana siguiente ya que las montañas además de frías son muy oscuras por la noche debido a niebla y lo espeso de los bosques. Yo estaba acostado junto a Zamora, ella es muy unida a mi desde que la rescatamos, pero aun la veo triste por su antigua dueña, cada vez que la veo cabizbaja le empiezo a lamer su pelaje y a frotarme en él, eso por lo menos la alegra. Pero esta vez no pude hacer nada, su tristeza aumento solo llegar aquí -Yo venía mucho con mi dueña aquí- dijo, su miraba tenía un brillo apagado -Emm, ¿t…te gustaría que te acompañara a caminar por el bosque? no me gusta que te veas así, quiero alegrarte, además puedes contarme más sobre tu dueña, tengo curiosidad Zamora empezaría a mover su cola -¿Quieres ir conmigo? H…Hay muchas que ver aquí, s…sí, vamos vamos, ven, te contare todo lo que quieres mientras te enseño los lugares- me dijo emocionada.

Acompañe a Zamora adentro del denso bosque, ella lo conocía tanto de día como de noche, igual llevábamos una linterna cada uno en nuestro costado, ella me conto que su dueña era una espía infiltrada que proveía de información al reino de Anthea sobre los planes de los populistas, yo me sorprendí, y me di cuenta de algo, ella me llevaba por el camino que ella y su dueña hacían, había flores y animales que nunca había visto en mi vida, eran muy bonitos, pero al ver a Zamora ella era aún más hermosa, su ojos me miraban de forma seductora y su cola me amarraba mi cuello, ella quería alejarme para hacer esto, ella se puso en posición yo con nervios empecé a montarla, esto fue hermoso, después de conocernos unos años ella me eligió a mi entre los otros perros, esta felicidad duro hasta que acabamos ya que vimos una luz ajena a la nuestra, apagamos nuestras linternas y nos escondimos en los arbustos, vimos que eran Urssos tenían un cuchillo y ropas Antheanas y Elizeanas, los oí hablar, me asusto mucho lo que dijeron -Tu acércate a la tienda de la maldita zorra de la general, quiero que cortes todo el cuello y si es posible mata también a su hijo, yo vigilare cerca de ti, ustedes dos cuando vean a alguien peligroso o que puede accionar la alarma lo matan- Eso me asusto mucho, pero tenía que ser fuerte, Zamora dependía de mi en estas cosas, debíamos avisar al campamento entero, pero no sabíamos cómo pasar desapercibidos, veía como se acercaban cada vez más, hasta que algo me dijo "ve, sálvalos a todos, mi pequeño bebé tú puedes, siempre puedes" mi ama, era la voz de mi ama, salí corriendo hacia el campamento -tu activa la alarma a todos en el campamento querida- le dije a Zamora, ella al verme correr y ser perseguido por esos hombres comenzó a llorar pero me hizo caso, yo seguía en el bosque dando círculos, volví al campamento al oír la alarma, pero, un dolor muy fuerte se sintió en mi pata, caí al no soportarlo más, le habían disparado a mi pata, me intentaba parar y correr pero sin tener una pata trasera no podía hacerlo, los hombres casi me alcanzaban, estaba bastante cerca del campamento así que prendí mi linterna y ladre con todas mis fuerzas, muchos soldados se acercaron a mí y los populistas retrocedieron, pero fueron rápidamente acribillados por los soldados, todos menos uno, ese seguía atacando a los soldados, yo trataba de moverme pero dos de los disparos impactaron conmigo, mi pelvis y mis costillas fueron destruidas, los soldados que me vieron se asustaron y algunos trataban de sacarme de ahí, pero ese populista, ese maldito populista era un puto persistente, Jonathan se presentó y mato al último populista cortando su abdomen y el me cargo y me llevo a la enfermería -¡Mamá! es Rojo, está perdiendo mucha sangre tenemos...- su voz se hacía más borrosa cada segundo, mi visión era completamente negra y de pronto... una luz tan brillante como la divinidad invadió mis ojos, era un puente, de un lado estaba una puerta con vegetación, nubes y tierra flotante, del otro una puerta roja con lava, fuego y sangre.

-Oh, eres un pequeño perro esta vez, que lindo eres, o dioses, mira tu cuerpo, realmente fuiste asesinado de forma dolorosa, pero no te preocupes, tu asesino se ira para allá señalando la puerta rojiza tú en cambio vendrás conmigo al Reino de los Dioses- me dijo una mujer desconocida -¿Quién es usted? ¿p-puedo hablar? ¿m…mi Reina, donde? ¿Z…Zamora?- yo reaccione preocupado -Tranquilo querido soy Ana, tal vez me conoces, soy la primera reina de lo que hoy es Anthea, ella está bien, cuida de la pequeña Ana, ella espera a tu regreso, pero, mira, le llego una carta- La antigua reina señalo al vacío del mundo y ahí vi a la ama, recibió una carta de la General Lucy y de Jonathan, ella leía la carta en silencio enfrente de sus amigos reyes -¿Y qué dice Lucy? ¿todo está bien?- pregunto Leaf, la reina empezó a llorar y salió corriendo por el pasillo, Star y Black fueron por ella, Eliza agarro la carta y la comenzó a leer en voz alta

“Anthea, me temo que Rojo, tu amado Husky, no soporto las heridas que le hicieron los populistas, falleció esta misma noche a las 8:56:12, puede que esta carta te llegue a las 9:30 talvez 10:00 de la noche del día siguiente si todo va bien, todos aquí en el campamento estamos de luto por Rojo, pero, si no fuera por él, nosotros estaríamos muertos y probablemente perderíamos lo que hemos estado avanzando, él es un verdadero héroe, cuando podamos te enviaremos su cuerpo, con sus medallas correspondientes, debes estar orgullosa... lo siento tanto

-Lucy Kiriguyo, General al mando de la guerra contra la Anthea Millahísta

PD: Soy Jonathan, Zamora quiere irse de aquí con Rojo, parece que no lo dejara solo, está demasiado triste, no puedo permitirme perder a otro perro, así que regresare a todos tus perros contigo, te veo pasado mañana al medio día Anthea, perdón…

Eliza derramaba lagrimas al igual que Leaf, cuando Black y Star volvieron se enteraron y abrazaron a las reinas ahí presentes, yo devolví la mirada a la antigua reina, me sonrió -¿nos vamos? seguro que tienes curiosidad de conocer a todas las predecesoras de Anthea, ¿no es así?- Yo el capital cayo, ese mundo es hermoso, muchas personas estaban ahí, pero yo quería conocer a las antiguas reinas de Anthea, mi vida talvez haya terminado, pero esta guerra aun no acaba, todos los días miraba por el puente para ver el transcurso de la guerra, después de dos meses la capital cayo, yo estaba alegre, pero me alegre aún más al ver a Zamora, su barriga era grande, parecía que estaba a punto de dar a luz, la ama, estaba muy junta a ella, la cuidaba mucho... Todo esto es raro y bonito, no sé dónde empezar, seré padre y soy un héroe estando muerto... demasiado raro, ¿No crees...?