Mientras desayunaba la mañana siguiente, fui capaz de encender el televisor en un instante. Sí, esto significaba que no lo desconecté como debía de hacerlo. Ha de haberme visto comer mi cereal con algunas rodajas de frutas. ¡Así es como ni siquiera mi dieta está segura! No importa.
He aquí mi primer o tercer error según su punto de vista, la caja negra maligna me escuchó proferir muchas palabras altisonates en contra del Príncipe Hamlet. No las mencionaré aquí como una medida para prevenir que los viejos censores golpeen a mi puerta en cualquier momento. Por cierto, mis queridos censores, ¡son los mejores! ¡Gracias por trabajar tan duro! EN SERIO lo aprecio…
Lo olvidaba. ¡Eres un bastardo, Slime Face! Odio tus canciones, detesto tu mismo tono de voz desafinado. ¡Eres un verdadero imbécil! Mereces que te ejecuten los insurgentes. Para serte completamente sincero, ¡eres una verdadera plaga! ¿Qué estás esperando? ¡Ven aquí y ten una dosis de mi sandwich de nudillos, condenado estúpido! Tú, hijo…
Algo captó toda mi atención, ¿qué podría ser? Veamos, es mi confiable celular. Permítanme leer mis notificaciones más recientes. ¡Guau! Hay un montón, más de lo que he recibido jamás en un mismo día. Por citar unos ejemplos, me gané un viaje a Bangalor, pero no recuerdo cuándo exáctamente fue que envié algún voucher o tiquete a alguna parte. Increíblemente sospechoso. Eh, no, nunca he solicitado una segunda tarjeta de crédito. Chicos, primero déjenme terminar esto. De seguro me tomará algunos minutos, ¡así que sigan en sintonía!
Ya terminé. El único SMS relativamente importante que hallé hasta ahora fue enviado por un anónimo. Decía: "Recibimos tu mensaje. Lo hicimos y ya nos hemos percatado de que nos la jugaste bien buena como para engañarnos al afirmar que odiabas a un tercero cuando en realidad te dirigías a Su Majestad el Príncipe Hamlet”.
¿¡Pero qué demonios de hielo!? ¿Cómo podrían saber algo de este capítulo recién estrenado? ¡Rayos no! ¡No se traguen su historia tan turbia! Nunca admití ni admitiré que ellos tienen la razón. El hecho es que jamás cometí semejante crimen. Desde entonces sospechoso seriamente que mi quejumbrosa Jennifer me está gastando una broma, de hecho una oscura y malintencionada. Así que mejor confirmo mis sospechas de una vez o si no…
—¡Ey, ey! ¿Cómo está mi bromista favorita esta cálida mañana?—le escribo de inmediato.
—¡Imbécil!—mi chica me llama desde el fondo de su corazón eternamente dulce.—¿Cómo te atreves a llamarme bromista? ¡Ahora te comerás esa asquerosa carne sintética Portals que venden en Walred's y beberás café descafeinado por los siguientes meses! ¿Y quién dijo que estaba caliente? ¡Está jodidamente frío, pendejo!
Cuarenta y cinco minutos después todavía no puedo conectar ese mensaje aterrador a ninguno de mis contactos. En la calle la temperatura está lo suficientemente alta como para salir sin chaqueta o abrigo. Deben saber que una gota fría de sudor cae mientras recorre mi rostro confundido a un ritmo muy lento.
Estoy sentado en mi sofá ahora, un cuervo acaba de graznar y de colocar una lata de cerveza Cold Omen en la mesa. Sí, es la misma marca que la que encontré anoche en mi refrigerador. Para mi alegría la tomo como forma de distraereme pronto de mi paranoia. ¿¡Acaso dije que ese condenado cuervo es ahora mi asistente!? ¿¡Pero qué carajos!?
No hay manera evidente de que ingresara en mi apartamento por su cuenta. Todas las ventanas estaban cerradas luego de que me cansara de esos pajarracos tan molestos. Ahora está claro que debí de encontrar la manera de espantarlos lejos de aquí pero que solo funcionó por unas cuantas horas. Just ahora estoy revisando los cerrojos y todo parece estar normal. ¿¡Es este cuervo acosador algún tipo de hechicero antiguo!?
Mi puerta principal también está bastante activa, alguien llama. No he sido capaz de lidiar adecuadamente con esa locura de plumas negras, aún así el ruido me obliga a abrir la puerta y ver qué pasará después. La persona tras ella es una chica scout. Al mismo tiempo me llegó un presentimiento de que hay algo que me estoy perdiendo, pero no podría decirles qué cosa es por el momento.
—¡Cra, cra!—grita el monstruo con forma de cuervo mientras ataca a la chiquilla con su fuerte pico sin motivo, bueno, según mi humilde opinión.
—¡Ay, ay! ¡Cuervo estúpido!—la scout desesperada pega el grito antes de partir seguida por el ave.
Me atraparon, cerré la puerta cuando ellos estaban luchando entre sí, je, je. No, no me siento mal por ello y nunca lo haré. No puedo dejar de repetirlo, yo Fred nunca lo haré. Ese cuervo bastardo se lo merece, tal criatura jamás debió meterse en mi apartamento por la noche.
Densetsu no Gema también conocido como la Leyenda del Gamer, casi olvido que tengo una cita allí a las once. No, no es lo que piensan, no estoy engañando a mi amada Jenny. Para nada. Bueno, algo así. Es complicado como siempre, ya saben. No hay manera de que les diga que quiero romper con ella, lo que sucede es que soy libre de hacer nuevas amistades.
Esa arcadia, cuyo dueño es un raro japonés, parece ser el mejor lugar para empezar. Ofrece bastantes juegos clásicos al igual que muchos estrenos y de veras que debemos probarlos todos. Claro que solo el tiempo diré lo que ocurrirá luego en ese negocio. Cabe agregar que su amigo Jake hará de nuestro chaperón, no queda duda al respecto. ¡Maldito aguafiestas!
—¡Sí! ¡Jake acaba de confirma que nos acompañará!—mi amistosa compañera me contó, lo que me hizo sentir desanimado por decir lo menos.
Iré al baño a ducharme, no sin antes hacer que mi estéreo clásico toque algo de power metal. Mis personajes favoritos de la saga de aventuras “Buscando un Punto de Guardado” de seguro amarían esas canciones. ¡Sí, nena! ¡Hagámoslo!
Fue refrescante sin duda. No negaré que necesitaba desesperadamente ese duchazo y la música desenfrenada también. ¿Eh? Suena el timbre, me pregunto cómo esa persona conseguiría activarlo. Verán que yo odio ese falso campanazo como ninguna otra cosa en toda mi vida. ¡Cómo sea! Supongo que iré a abrir y ver de quién se trata.
—¡Hola Fred!—mi nueva amiga Vanessa la candente me saludó.—¿Estás listo para bailar? ¡Porque yo sí que lo estoy, carajo!
—¡Oh sí! ¡Estoy muy seguro de eso!—le respondí entonces.
Para serles sincero, mis amigos virtuales, esa chica de veras me gusta. Ella no es delgada precisamente y con todo eso ¿qué hombre necesita a un esqueleto andante así como cita? Ella tenía curvas suficientes como para mantenerme interesado por bastante tiempo. Si Vanessa fuera un postre, sería un tiramisú. Complejo pero bien mezclado, ¡simplemente fantásticos! Saben, no es como que pretenda ser un experto en platillos.
—Muy bien. ¡Partimos ya, mi compa!—mi invitada sugirió con firmeza.
El viaje no estuvo mal, conseguí que se riera y ahora la tomo de su tierna mano. Todo marcha de lo mejor por así decirlo, hasta que finalmente Jake nos interrumpe como el imbécil que es. Sí, lo conozco y no hay una buena razón por la cual vaya a ser mi amigo. Es un maldito comunista. Puedo soportar a un socialista pero ¡no a un comunista! Verán que los comunistas nos harían perder todos nuestros queridos videojuegos tan entretenidos. Así es como creo que él es otro hipócrita más.
—Será genial, jugaremos muchos juegos divertidos, aunque nunca jugaríamos Castle Wolfenburg—el comunista muestra su verdadero rostro en un parpadeo. ¡Habrá registrado un nuevo récord mundial!
—Bien, jugaremos una sesión multijugador de Castle Wolfenburg desde el inicio!—mi cariño exclamó, lo que me impresionó de inmediato.
—¡Sí chicos, uno de tiroteos suena magnífico!—me veo forzado a decir en este momento.
Nuestro viaje llega a su final al pararnos frente a Densetsu no Gema, un lugare con un rótulo grande y moderno con buenos colores. Otros clientes ser ríen a carcajadas, otros comen perros calientes o hamburguesas. Sospecho que aquí podremos hacer casi de todo y divertirnos como nunca.
—Señor, deber permitirme que use este aerosol en su nariz si desea ingresar en este negocio—el guardia nos informó con severidad.
Vanessa y yo estábamos muy confundidos, ¿por qué necesitamos que nos esparza un líquido misterioso por todas nuestras caras? Suena absurdo y muy irrespetuoso desde un inicio. No había tal necesidad de molestar así a los clientes.
—Tal parece, chicos, que es un nuevo protocolo de seguridad—Jake tenía la explicación—que implementaron desde mi última a este lugar.
Nunca había dejado de bloquear mis avances que de otro modo habrían terminado en la conquista del corazón cálido de ella y ahora no duda en darnos tales malas noticias. ¡Cuán a destiempo lo haces, Gusano Jake!
—¡Eso no es lo suficientemente bueno para justificar sus asquerosas demandas!—dejé mi posición muy en claro.—Estamos bien como estamos. Señor. Ahora entremos, chicos.
Obviamente el guardia no nos deja ingresar del todo y nos ponemos impacientes. No lo soporto más, lucho contra él y tomo su lata de aerosol. ¿Adivinen qué? La uso en su contra, je, je. No, no le gusta la sensación en lo absoluto.
—¡Eso es justo lo que te merecías, payaso!—le grité.
Parece que mi gesta no pasó desapercibida por mucho tiempo. Una empleada se aparece ahora, veamos si podremos resolver esto en un tiempo prudencial. Tengo la esperanza de que nos olvidaremos de toda este lío del aerosol gracias a ella.
—¿Qué sucede aquí, Bud?—la dependiente le pregunta.
Estoy tan cabreado por su explicación tan patética del tema en cuestión que no lo escribiré aquí. Después de todas esas mentiras realmente dudo que la joven nos vaya a ayudar. ¡Con un carajo!
—¡Qué raro!—expresó la empleada.—Esto solo es necesario si van a entrar en las cámaras. El resto de nuestros queridos clientes pueden ingresar en el local así no más. Déjame llevarme el aerosol de vuelta al mostrador.
¡Gracias, señorita! ¡Nos alegró el maldito día! ¡En serio lo digo, dulzura!
—¡Pero no usted, señor!—la mujer ordenó.—Me temo que es una verdadera amenaza y no lo podemos dejar entrar.
—¡Ey! ¡Eso no fue mi culpa!—debía de hacerla comprender esto de algún modo.—Este aprendiz de guardia pretendía forzanos a pasar por algo que ¡no se suponía que ocurriera desde un principio!
—Basado en lo que atestigüé, no puedo decir que usted se comportará durante su estancia—la señorita que ya no me hace mucha gracia me dijo mientras me decepcionaba profundamente.
—Si dejan de presionarnos para aceptar por la fuerza un tratamiento experimental como ese—su servidor de veras le aclaró.—puedo garantizarle que estaremos bien. Además el guarda nunca trató de aplicarle el aerosol al chico de allá por razones que desconozco. Así que creo que los motivos del hombre con placa eran puramente personales.
Por unos instantes ella revisó la lata y su rostro ahora está cambiando un poco. Supongo que trata de ocultar que toda esta situación es un embrollo desde el primer momento. No me sorprende, su insistencia era bastante sospechosa desde entonces. Pueden percatarse de que estoy muy seguro de esto.
—OK, ¡hagamos esto!—la dependiente por fin se decidió—Ahora solo déjenme colocarle el sello en el anverso de la mano, señor.
—¡No, no en la mano derecha!—tuve que quejarme—Tome mi izquierda si gusta.
—¿Por qué le dijiste eso, Fred?—inquirió una Vanessa ignorante.
—¡Por favor sé cuidadosa y sigue mi ejemplo, cariño!—le recomiendo—Después habrá tiempo para darte todos los detalles.
Así es como ambos obtuvimos nuestros sellos fosforescentes. En el caso de Jake su marca está en su mano derecha, justo donde un perdedor como él la necesita. ¡Ja, ja!
Pffft, aquí tengo otro de los mensajes de texto de Jenny, mejor lo leo antes de que ella comience a quejarse de todo, no sin culparme de alguna conspiración desconocida por mi tardanza.
—¡Cuídate de los comunistas! ¡Van tras tus niños! ¡Mantenlos seguros!—clama su texto.
Discúlpenme, necesito toser por un momento. Han de hacer memoria de cuando les advertí que ella era una verdadera demente y que preferirían no enfrentarla, ¿no es verdad? Esta vez creo con toda certeza que no tenemos evidencia de ello y que Jake es solo un idiota que no pudo planear algo tan complejo aun si le dieran un millón de años solo para eso. Ah y el cuervo grazna… otra vez.
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