A la mañana siguiente, en cuanto su reloj biológico le indicó que era hora de despertar, Luke abrió lentamente los ojos mientras estiraba su cuerpo, haciendo tronar algunos huesos, posterior a esto se levantó, entró a su baño y comenzó la rutina diaria en un día sin clases. Cuando ya se había cambiado de ropa, volvió a tirarse sobre la cama, tomando su celular y cambiando su foto de perfil en la app de chat, poniendo esta vez una foto de su peluche de ballena, el cual tomó y abrazó con fuerza ocultando su rostro en este. a, ya que en realidad no se sentía muy bien desde la horrible cena del día anterior. Mirò a su derecha, viendo su celular anteriormente dejado sobre la mesita de noche, se quedó mirándolo sin hacer nada, cuando de repente vibró, asustando al joven entristecido. Luke tomó su celular, notando que el mensaje era de Samuel, lo cual le sorprendió, ya que aún no pasaba de medio día. «supongo que ya debes estar despierto ¿estás bien? Lo digo por la cena y todo lo que pasó.»
Al ver aquel mensaje, el joven rió levemente al pensar en que el mayor se había despertado temprano solo para poder preguntarle si estaba bien.
»Estoy bien, no te preocupes.
Aunque creo que yo debería preguntar si estas bien, por lo de mi madre y el cómo te trató.»
Luke respondió con solo esos dos mensajes esperando unos segundos hasta que algo más llegó a su mente.
«Mejor… lo siento, lo siento por todo lo que mi madre te dijo, por todo lo que tuviste que soportar ayer, ella es así siempre, yo no quería traerte, pero mamá Alya me lo pidió, creí que sería diferente, pero no…»
envío aquello, preguntando a la nada misma si lo que hizo era lo más adecuado, pero como fuese, ya no importaba, el mensaje había sido visto, ya no había vuelta atrás. El chico esperó y esperó, pero no recibía respuesta alguna, cosa que comenzó a asustarlo.
Alguien tocó a la puerta y una dulce voz se pudo oír.
-Lukie, cariño, es hora de desayunar - era claramente la voz de Alya
-No tengo hambre, comeré más tarde
-Pero querido, te hará mal si no comes a tus horas - habló preocupada tras la puerta, sosteniendo la bandeja que tenía el desayuno de su hijo
-Pero no quiero comer no estoy de humor para hacerlo
Ella supuso, y lo hizo bien, que su hijo se encontraba de esa forma por todos los acontecimientos del día anterior aunque no estaba segura de cuál de todos ellos.
-Está bien, pero en cuanto te de hambre, avísame ¿si? y no estes todo el día sin comer, solo esta vez se te permitirá saltarte el desayuno - sin más, la mujer se dio media vuelta y bajó nuevamente las escaleras con la bandeja en las manos, la cuál, para no desperdiciar el alimento, usó para su propio desayuno.
Pasaron un par de minutos, y finalmente un mensaje llegó al celular de Luke, lo abrió rápidamente y leyó
«Luke, no te preocupes por lo que pasó, lo entiendo mejor de lo que crees, todos los padres… o madres son así, ella solo quiere lo mejor para tí, le mostraré que yo puedo serlo <3»
Al leer eso, Luke sonrió, aunque no estaba del todo seguro que Samuel realmente entendiera la situación, le alegraba que no se sintiera mal, que no lo odiara y sobre todo que aún quisiera ser su amigo; aunque, al releer el mensaje sintió que aquello sonaba como lo típico que decían en las pelis románticas cuando los padres de la chica o chico no aceptaban a su pareja; claramente ante aquel pensamiento sus mejillas se pintaron de un color rojizo bastante intenso y notorio gracias a su pálida tez, sus labios se posicionaron en una sonrisa algo tonta y sus ojos brillaron suavemente.
Samuel en su casa, solamente pensaba en lo triste o simplemente mal que se sentía su amigo debido a lo sucedido y esperaba poder hacerlo sentir bien de alguna forma, por ello decidió invitarlo a su casa, esta vez, especificando que era solo a él, sin ninguna compañía extra.
Luke claramente aceptó, aunque antes de ello salió de su habitación, con la venda puesta a la rápida y buscó a su mamá Alya, a quién le pediría permiso para salir, específicamente a la casa de Samuel; la mujer aceptó sin pensarlo dos veces, incluso dijo que ella podía llevarlo, solo debía avisarle a Diana.
-No, no puedes decirle a ella, por favor - pidió Luke con un pequeño puchero en sus labios, él jamás le ha mentido a ninguna de sus madres, ni pensaba hacerlo, solo esperaba no decirle nada al respecto, cosa que estaría difícil, a no ser que la hora de su salida de casa sea durante algún turno de trabajo de la mujer. Con esto en mente, rápidamente fué a buscar su celular, quedándose en su habitación para poder especificar con el mayor una fecha y hora determinadas; al hacerlo pocos minutos después, Luke comenzó a calcular las horas en que trabajaba su madre, para poder saber si se toparía con ella de salida o al regresar, pero afortunadamente, si sus cálculos estaban en lo correcto, no deberían topar en ninguna de las dos.
Comments (1)
See all