-Mmm, Ahhh.
En ese momento era esclava del éxtasis.
-Vamos...dímelo, ¿te gusta más ahora?, ¿por qué desvías la mirada?, quiero ver cada una de tus expresiones. -Los dedos de Cass danzaban dentro de mí, a un ritmo bravío. – Oh mi diosa seductora.
Miré a Cassian roja de vergüenza, mordí mis labios tratando de controlar cada uno de mis gemidos, pero era inútil controlarlos ellos tenían vida propia, cuanto mas profundo danzaban sus dedos mis gemidos se volvían mas intensos.
-Cassian alto...yo. - Los dedos de Cassian comenzaron a moverse más rápido saliendo y entrado, frotando cada vez mas rápido. -Ahh Ca...Cass.
-Si querías parar entonces no hubieras insinuado tu escena tan obscena y lujuriosa, ¿sabes lo que fue para mí ver como disfrutabas tu sola, conmigo en tu mente?, saber que era yo quien hacia tus traviesas fantasías realidad...uhh quería saltar sobre ti. Con mucha vergüenza mordisqueé mi labio inferior, ni siquiera fui capaz de ser consciente de el paso que estaba abriendo cada vez mas en mis piernas, gracias a su deleitosa estimulación apreté los dedos de mis pies sintiendo todo el deseo de mi Cass.
Mirando con suplica el rostro de Cass hizo caso omiso a mis suplicas, la cantidad de sus dedos aumento y me penetraron estimulando mis entrañas, sus deseables dedos se hundían cada vez que reprimía un gemido, mi monte Venus estaba extasiado y sensible al maravillo clímax de Cass. Cassian beso mi barbilla, luego mis hombros y así cada punto débil de mi cuerpo, cada punto donde sabía que me hacía temblar, al volver nuevamente a mis labios los beso recorriendo mi boca despacio y succionando todo mi sabor, mordió mis labios jugueteando y sonriendo conmigo, mi pecho subía y bajaba en cada movimiento de dedos, beso amorosamente mis hombros y abrazo mi cuerpo suspirando entre besos. Cass levanto poco a poco mi vestido hasta que fui despojada de él, mi respiración se volvió pesada al ver cómo Cass me observaba de arriba abajo y soltaba un suspiro de complacencia, deslizo sus manos hasta el dobladillo de su camiseta, y en un abrir y cerrar de ojos se deshizo de ella. Mi cuerpo se puso rígido al ver como desabrochaba sus pantalones, dado que esta sería la primera vez de Maia, ¿me dolería?, seguramente, el cuerpo de Cassian cayó sobre mi desnudo pecho. Algo duro y pesado se deslizo sobre mis desnudas piernas, mi cabeza se sacudió al sentir tal tamaño, el calor me invadió y un hormigueo crecía debajo de mi cada vez más difícil de aguantar.
-Cass, espera yo soy...-Cassian silencio mis palabras con un voraz beso.-Tshh Maia, no pasará nada lo prometo...solo relájate.
Algo duro y grande empujo mi cuerpo hacia arriba, sentía como entraba en mí, suavemente sin querer lastimarme. Mi respiración se detuvo al sentir una molestia que si al principio fue incómoda comenzó haciéndose un poco mas inaguantable.
-Ahh no Cass espera...-me quejé incomoda, Cass por su lado besaba dulcemente mis labios.-Dejará de doler, tranquila...solo respira...mírame. – Centré mis rubíes rojizos en la mirada salvaje de mi amante. – Respira...mírame. -Ah medida que seguía entrando y moviéndose, el dolor disminuía, una sensación de satisfacción y placer me llenaba poco a poco.
-Ahh es grande. -Cass no pudo evitar soltar una pequeña risa. – Huu...ahh, Cass se...se siente bien...-Cass sonrió de manera egocéntrica y siguiendo mis deseos cambio la intensidad del movimiento de su cuerpo.
- ¿Ahora estas bien verdad? ¡Ahhh!, ¡Si!, hmm estas algo estrecha.
Después de unos movimientos más Cass se sintió mas salvaje, sentía una sed desenfrenaba queriendo beberme en cualquier momento, arañe sin darme cuenta la espalda de Cass gritando cada vez mas fuerte de deseo, Cass devorando mi boca deslizo su lengua inspeccionando cada lugar.
Entretanto Cass respiraba mi aroma, nuestro encuentro intimo se hizo mas suave y ligero. Para nuestra sorpresa como si no pudiera ser mejor, fuegos artificiales iluminaron el cielo recordándonos que la media noche había llegado.
-Este ha sido el mejor festival de mi vida.
sin dejar de mirarlo susurré entre sus labios mis sentimientos hacia esta noche.
-Quiero que dure toda la noche.
Me devolvió mi ansioso príncipe, y de ese modo, entre besos, suspiros, gemidos, jadeos, y risas seguimos entregándonos solo por esta noche a nuestro seductor deseo. Solo por esta noche hazlo bien, ese es mi hombre.
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