Ustedes tres están listos para su primera misión. Tendrán que ir solos, si ninguno de los maestros.
Nos ha llegado una nota pidiendo ayuda. Hay un pueblo cerca de aquí llamado "Baroque" dónde los habitantes son molestado por una pandilla de duendes. Está pandilla vive en un bosque cercano al pueblo, les gusta esconderse debajo de un puente y atacan a los mercaderes y a todo aquellos que lo crucen. Roban y saquean todo lo que esté cerca.
Las personas del pueblo pidieron nuestra ayuda para deshacernos de los duendes. Está misión será su primera prueba, los duendes no son tan peligrosos como otras criaturas.
El pueblo está a unas horas en caballo. Vayan con cuidado y LUX ET VERITAS.
Los tres aprendices llenos de incertidumbre se dirigieron al pueblo. El temor y el nerviosismo los consumía, está sería su primera misión y una gran prueba de lograr cumplirla se convertirían en cazadores.
-Miren allá a lo lejos, ese es el pueblo, miren el puente. Deberíamos entrar y hablar con su líder así tendremos más detalles sobre los duendes: Dijo Emily.
Daniel respondió: - ¡si vamos!
-Está misión será muy fácil, solo son duendes. ¿Qué puede salir mal?- dijo Adriano.
Al cruzar el puente se percatan que bajo él no hay nada, no hay rastros de ningún duende.
-Bajo este puente no hay nada, no hay rastros de duendes; dijo Daniel.
-Sigamos hacía el pueblo; dijo Emily.
Llegaron hasta el pueblo y preguntaron a un grupo de personas por su líder, le respondieron señalando un edificio, "Por allá está nuestro gobernador, pero que se les ofrece".
Emily responde "Venimos para solucionar el problema con los duendes".
-¡Vaya! Todos los estábamos esperando, ojalá que puedan ayudarnos; dijo uno de los ciudadanos.
-Trataremos de hacer lo mejor posible, dijo Daniel.
Entraron al edificio y preguntaron por el líder. Un hombre algo mayor les respondió diciendo ser el alcalde del pueblo.
Se presentó y dijo; - Mi nombre es Saturnino Segundo y soy el alcalde del pueblo. ¿A qué han venido?.
Emily responde: "Somos cazadores y venimos para solucionar el problema con los duendes".
-¡Vaya!, llegan justo a tiempo, si solucionan el problema les pagaré; dijo Saturnino.
-Pasamos por el puente pero no había nada; dijo Emily.
-No siempre están allí, cambian de escondite, luego de robar se esconden en el bosque; Dijo Saturnino.
-Entonces debemos atraerlos hasta aquí y luego atraparlos; dijo Daniel.
Emili responde; "Creo que tengo una idea, consiste en dejarles un botín muy llamativo, recolectamos una cantidad de oro y joyas preciosas las acumulamos en un lugar y esperamos al anochecer. Los duendes robaron las joyas y sigilosamente los seguimos hasta encontrar su guarida".
-Debo confiar en ustedes así que reuniré algunas cosas de valor y las dejaremos cerca del puente y esperaremos; dijo Saturnino.
Esperaron hasta el anochecer y de la oscuridad se comenzó a ver unas siluetas que se acercaban al botín. Los cazadores se acercaron sigilosamente al puente. Con la poca luz que había se podía distinguir un poco las siluetas. Lucian como personas pequeñas.
Los duendes agarraron lo que podían y comenzaron a correr hacia el bosque. Se asombraron de lo sencillo que fue robar está vez, no habían personas que atacar ni guardias de quién escapar.
Mientras corrían dejaban huellas en la tierra y rastros del botín que se les caía.
Daniel y los demás siguieron el rastro y los llevaron a un bosque cerca de la ciudad.
Caminaron y caminaron hasta encontrar una cabaña. Al entrar descubrieron el botín y a los ladrones. Había una familia de duendes, algunos más viejos y otros más joven, había mujeres y sus crías. Robaban para cambiar el botín por comida, armas u objetos de necesidad.
Adriano tomó su espada y sin pensarlo asesinó a toda la familia de duendes. Metió las cabezas en una bolsa para llevarlas de evidencia.
Daniel se sintió mal por la falta de empatía de Adriano. Daniel cuestiona sus actos pero Adriano la responde que actuó de manera correcta y como cazador debe acabar con todo tipo de criatura que atente contra las personas.
-Pienso que te has excedido, habían mujeres y niños; dijo Daniel.
-He hecho lo correcto; dijo Adriano.
Daniel sintiendo disgusto decide continuar la misión y llevar el oro y el trofeo de regreso al pueblo.
Al llegar al pueblo Adriano dijo, "Aquí les traigo el oro y las cabezas de los duendes, hemos cumplido con el trabajo".
Saturnino respondió, "¡Eugh!, ya ví suficiente aparta esa bolsa de mi vista. Ya que cumplieron con su misión, les daré la recompensa que les prometí y pueden quedarse hasta que amanezca"
Al día siguiente los tres cazadores regresaban a casa con sus recompensas.
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