Si, pero nunca había visto a un caballero tan irresistiblemente bien parecido como ese, uff ojalá tuviera alguien así como prometido haha. – parloteaban entre risas.
Al escuchar la conversación de esas chicas mi sentido de la audición se distorsiono, ¿ese granuja volverá a pasearse por aquí? No, no lo creo...aunque si no hay encontrado a Charlize probablemente lo haga. Por otro lado, el comentario de Lucía también helo mi sangre,¿embarazada? No eso sería imposible, el destino no puede jugar de ese modo conmigo, pero...no, no si fuera así Cassian sería el después de todo el hombre perfecto.
-Maia no crees que deberíamos buscar a un mago ¿él podría saber incluso desde ahora si lo estas?, con un doctor tendríamos que esperar algunos días.
Lucía y Renee seguían preocupadas por mi expresión.
-Un mago por supuesto nos cobraría con monedas de plata, pero bueno yo tengo una moneda de plata guardada, ¿Cuántas tienes tu Renee?
Estas chicas deben ser estúpidas, ¿Por qué van a gastar tanto solo para que les digan que están equivocadas?
-No estoy embarazada y nadie visitará a ningún mago.
Mientras seguía pensando que tan estúpidas podrían ser estas chicas, mi vista se centro en una persona encapuchado, por un momento recordé a la persona del festival con la que choque, el dueño de la pluma, oh por dios, ¡la arrojé junto con mi vestido?, de todas maneras ¿debería disculparme por lo de la pluma?, Agh solo espero que no fuera tan costosa, ¿estará aquí buscándola?, separé a mis amigas de mí y mientras mentalizaba lo que iba a decir, toqué el hombro de la persona con capucha, parecía estar viendo la zona del mercado, al darse la vuelta salude amistosamente pero preferiría no haber hecho eso. Ese hombre de cabellera rubio canario, de estatura alta y ojos amatista nunca debió cruzarse conmigo, el príncipe de Macemoor estaba frente a mí.
-Ahh discúlpeme, lo confundí con alguien más.
Me alejé apresuradamente de él, caminé con la mirada firme a mis amigas, una vez con ellas respire profundamente.
- ¿Estás bien?, ¿Quién era esa persona lo conocías?
Me interrogó Lucía.
-Ah no, yo lo confundí con alguien, una persona con quien tropecé ayer por accidente, extravió algo y pensé que podía devolverlo.
O inventar una escusa para evitar decir que lo perdí.
-Pues entonces explícaselo a él, porque está detrás de ti. – Me giré temerosa de lo que había hecho.
-Bueno te hayas equivocado o no, considero que por educación al menos deberías dejarme decir hola o, no te preocupes, ¿no lo crees?
Cruzó los brazos en su ancho pecho dedicándonos una refrescante y sincera sonrisa. Por no hablar de sus prefectos y musculosos brazos.
-Lo siento señor, mi amiga tiene la cabeza en otro lado esta mañana, de pronto se le olvidan los modales.
Renee y Lucía sonrieron devolviéndole el gesto.
-Ah realmente lo siento, fui una maleducada. ¿señor acaso usted es nuevo por aquí?, miraba el mercado admirado.
Curioseé inocentemente.
-Si bueno algo así, solo estaba de pasada siempre es importante conocer como vive la gente de todos los lugares. Wow ¿realmente la historia describía al príncipe tan guapo?, creo que nunca escuche a Charlize expresar los buenos atributos del príncipe de Macemoor.
– Dime ¿Qué es lo que venden ustedes?
Pregunto realmente curioso.
-Oh si estas de paso deberías llevar material para cocinar después ¿Qué harás si te quedas sin comer?, pero no tienes de que preocuparte yo vendo los mejores huevos fresco de todo el mercado de Leonsiah, piénsalo, estar una cálida fogata y de repente un delicioso olor de unos sabrosos huevos cocinado con algunas especies, ¿no suena sabroso?
El chico entretenido por mi buen marketing comenzó a carcajearse, Lucía, Renee y yo lo miramos sin entender cual era el chiste.
-Lo siento hahaha, fue muy divertida, pero a la vez muy dulce tu oferta, pero debo admitir que esa fabulosa y bien pensada recreación me abrió el apetito, tal vez esta tarde haga una fogata, supongo que llevaré la...
Me miró pregunto la cantidad de huevos a vender.
-Ah, se venden por docenas, también puede ser media.
Recomendé como vendedora.
-Esta bien, llevare la docena, tengo muchos eh...amigos creó, a mi cargo seguramente también tendrán hambre.
Lucía metió los huevos a la bolsa café de papel, me la dio para entregársela al chico guapo de enfrente.
-Serán solo 10 Dialias.
Dije amablemente, el chico saco de su bolsillo una moneda de plata y me la entrego, al verla Lucía y Renee corrieron hasta mí viendo la moneda.
-O... Oye disculpa pero que te has equivocado, solo son 10 dialias.
El hombre mostro unacara de sorpresa y diversión.
-¿De verdad? Oh vaya, ¿pero que debería hacer no tengo cambio?, esta bien supongo que puedes quedarte con ella.
Me quede anonada.
– Considéralo como un pago por la buena forma de vender.
Retirando la moneda de plata de la mano de mis amigas la devolví.
-Mi trabajo es vender, por supuesto tengo que buscar estrategias para hacerlo, si me das esto pensaré que tienes lastima por mi trabajo, yo te cobro lo justo y tu me pagas lo justo.
¿Qué se cree este chico?, ¿acaso esas son tácticas para hacer amigos?, solo esta mostrando lo estúpido que es al regalar dinero que por supuesto no gana él si no la gente.
-Cielos, si que eres algo dura, pero ¿Qué debo hacer? En verdad no tengo mas que eso.
El chico me miró pensativo.
-Tengo una idea entonces quédatelo como garantía hasta que volvamos a encontrarnos, entonces podré pagarte lo justo y tú me regresaras la moneda, ¿es lo justo no?.
Este chico de verdad no sabe de qué habla.
¿Acaso eres un...-De la nada fui interrumpida por la voz gritona de un chico?
-¡Alte...quiero decir Zaid!, es hora de irnos. -Gritó un chico a lo lejos con la misma vestimenta.
-Lo siento es urgente debo irme, entonces hagámoslo así, ¿bien?.
Corrió lejos de mí.
– Hasta que nos volvamos a ver.
Vaya ¿por qué este tipo de cosas me pasa a mí?, solo espero que a ese pequeño no se le caigan los huevos. Ha, ¿príncipe Zaid Iván Macemoor?, Seguramente dentro de poco se encontrará con Charlize dentro del palacio. Bueno te deseo suerte Zaid.
Por algunas horas más seguimos vendiendo los pocos huevos que quedaban, arreglamos un poco el pequeño puesto donde Renee me dejaba vender con ella, ella vendía algunas verduras que cultivaban en su hogar. Listas para marcharnos caminamos fuera del mercado, ambas aún estaba preocupadas por mi supuesto embarazo, me gustaría decirles que es imposible que una extra se embarace. La verdad es que alegra la imaginación de estas dos, ya hasta imaginaban el rostro del ficticio bebe, Lucía era la que parecía mas divertida y bromista con la situación por otro lado...la reacción histérica y temerosa de Renee nos preocupaba. Me escabullí entre ellas dos, abrazándolas con una sonrisa.
-Relájense ¿bien?, ya les dije que esa idea es imposible, dicen que una mujer sabe cuando será mamá debido a su instinto natural.
Caminé de reversa frente a ellas.
-Instinto maternal Maia.
Oh si eso por supuesto.
– No definitivamente eso es algo que tú, no tendrías ni la más mínima idea.
Los sonidos de galopeo y relinchidos de caballos nos hicieron detenernos en seco, ya que íbamos por la senda buscamos de que dirección venían los caballos. Lucíame estiro del brazo provocando que cayera arriba de ella.
- ¡Maia, Lucía!
Renee corrió hasta nosotras, se incoó a un lado de nosotras y acaricio mi estómago.
– No te golpeaste en el vientre ¿verdad.
Alejé sus manos irritadas, ayudamos a Lucía a ponerse de pie, ¿Qué diablos le sucede a la gente de este lugar?, solté a Lucía una vez que notara que estaba bien y me giré histérica hacia los responsables.
- ¡Ustedes idiotas!,¿no tienen ojos?
Rugí histéricamente.
Agh... de pronto siento ganas de vomitar, solo tengo una pregunta y es para allá arriba ¿les divierte ver mi vida hecha un caos?, por supuesto que sí. ¡Ha!, pero ¿acaso creen que seré la misma idiota de antes?, solo voy a ignorarlo y simular no respirar excremento por no decir..., ah no esperen ¡sí que puedo decirlo?, no quiero respirar ¡mierda?, como la de enfrente. A pesar de la preocupada mirada de los demás caballeros, dos me miraban particularmente sorprendidos, bueno solo Sir Adriel, en cambio el otro estúpido tenía una cara sombría e indescriptible.
Ahh solo quiero estar tranquila ignorémoslo, pero lo que me sorprende es que por fin se quitara ese estúpido casco, ¿significa que ya encontró a Charlize?, Agh qué diablos me importa, ya veo que eres ése caballero que hablan las ilusas y perdedoras chicas del mercado. Caminé de nuevo hasta Lucía y Renee.
-Vámonos quiero llegar cuanto antes a casa, estoy muy cansada, de pronto el ambiente se volvió nauseabundo.
Mis amigas parecían preocupadas y sin saber que hacer, no sabían si hacer reverencia por la imprudencia de sir Adriel, al revelar que él era el príncipe, o solo irse conmigo. ¿Van a quedarse como estatuas paradas?
-Ante ustedes se encuentra su alteza real el príncipe heredero de Leonsiah, ¿seguirán siendo tan osadas al no inclinar su cabeza ante su majestad.
Habló un hombre un poco mas grande que los caballeros, iba a lado del príncipe, ¿será algún consejero?, ¡ay! que mas da, no me importa.
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