– Dime... ¿qué se supone que hare?... ¿sabes lo difícil que será hacerlo yo sola?. Seré una carga para ti hermano...lo siento.
Me senté en el borde de mi cama pensativa, no, soy yo la estúpida, ¿creíste que algo así nunca pasaría? Eso me pasa por ser tan lujuriosa. No, tu no tienes la culpa niño...tal vez seas como yo...alguien te obligo a venir conmigo a este lugar.
-La culpa es mía...yo me lo busque.
Pensé en voz alta.
– Hey... no digas eso...nunca serás una carga para mí... eres mi hermanita, desde que naciste me volví como tu caballero, siempre temiendo que algo te pasará, amo todo de ti hermana, de todos ustedes, soy su hermano...son mi familia y no importa que pase...siempre estaré a su lado.
Rigel se arrodilló a mi lado con el pequeño perrito de peluche de Ariel.
– Y también de ti.
Susurró en mi vientre mientras acercaba su rostro.
-Estoy de acuerdo...¡ha! tendremos más trabajo de ahora en adelante, educar a la madre y al hijo será una tarea difícil, pero...todos juntos lo haremos... ¿no somos las mejores amigas Maia?
Oh mi... ¿Qué hice para tenerlos?, ¿Por qué siguen tratándome así?, cada vez lo hacen más difícil, el despedirse de ustedes. Pero cada vez que los veo mantienen viva a Sasha en mi corazón.
-No lo entiendo...
Susurró Cassian.
- ¿Por qué piensas que lo harás sola? ... ¿no soy yo su padre?
No tenía expresión o palabras con las cuales dirigirme a Cassian.
- ¿Me gustaría que habláramos solos?, ¿podrían darnos un momento?
Tampoco era que podrían negarse después de todo era el príncipe, ayudando a suavizar un poco el ambiente les pedí a mi familia que nos dejaran solos un momento para hablar, aceptando mi petición salieron incomodos, el mago se despidió cortésmente de ambos y salió de la habitación. Una vez solo palmee el borde vacío de la cama invitándolo a tomar asiento, al principio nadie decía nada, para ambos era difícil y supongo que para él más.
-También...sentí miedo...cuando vi la luz no supe que sentimiento reflejar...al verte llorar de esa manera supo que...te arrebate tu vida...eras una niña sin saber del amor...y tal vez inconscientemente ignore eso...tu merecías una primera vez especial, un comienzo normal...me preguntaste si había sido fácil dejarte esa mañana...ahora que tendremos un hijo no quiero mentirte...si lo que esperas que diga es que no fue fácil, entonces sería un mentiroso...después de esa noche mi mente, mis horas, mi corazón solo pensaban en una cosa.
Entonces fue mi turno de hablar.
-La chica...
Afirmé. Lo sabía, siempre lo supe, incluso antes de conocerte.
-No te pido nada Cassian, tu lo dijiste no nos prometimos nada. Ambos nos beneficiamos mutuamente esa noche, nos consolamos y nos olvidamos del mundo y de las preocupaciones por una noche...así que no volvamos hablar de algo que no tiene sentido.
-Sin embargo, Maia, yo también soy culpable de esto...por lo que no pienso ni quiero dejarte sola...no estamos enamorados...pero por el bien del niño...deberíamos intentar ser cercanos.
Cassian entrelazo suavemente nuestras manos.
– Por la vida que te quité...permíteme darte una nueva...junto al bebe...donde ambos vivan bien sin preocuparse.
Era una buena oferta, tal vez lo sería para cualquier pueblerina de este lugar, pero no soy de aquí...naturalmente volveré a mi mundo, entonces mi nueva vida no servirá de nada...pero si pudiera hacer algo por mis hermanos yo...
-De modo que...entonces prometamos algo Cassian...aceptaré la vida que quieres ofrecerme, no me interpondré entre tu novia fugitiva y tú, incluso aunque ambos se comprometan o se casen, siempre y cuando mis hermanos vengan conmigo...sin ellos nunca iría a ningún lado...y cuando sea momento de irme...pueda irme sin que me detengan o cuestionen.
Apreté con fuerza la mano de Cassian.
- ¿Irte? ... ¿piensas marcharte algún lado.
Su inocente, tierna pero triste mirada expresaba confusión a mis extrañas palabras.
–Hagamos algo...prometo ser tu amiga...y ayudarte con lo que desees, mientras ayudes a mi familia y me permitas irme cuando sea el momento...por favor no me preguntes más.
Cassian desvió su mirada al pequeño Tyr.
- ¿El niño lo alejaras de...?.
Sonreí amargamente.
-No...él se quedará contigo...su padre, además al lugar que voy...no puede acompañarme.
Sé que Cassian tenía muchas preguntas, lo decían sus ojos, su boca, sus manos...pero respetando mi deseo asintió.
-Entonces te doy mi promesa...por mi honor cumpliré mi palabra.
Finalmente cuando me miró, la hostilidad entre nosotros se había esfumado...ambos teníamos una vida y un destino que cumplir...y prometimos hacerlos realidad...la única diferencia es que existiría alguien que de algún modo nos ataría...al menos hasta mi partida.
-Que así sea...por nuestra felicidad.
Cassian me sonrió por primera vez después de mucho, alegré y conmovido, y yo por fin podía descansar, sabiendo que de algún modo no estaría sola...que la vida de mi familia cambiaria...pero lo mas importante...que algún día regresaría a donde pertenezco.
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