Luke estaba otra vez en casa sin entenderse así mismo, sin entender lo que sucedía, cuando llegó Diana, la cual rápidamente se quiso involucrar, como haría cualquier madre preocupada; vió a su hijo sentado en la cama, con la venda puesta y un peluche en las manos, ella se sentó junto a su hijo y reposó su mano suavemente sobre el hombro de este y con cálida voz-algo que no la caracterizaba para nada- habló.
-Luke, cariño ¿sucede algo? tu amigo no pareció irse muy feliz y tú tampoco pareces estarlo
El menor suspiró bajo, dispuesto a decirle a su madre, aunque omitiendo algunos detalles.
-Harry dijo que le gusto- la mujer se alegró, no pudo disimular su voz al momento de hablar
-oh cariño, pero ¿porqué estás así? suena a una maravillosa noticia, ustedes son amigos desde muy pequeños y…
–Por eso es mamá, somos amigos ¿y si luego no podemos serlo? Se supone que mi amor verdadero es a quien yo mire y no he mirado aún a Harry, pero lo quiero, porque es mi amigo
La mujer no pudo evitar reír divertida por las deducciones de su hijo - Pero Luke, miranos a tu madre y a mi, estamos casadas, con un hijo y seguimos siendo amigas, porque tu pareja debe ser alguien a quien le tengas confianza y cariño, claro, siguiendo tu destino, pero si Harry y tú deciden que continuarán más allá, estoy dispuesta a ayudarlos y apoyarlos
Pero Luke no estaba seguro, sentía que mencionar lo de su amistad no era más que una excusa barata que solo se le podía ocurrir a él en ese momento de extrema confusión, pero no porque le gustara alguien, si no por la sensación de que alguien debería gustarle, era esa extraña sensación que todos hemos experimentado, en la cual queremos amar y ser amados, pero no sabemos el cómo, porqué, o con quien; esto del amor no le estaba gustando del todo a Luke, lo sentía como una agonía y claro que estaba mejor sin él, pero ya había llegado a su vida e invadido sus pensamientos, no había vuelta atrás. Entonces comenzó a pensar y pensar y pensar sin saber si realmente quería a Harry de la misma forma y aunque todo de él intentara decirle que no era así, él no le tomaba atención, ni tampoco quería hacerlo.
Y ahí estaba Luke, mirando el techo de su habitación, sin saber si obedecer a su mente o corazón; su mente le decía que el amor no estaba aún en su vida y que no era necesario. Por otro lado su corazón le decía que el amor ya había llegado, pero no quería decirle dónde estaba, lo cual hacía más difícil su decisión de a quién obedecer, mejor obedecía a ambos y esperaba por un tiempo, hasta que el amor se presente ante él de forma explícita, así podría volver a su vida tal como estaba antes de que Harry se confesara, pero esa ya era una forma de amor explicita, aún así, ignorando eso Luke intentó volver a como era todo y olvidar todo lo que su mejor amigo le había dicho y creía haberlo logrado pero no se percató que se distanciaba cada vez más de su mejor amigo, con el cual hablaba cada vez menos, pero seguía siendo su amigo y siempre lo sería, todos necesitan su espacio de vez en cuando, tal vez esta vez ellos lo necesitaban, no significaba nada, no estaban peleados, tampoco dejaron de ser amigos, todo estaba bien y seguiría estándolo, o eso pensó por un tiempo hasta que se dió cuenta de que las cosas no iban bien, algo no se sentía bien.
Comments (1)
See all