En una zona remota inexplorada se veía a lo lejos aves volando en circulo cerca de la costa, estas aves rara vez se amontonaban producto del denso bosque alrededor que aguardaba a diversas criaturas peligrosas esperando un descuido para atacar, las olas chocaban constantemente con la orilla en un círculo vicioso pero había una zona que estaba en calma.
Leily abre
de golpe los ojos mientras tose efusivamente producto del exceso de agua en su
garganta, al girarse y quedar mirando el cielo va recobrando lentamente la
conciencia y la noción de lo que ha pasado, mientras mira hacia el horizonte
donde solo ve agua empieza a ver pequeños copos de nieve que caían y al mirar
el cielo empieza a ver más copos de nieve que caían de la gran nube que tapaba
todo rastro del sol. Al intentar levantarse siente un peso en sus piernas que
al mirar nota que es el cuerpo de una persona con el cabello blanco y una gran
herida en su espalda, a voltearlo para poder librarse del peso de encima, puede
notar que era la persona que estaba en el bloque de hielo, en su rostro podía
notar que sentía dolor, pero en donde se encontraban no podía brindarle ayuda,
al mirar a los alrededores puede notar un bosque de árboles que podría
brindarles cierta protección, al intentar tomar a la persona siente un gran
dolor por todo su cuerpo, eran las consecuencias de la lucha contra el golem
momento en el que recuerda la cara de Curtis y como a sus espaldas aparecían
los dos ojos brillantes del Golem zarandeando la espada, Leily no pudo evitar
las lágrimas y empezó a llorar efusivamente por sus compañeros caídos que se
sacrificaron para que ella viviera.
Luego de unos minutos logro calmarse y decide arrastrar a la persona, usa una de los dos coreas con la que sujetaba parte de su equipo y las pasas por debajo de los brazos con lo cual puede arrastrarlo de mejor manera. Mientras se va acercando al bosque Leily se da cuenta que no ha sentido la presencia de ningún ser vivo por los alrededores y eso la ponía inquieta porque podía significar dos cosas, o efectivamente no hay ningún ser vivo cerca o los seres de esta zona son mucho más fuerte que ella. al llegar a la entrada del bosque admira los árboles y se da cuenta que nunca había visto nada igual, los árboles eran muy altos, más de 100 metros, el tronco era de un diámetro considerablemente mayor a los que estaba acostumbrada, a tal punto que le tomaría unos buenos minutos dar la vuelta y lo que más le llamo la atención fueron sus hojas las cuales no eran del clásico verde, eran de una gran variedad de colores que reflejaban un arcoíris, lo que le maravillaba pero no pudo seguir admirando ya que la tormenta estaba aumentando, al girar para ver la salud de a quien arrastraba se da cuenta que aun respira, pero no durara mucho tiempo más.
Luego de unos minutos caminando Leily logra encontrar lo que parecía un tronco de árbol hueco lo suficientemente espacioso para poder refugiarse de la tormenta, al entrar acomoda rápidamente el cuerpo de quien arrastra para poder ver de mejor la manera la herida del pecho, al quitarle la camisa nota que tiene un físico muy trabajado con los músculos bien marcado, pero le exalta la cantidad de heridas que posee, como si hubiera librado batallas toda su vida. Al mirar detenidamente la herida nota y analiza en detalle que estaba en una situación complicada, no había núcleo mágico o mejor dicho, estaba totalmente destruido y la herida no permitía usar ninguna magia de sanación conocida. Leily golpea el piso frustrada al no poder ayudar a nadie, producto del golpe cae de su bolsillo la tela que le había dado el viejo de la tienda la cual empieza a brillar al entrar en contacto con parte del cuerpo de la persona, esto le recuerda el efecto que tuvo la esfera cuando entro en contacto con la estructura de hielo y reacciono, así que Leily extendió la tela y se sorprendió al notar lo extensa que era, lo suficiente para cubrir completamente dos cuerpos. Leily avergonzada torpemente le quita la ropa totalmente humeda y lo cubre rápidamente con la manta que empieza a brillar, al analizar la herida nota que empieza a sanar lentamente momento en que la cara del herido se relaja.
Leily camina a la entrada y ve como la tormenta va aumentado drásticamente, la nieve al caer no le permite ver mas allá de su nariz y solo escucha el sonido del viento que hace al pasar por las ramas, al volver al interior los tiritones empiezan a aumentar producto del descenso de la temperatura y la ropa húmeda que aun traía, Leily se queda mirando el cuerpo de la persona que arrastro tapada únicamente con la tela que brillaba y recuerda un consejo que le dieron Treisto y Custris “Leily en una situación extrema de frio lo mejor es tener a un compañero y te preguntaras porque” comenzaba diciendo Custris “resulta que cuando haces circular tu energía mágica tu temperatura aumenta hasta cierto punto, pero en una tormenta helada, aunque estes totalmente abrigada, no te salvara pero, si haces circular tu energía en contacto con el cuerpo de otra persona, estas empezaran a fluir naturalmente entre ellas y la temperatura de ambos aumentara” Continua diciendo Treisto, pero tenía una mirada picarona en su rostro y Leily sabia porque “ pero existe un gran pero, los dos tienen que estar completamente desnudos, y no me pregunte porque capitana, pero es lo que mi experiencia dice que funciona” Leily mira a Treisto quien se sonrojaba por primera vez y luego mira a Custris que miraba a otro lado nervioso, ahí entendió que ellos vivieron esa situación.
Leily se da cuenta que la única forma de sobrevivir era hacer lo mismo que sus antiguos compañeros, decide quitarse la ropa completamente húmeda que extiende en el suelo para que se pueda secar lentamente, se acerca muy despacio a donde está su nuevo compañero herido quien también estaba completamente desnudo, mueve la manta lo suficiente para descubrir el lado izquierdo sin desnudar a su compañero, se agacha lentamente y acuesta al lado, su corazón no podía parar de latir rápidamente producto de su nerviosismo y su nula experiencia en estos casos, al cubrirse con la manta puede sentir como esta empieza a transmitirle energía curativa lo que le ayuda a relajarse un poco, decide extender suavemente su mano hasta tocar con la punta de sus dedos el brazo de su compañero y empezar a hacer circular su energía pero se frustra al notar que no funciona, al pensar y excavar en sus memorias ahora entiende porque sus antiguos amigos se habían sonrojado y evitaban mirarla, Leily suspira, mira a su nuevo compañero quien ahora tenía una expresión completamente relajada y decide armarse de valor, se gira hacia el cuerpo de él, se acerca lentamente y lo abraza, intentando imitar el abrazo que había visto que hacían las diversas parejas en sus viajes, cuando por fin cree que lo está haciendo bien, empieza a hacer fluir de nuevo su energía.
- Pequeño ser, cuéntame, como encontraste mi morada – una voz profunda, cargada de energía y tranquila despertó la conciencia de Ikki
- No sabría responderte ya que he estado vagando entre un estado de conciencia e inconciencia
- Oh, entiendo, supongo que entonces fue la chica que te trajo
- ¿Chica?, ¿CHICA? ¿Me estás diciendo que pequeña energía es una mujer? – Ikki estaba exaltado y nervioso
- Jajajaja – la risa del misterioso ser resonaba por toda la conciencia de Ikki – hace milenios que no veía un humano tan gracioso
- ¿hace milenios?, espera, ¿Qué o quién eres?
- Lo siento, mi error, en su momento me nombraron Aeris, el dragón que, en algún tiempo cuidaba a los humanos
- Aeris….Aeris…. AERIS!!!, no puede ser, soy Ikki – Exclamo exaltado de felicidad
- ¿Ikki? Lo siento, no te recuerdo
- Lee mis memorias por favor
Aeris, dudando, decide hacerle caso a Ikki e indaga en sus memorias buscando algún ser parecido, después de unos minutos dio con lo que buscaba, ve a un joven muy parecido a Ikki llevaba una chaqueta negra con una capucha, tenía el cabello negro, un ojo de color rojo y otro de color azul que ocultaba a través de la capucha, estaba arrodillado acariciando a un pequeño bebe dragón muy herido al cual tomo entre sus brazos y le dio parte de su energía vital para curarlo.
- ¿Maestro Dastan?, pero ¿Cómo? ¿Y porque se llama Ikki ahora?
Ikki le conto todo lo que había pasado desde que la curo hasta el momento en el que estaban ahora y Aeris también le conto su historia, de cómo se había vuelto la protectora de los humanos y como llego a la cueva en donde están actualmente.
- Maestro, quiero preguntarle, ¿qué hará con la chica? Ambos están muy mal heridos
- Que me recomiendas Aeris
- Ya que nuestras conciencias están en un mismo espacio, puedo inducir un sueño prolongado a la chica, para que despierte una vez pase la tormenta y estén completamente curados
- Perfecto, procede
Ante la confirmación dentro de la cueva empezó a emerger un tenue brillo de color verde y posteriormente emergió una roca que tapo la entrada a la cueva.
- Listo, con esto estarán protegidos y podrán recuperarse al 100% - expreso Aeris con alegría
A medida que el tiempo pasaba Ikki y Aeris hablaban constantemente sobre lo que había pasado en el mundo, los cambios que habría sufrido, la intervención de Vazimaak y las consecuencias al ya no encontrarse Ikki, el surgimiento de razas y las distintas guerras
- Ikki, ya va quedando poco para que puedan despertar debo enseñarte algunas cosas importantes – Aeris tenía un tono de preocupación
- Aeiris, ¿qué pasa?
- Primero, no me queda mucho tiempo, mi energía vital ha ido disminuyendo al curarlos, segundo, sé que no tienes núcleo mágico por eso quiero transferirte lo que me queda de energía y puedas formar uno
- Aeris detente, debe haber otra forma, tu herida, deberías poder curarte y ..y…y yo no necesito un núcleo
- Ikki, maestro, si hubiera otra forma ya lo sabrías, además no puedes vivir sin un núcleo en este mundo, por favor permíteme este sacrificio
- Pero…pero – Ikki no paraba de sollozar – no puedo seguir perdiendo gente
- Mientras no sucumbas a tu ira y sigas siendo bondadoso, yo seré el ultimo sacrificio, ¿me lo permitirás maestro?
- Con la promesa de que nos volveremos a ver
Aeris ante la afirmación de su maestro empezó a acumular su energía vital a tal punto que le permitió a Ikki verla por fin claramente, era un majestuoso dragón negro con escamas brillantes, tenía los ojos cafés que reflejaban una gran ternura, sus dos alas las mantenía apegado a su cuerpo tapando la gran herida que tenía en su estómago, del cual salía expulsado su energía vital, por último su cola aun mantenía el lazo que le había dado Ikki el día que la adopto
- Sigues tan radiante como aquel día que te recogí, fuiste mi rayo de luz en mi pequeña oscuridad, ayer, hoy y siempre – Ikki la miraba con ternura mientras de sus ojos caían lagrimas
- Gracias, maestro, ahora escúcheme con atención, dejare grabado en su cuerpo unas runas pertenecientes a mi raza las cuales a medida que aumente su fuerza podrá activarlas también le cederé aquel huevo a mi lado, por favor cuídela y acompáñela siempre, será terca y torpe como yo, pero tan poderosa como usted – con cada palabra que expresaba Aeris desaparecía lentamente
Mientras la energía de Aeris ingresaba en el cuerpo de Ikki, su antiguo núcleo se fundía lentamente mientras se formaba uno completamente nuevo, sus circuitos mágicos también fueron bombardeados con la nueva energía lentamente, si bien no era suficientemente fuerte para romper los sellos impuestos por Morrigan y Vazimaak, pudo romper el primero para poder a volver a usar sus poderes. En tanto en sus brazos se iban grabando nuevos tribales draconicos de color dorado que al completarse iban desapareciendo.
- Se que no escuchará estas palabras maestro, pero me alegro volver a verlo, sé que mi hija estará en buenas manos y que este mundo volverá a ver la luz de antaño, buena suerte – fueron las últimas palabras de Aeris
Ikki abrió lentamente los ojos mientras iba recuperando el conocimiento, luego empezó a sondear su cuerpo y noto que su antiguo núcleo ya no existía, ahora tenía un nuevo núcleo de mayor capacidad y rapidez de flujo mágico, pero la alegría duro poco al notar que aun poseía los bloqueos impuestos o casi todos, debería probar sus poderes para determinar su nueva capacidad. Al intentar moverse sintió un peso en su costado izquierdo y pecho, al mirar vio a una mujer a su lado y recordó lo que hablo con Aeris, muy lentamente empezó a moverse para alejarse de la chica sin mirarla en ningún momento hasta que después de varios minutos logro zafarse de su abrazo, al lograrlo se empezó a parar lentamente mientras analizaba como estaban los circuitos mágicos y el flujo en su cuerpo y al notar los resultados, estaba bastante entusiasmado. Al mirar mas en detalle la cueva ve a la hija de Aeris junto a ropa nueva y una nota.
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