—Listo, después quedamos. ¡Estoy llena de informes por terminar! —dijo Micahilla, pareciendo impaciente.
—Cierto, voy a descansar. Estoy cansado de esta rutina de entrenamientos intensivos en los simuladores, pero no puedo parar. En tres horas necesito estar listo para más —dije queriendo terminar la videollamada.
—Buen descanso, Drih. Y prometo que voy a arreglar un tiempo para nosotros. ¡Hasta luego! ¡Besos!
— ¡Hasta luego!, Micah…
— No aguan...
Ella había interrumpido sin despedirse la videollamada. Ella parecía más exhausta que yo. No sé sí estaba siendo una buena opción mantener esa relación. Teníamos una vida muy agitada y comprometida con el trabajo. Estaba por salir de los simuladores de vuelo, para iniciar las pruebas en vuelo real, y así poder ser considerado en las misiones interestelares previstas para de aquí a algunos años. Era un sueño de niño y había trabajado y me dedicado mucho para eso.
Ya había peleado con Micahilla con respecto a eso, porque ella no quería estar tanto tiempo lejos de mí, sin contar que esas misiones no tenían previsiones de regreso. Tal vez tuviera, pero sólo para 1/10 de los pilotos que volvieran trayendo información y muestras del planeta colonizado, pero eso eran sólo rumores que había oído. Los otros serían los futuros habitantes del nuevo hogar.
En el fondo, no quisiera terminar. Estábamos juntos desde pequeños. Nunca imaginé que un día seríamos tan íntimos, pero creo, que los años de convivencia hicieron que nuestros destinos trazaran el mismo camino. Eso es lo que decía mi corazón, pero mi razón vivía diciéndome que siga mis sueños. Estaba en una lucha interna que muchas veces me desconcentraba, mientras estaba en entrenamientos en los simuladores y, en los últimos entrenamientos, eso me había perjudicado. Necesitaba tomar una decisión pronto.
Era inicio de tarde y fui para el alojamiento. Había acabado de salir de un entrenamiento en los simuladores. Estaba exhausto, pero necesitaba recuperar mis energías en las 3 horas siguientes, pues luego habría otros entrenamientos. La rutina de la academia era agotadora. Eran muchos competidores por el mundo y no quisiera perder mi vacante y no alcanzar lo que tanto anhelaba.
El mundo había cambiado mucho. Hoy, nuestra especie es más unida, y eso posibilitó un avance tecnológico muy rápido, lo que nos permitió descubrir muchos sistemas habitables, otras formas de vida y nuestros primeros viajes interestelares. Eso era fantástico. Habíamos dejado de lado nuestras diferencias culturales y aprendimos a vivir como una especie común. No somos nada frente a lo que el Universo aún puede revelarnos.
En los días libres hasta intentaba cuadrar algo con Micahilla, pero no siempre podíamos sincronizar nuestro tiempo libre. Con eso, o iba a estudiar, descansar, o salir con los amigos de aquí, pero la tercera opción muy rara la hacía. En ese momento, yo estaba decidiendo entre estudiar y descansar, pero por fin, decidí descansar. Podría haber usado los estimulantes para mantenerme despierto, con todo no podía abusar, porque si no, en los exámenes para ser piloto de misión interestelar, ese exceso podía descalificarme.
Desperté pareciendo más cansado. Las 3 horas parecieron pocos minutos de descanso. Me arreglé y seguí para el próximo grupo de entrenamiento en los simuladores. La verdad es que estaba cansado de entrenar en simuladores, pero esos entrenamientos generaban puntos en el ranking. Estaba entre los 10 primeros Aspirantes, pero quisiera ser el primero.
Entrené hasta tarde, casi volteando a la madrugada. Ahora tendría 6 horas de descanso. Seguí para mi alojamiento y me bañé muy bien. Envié un mensaje de texto sencillo a Micah, pidiéndole para cuadrar nuestra conversación, y lo borré en seguida.
—¡Hey, Drinihian! ¡Despierta! ¡Despierta!
—¿Qué pasa?
—No te pusiste de pie con el despertador.
Vi mi brazalete digital vibrando intensamente en mi brazo, pero estaba tan cansado que no sentí.
—Gracias, Kerhnir. ¡Necesito irme! Ya estoy encima de la hora —dije alistándome de prisa.
—Todo bien, Drinihian. Pareces exhausto. Pide un día de descanso.
—Hasta quisiera, pero no puedo. No puedo bajar en el ranking.
Kerhnir parecía querer decirme algo, pero permaneció callado cambiándose. Salí en seguida, corriendo para la central de simuladores de vuelo. Kerhnir era mi compañero de cuarto. Él también anhelaba ser piloto algún día, pero actualmente dedica su tiempo a proyectar drones espaciales no tripulados, para explotación de planetas o cuerpos celestes en ambientes hostiles.
Llegando me acomodé en mí simulador y ya comencé sin perder tiempo. Después de un tiempo.
—Sus índices cayeron un poco en los dos últimos. Tienes repetido intensamente las simulaciones. Sugiero ampliar los intervalos entre los entrenamientos y mejorar su concentración —dijo mi supervisor de vuelo espacial simulado, militar oficial (Mayor Capitán) Golgreen.
«¡No!» pensé, rebelde.
No podía parar. Mis rivales conseguían mantener un flujo intensivo de entrenamientos. Yo no podía quedarme atrás.
—Voy a mejorar señor —le respondí a mi supervisor.
Volví a la simulación. Después de unos segundos, ví que estaba errando cosas simples. Comencé a perder la concentración, y luego en seguida, fallé totalmente en el entrenamiento. Sí estuviese en vuelo real, me habría matado a mí, primeramente, y a todos los que estuviesen en la nave. Nunca pensé que fallaría en los entrenamientos de maniobras evasivas de emergencia. Siempre entrené éstas maniobras y las concluí perfectamente.
«Creo que cambiaron el algoritmo para dejar la simulación imposible de ser concluida» pensé indignado.
—¡Drinihian! ¡Basta por hoy! Vuelva de aquí a 5 días —dijo mi supervisor.
—No puedo perder entrenamientos. Voy a descender en el ranking. Volveré por la madrugada.
—¡NO! Drinihian ¡Vaya a descansar y sólo vuelva de aquí a 5 días! ¡No voy a repetirlo! —ordenó (Mayor Capitán) Golgreen, con una mirada seria.
«%+#%@+@» pensé, furioso.
Aún sentado en el simulador, pensando en los errores que había cometido durante la simulación, me di cuenta que me había equivocado en cosas pequeñas. No quisiera admitirlo, pero mi concentración estaba comprometida. Necesitaba tener más foco y librarme de cualquier distracción.
Me levanté y seguí de vuelta hacia mi alojamiento, pero en el momento antes de salir de la sala de simuladores, vi que el (Mayor Capitán) Golgreen había elegido dos para iniciar las pruebas en vuelos reales y para mi desgracia, uno de ellos era mi principal rival. Graduando piloto espacial, militar oficial (Aspirante) Lairilon. Él era el primero en el ranking de cadetes en entrenamiento.
Salí decepcionado conmigo mismo. Cogiendo mi comunicador, vi que había recibido un mensaje del militar oficial (Primer Teniente) Dornnih.
—¿Dornnih? ¡Ahh! Aquél amigo, militar oficial, de Micahilla —recordé.
Leí el mensaje.
Drinihian. Vengo a informarle que Micahilla está hospitalizada. Ella está inconsciente, pero por el diagnóstico preliminar constataron que es por exceso de cansancio. Ella debe despertar pronto. Cuando pueda, venga a visitarla en el Ala de Internación 4B27.
(Primer Teniente) Dornnih
«Micah» pensé, preocupado.
Necesitaba ir a verla, pero tenía mucho que estudiar y mejorar en mis entrenamientos. Tenía que ser elegido para prueba en vuelo real. No podía quedarme atrás. Quería probarle a mi pa...
—Una videollamada de Kerhnir —dije sorprendido viendo a mi comunicador.
He respondido.
—Cómo te va, Drinihian. ¿Fuiste seleccionado? Supe que van a elegir dos de ustedes para la misión Strenfether. En esa misión, irán a probar un sistema de Drones Mineros que yo desarrollé.
—¡No!, no me eligieron —respondí secamente.
—¡Comprendo! Tú has entrenado tanto, pero con seguridad en la próxima serás seleccionado —dijo Kerhnir, intentando animarme. —¿Estás con tiempo? Salgamos para beber algo.
Hasta que sería una buena opción. ¡Necesitaba relajarme y retirar las preocupaciones de mi cabeza, pero no! Tenía que estudiar y perfeccionarme. También tenía Micahilla, pero ella debía estar bien cuidada. Cuando tenga tiempo iré a visitarla.
—No podré amigo. ¡Voy a estudiar!
—¡Todo bien! ¡Va con calma con los estudios! ¡Date un tiempo para ti mismo! ¡Hasta luego!
Iba a darle una mala respuesta, pero él había terminado la videollamada. Seguí para el alojamiento. Llegando cogí mis visores de realidad virtual y fui a estudiar en simulación. No tenía la misma precisión que los simuladores de la academia, pero ayudaban en la familiarización con los comandos. Comencé, pero…
—¿Oiga? Estoy atrasado —dije preocupado
—¡Relaja, hombre! Es día libre a todos —dijo Kerhnir, acostado en su cama al lado.
—¿Qué pasó? Desmayé.
—¡Percibí! ¡Lo necesitabas! Conseguiste dormir por casi un día entero.
—¡Un día entero!
Kerhnir se rió de mí y continuó entreteniéndose con juegos. Me levanté y fui a tomar un buen baño. Me arreglé para salir.
—¿A dónde vas así elegante?
—¡Voy a ver a Micah! Ella está hospitalizada.
—¿Qué es eso? Ni me comentaste nada.
—¡Verdad! Estaba tan concentrado en los ejercicios de simulación que incluso olvidé comentarlo.
—¡Todo bien! Vaya para allá. Ustedes necesitan de un tiempo juntos
No respondí. Cogí mis cosas y salí. Hasta Kernhir sabía que yo y Micah no íbamos bien en nuestra relación. Iba a aprovechar la situación para pedir un tiempo. Por lo que había percibido en los últimos días ella también andaba sin tiempo.
Seguí para el Ala de Internación. Antes de entrar, vi que el amigo de ella estaba allí. Dornnih había acabado de dejar un jarrón con una flor al lado de su cama. Recordé los buenos momentos que Micah y yo tuvimos. A pesar de nuestras tontas peleas, en el fondo sabíamos que teníamos un sentimiento más profundo uno por el otro. El amor de niños que sentíamos se convirtió a algo fuerte, que hoy, debido a nuestros trabajos, se debilitaba a cada día.
Decidí no entrar y me fui. Ella estaría bien. Salí y empecé a buscar algún lugar para beber algo. Me detuve en un lugar y pedí algo bien helado y fuerte. Micah salió rápido de mi cabeza y mi única preocupación era tener que esforzarme más, para salirme bien en los entrenamientos simulados, y lograr de una vez por todas, mi primer vuelo real. Pasé horas solo bebiendo.
—Tú aquí solo? ¿Dónde está tu amada?
—¡Tú! No estoy para charlas, Nakkinne.
—¡Vamos a mi casa! Deja que cuide de ti. ¡No pareces estar bien!
— ¡No va a pasar! Ya me voy. Adiós.
Salí. Ella se quedó y se fue a beber sola. Nakkinne siempre estuvo enamorada de mí, y nunca lo negó. Aunque ella sabe que mi corazón siempre fue de Micah, ellas nunca se desentendieron. Aparentemente siempre aceptó que yo era de Micah, pero parece que ella aún no desistió de mí. Era una pena, porque sí con Micah que siempre fue mi amada, ya no tenía tiempo de mantener una buena relación, imagina con Nakkinne, que parecía ser sólo una amorosa obsesionada.
Volví a mi alojamiento. Kerhnir no estaba. Me bañé y me tiré en la cama. Por primera vez, después de mucho tiempo, sólo quería quedarme sin hacer nada. Después de quedarme pensando en lo que podría hacer para mejorar mi ranking, dormí.
Desperté al día siguiente bien descansado.
«¿Dónde está Kerhnir?» pensé, buscándolo por el alojamiento.
No le di mucha atención. Después de pensar mucho, el día anterior, decidí ir a hablar con mi supervisor y pedirle una nueva oportunidad, sin tener que esperar completar los cinco días. Esperar tanto me dejaría discapacitado y más sujeto a errores. Ansiaba por la rutina diaria de entrenamientos. Eso me daba confianza para no equivocarme. Creí que mi mayor error fue no admitir que tenía que dedicar un tiempo para descansar.
Seguí hasta la Central de Simuladores de Vuelo y luego encontré al (Mayor Capitán) Golgreen.
—¡Con permiso, necesito hablar con el señor!
—Le dije para volver dentro de cinco días!
—¡Señor! ¡Admito mis errores y fallas! Creo que eso fue debido a mi exceso. Pido que reconsidere la decisión de apartarme por cinco días. Entendí que necesito darme un tiempo para recuperarme. Por más excelente que pueda ser, si no estoy al 100% con mi cuerpo, mi pensamiento y raciocinio fallarán. Dame una oportunidad más de hacer lo correcto, señor. Usted sabe cuán importante es eso para mí.
El (Mayor Capitán) Golgreen pensó por unos instantes.
—Vaya a su simulador. Concluya el conjunto de ejercicios de precisión.
—¡Gracias, Señor!
Quedé muy aliviado y feliz. Fui para el simulador dispuesto a hacer lo mejor de mí. Seguí intentando mantener una rutina equilibrada entre entrenamientos y descanso.
Una tarde recibí una videollamada.
—¡Hola, Micah! Ya iba a ponerme en contacto contigo. Estaba preocupado. Ya van a ser 4 días que estabas durmiendo.
—Sí, pero desperté. ¿Cómo estás? Recordé que me habías enviado un mensaje. ¿Viniste a visitarme algún día de estos?
—Desafortunadamente no he podido. Estoy pasando por un entrenamiento duro que no puedo interrumpir. Cuando pueda iré hasta ti.
Ella hizo una expresión de desánimo. Para intentar mantener mi rutina equilibrada, sería imposible continuar una relación con ella.
—Necesitamos conversar, pero después.
—¿De qué quieres conversar? ¡Puedes decirme ya!
—Mejor no. Prefiero que sea personalmente y también debo irme. Tengo más entrenamientos ahora.
Ella pareció curiosa, pero no iba a pedir un tiempo a nuestra relación por videollamada.
—Dime ya. Dime de qué se trata al menos.
—¡Después, Micah! ¡Besos! Debo irme. Hasta luego. ¡Cuidaste!
—Todo bien. Besos. Te a...
Colgué y seguí para los entrenamientos. Llegando, el (Mayor Capitán) Golgreen vino directamente hacia mí.
—Drinihian. ¡Estás liberado de los entrenamientos de hoy! ¡Vaya a descansar!
—Pero señor...
—Descanse porque mañana tendrá su primer vuelo real.
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