—¡Tengo que ser perfecto en mi primer vuelo real! —me lo dije varias veces.
Seguí directamente para el alojamiento, con la intención de descansar. Llegando vi que Kerhnir no estaba. Me bañé, me alimenté y me acosté pensativo. Las ganas eran de entrenar en realidad virtual, pero me detuve a fin de descansar el máximo de tiempo, para, al día siguiente, estar lo más concentrado posible.
«¡Micahilla!» pensé.
Tenía que dar un tiempo a la relación con ella, pero por un momento sentí un aprieto en el corazón. Me quedé recordando todos los momentos que pasamos juntos. En el fondo no quería alejarme, pero, sí persistiera en esa relación, mi sueño de ser un piloto interestelar estaría comprometido. En verdad, tenía que hablar con ella, lo que no hablé hasta hoy, que ese era mi sueño.
Creía que ella no me perdonaría, pues para que continuemos juntos, ella tendría que ir en una misión interestelar conmigo, y eso tenía casi seguridad que ella no iría a querer. Abandonar el planeta natal y seguir para un nuevo hogar primitivo.
Después de horas pensativo, dormí bien, como si no durmiera así hace años.
Desperté muy temprano con la vibración de mi brazalete digital. Ella me despertó silenciosamente. Miré al lado y vi a mi amigo Kerhnir durmiendo. Él estaba acostado, como si se hubiera desmayado desde que se recostó.
Hice mi higiene matinal, me alimenté calmadamente y seguí al encuentro del (Mayor Capitán) Golgreen.
—¡Señor! Presentándome para mi primer vuelo no simulado.
—¡Buen día, Drinihian! Siga para el sector 31J01, y preséntese al oficial de ese sector. Lo que he podido hacer por ti ya lo hice. ¡Ahora es contigo! ¡Buen vuelo!
—¡Sí, señor! ¡Gracias! — dijo, sonriendo.
El (Mayor Capitán) Golgreen era como un tío para mí. A pesar de ser mi superior, él siempre trató de ayudarme como pudo. Él era el mejor amigo de mi padre y, diferente de él, no era tan raro…
—¡Recuerde! Concentración por encima de todo. No confié solamente en su habilidad, que fue adquirida en los entrenamientos repetitivos. Concéntrese, observe y sienta lo que debe ser hecho. Ahora vete.
Asentí con la cabeza agradeciendo por los consejos y seguí para el sector 31J01. Me acerqué al oficial que daba orientaciones a los otros Aspirantes.
—Permiso, señor. Me presento para mi primer vuelo no simulado.
El supervisor de vuelo espacial no simulado para iniciantes, militar oficial (Mayor Capitán) Yennir me miró por unos segundos.
—Entre en formación con los demás —dijo el (Mayor Capitán) Yennir, pareciendo serio. —Volviendo. Ustedes fueron elegidos para realizar el primer vuelo no simulado de los señores. No se admitirán fallas. Por más que los sistemas de seguridad de las naves sean eficientes para no dejarlos que cometan errores, puede haber algunas situaciones en que ni mismo la Inteligencia Artificial de las naves no será tan rápida y eficiente en calcular situaciones de peligro extremas. Por eso que los señores son entrenados para ser pilotos. Si no fueran necesarios, las naves harían todo el trabajo solas. ¿Alguna duda, Aspirantes?
Pasaron algunos segundos en silencio.
—Voy a entender eso como un no. Cambie sus uniformes y preséntense en el patio de drones espaciales de rescate.
Nos cambiamos rápidamente, poniéndonos los trajes espaciales. En pocos minutos estábamos nuevamente formados.
—Los señores irán en los drones, en equipos de dos. Iremos para la órbita del planeta y entonces a la estación espacial. Rodearemos y volveremos para acá. Una misión sencilla, pero que requiere atención. Voy a decirles cuáles serán los dobles.
Éramos seis y mi doble era la Aspirante Guinna. Embarcamos en el dron.
—¿Quién va la ida? —preguntó Guinna.
—¡Yo voy! —respondí seriamente.
—¡Todo bien! —dijo Guinna, riéndose.
Guinna había sido de otro equipo. No vi a mi rival, el Aspirante Lairilon, que había sido seleccionado antes. Era raro que él no estuviera entre nosotros.
«¿Será que fue eliminado antes mismo de su primer vuelo?» pensé.
Eso sólo sería posible, en caso que él cometiera algún error grave, cosa que era difícil, porque él era el primer del ranking.
Pensé en otras posibilidades para lo que podría haberle ocurrido, pero luego lo saqué de mi mente y me concentré únicamente en mi primer vuelo.
Inicié todos los procedimientos con total perfección y esperé la orden para despegar. En un visor podíamos ver los otros dobles pilotando, y también al (Mayor Capitán) Yennir que iría a guiarnos en su dron.
—Bien que podríamos dejar todo por cuenta del piloto automático —dijo Guinna, riéndose.
No le respondí.
—La oí, Aspirante Guinna. Accionen el piloto automático sin autorización y serán eliminados del proceso. Por más fácil que eso parezca y que la Inteligencia Artificial del dron pueda hacer todo sola, es fundamental que pasen por esto. Tendrán drones y naves espaciales mayores a la espera —dijo el (Mayor Capitán) Yennir.
Fue dada la orden de iniciar el vuelo. Tranquilamente piloté el dron y luego estábamos volando bien alto. En minutos salimos de la atmósfera del planeta. Los sistemas anti gravitacionales tiraban de la superficie del planeta cualquier dron o nave espacial sin esfuerzo.
—¡Es lindo! —dijo Guinna, mirando hacia nuestro planeta.
Luego avistamos nuestra enorme estación espacial. Nos acercamos.
—Aquí es el controlador de maniobras espaciales de la estación espacial Triverr, militar oficial (Capitán Teniente) Fritters. Autorizados para maniobra.
Manejé, dándole vuelta a la estación espacial.
—Ahora es conmigo —dijo Guinna, asumiendo el control.
Ella sin tanto cuidado, casi se pegó al dron espacial del (Mayor Capitán) Yennir. Creí que él iba a reprenderla, para tener más cuidado, pero él aceleró su dron y le ordenó que lo acompañara.
—¿A dónde el (Mayor Capitán) Yennir está yendo? Nos estamos alejando de la estación, y aún más del planeta.
Guinna me ignoró y, junto con los demás drones, siguió el dron del (Mayor Capitán) Yennir en alta velocidad.
—Levanten los escudos y prepárense para maniobras evasivas —ordenó el (Mayor Capitán) Yennir.
—¿Qué? —dije asustado.
El (Mayor Capitán) Yennir entró en una zona llena de pequeñas rocas. Guinna se desviaba de ellas, mostrando óptima habilidad. Entrené mucho esas maniobras, pero no esperaba usarlas aquí. El (Mayor Capitán) Yennir había dicho que sería un simple vuelo hasta la estación espacial.
—¡Uauu! Esa pasó cerca —dijo Guinna, pareciendo entusiasmada.
Una doble fue alcanzada. Sus escudos fallaron y ellos perdieron el control del dron. La comunicación entre los drones fue interrumpida. Vimos que el dron del (Mayor Capitán) Yennir se alejó intentando salir del medio de las rocas desordenadas.
—¡Vamos a seguirlo! —dije aterrado.
El otro dron siguió al (Mayor Capitán) Yennir.
—¿Qué estás haciendo, Guinna? Vamos con ellos
—¡Vamos a rescatar a nuestros compañeros alcanzados! —dijo Guinna seriamente.
—Ellos fallaron. El (Mayor Capitán) Yennir debe haber ido a llamar un equipo especializado en rescate. ¡Vamos porque, si no, seremos uno más que necesitará ser rescatado! —dije asustado.
Guinna me ignoró y se acercó al dron alcanzado.
—¡Asume el control de los brazos robóticos! ¡Sostén el dron de ellos por detrás!
—¿Eh? ¿Estás loca? ¡Nos vas a matar!
—¡Vete luego, porque si no, lo haré!
Desesperado, asumí el control de los brazos robóticos y cogí el dron afectado.
—¡Eso! —dijo Guinna confiada.
Ella nos tiró hábilmente del medio de las rocas, y luego vimos una nave. Ha sido dada la orden para acoplarnos a ella e ingresarla. Los dos Aspirantes rescatados, se nos acercaron y nos agradecieron. El (Mayor Capitán) Yennir y el otro doble que lo siguió, se acercaron.
—¡Muy bien! Realizaron lo esperado.
Iba a cuestionarlo, por qué él nos había colocado en peligro, pero...
—Todo eso fue ocasionado intencionalmente para probar la preparación de los señores en situaciones imprevistas. Para el doble que me siguió, continuarán con vuelos en drones hasta ser calificados en situaciones extremas. Para el doble que concluyó con éxito el rescate, pasarán para la próxima fase y luego irán a conducir naves mucho mayores —dijo el (Mayor Capitán) Yennir, mirándome a mí y a Guinna.
Volvimos al planeta y fuimos liberados. La mañana pareció muy larga. Era mitad de la tarde y vi que tenía una videollamada de Micahilla.
—¡Hola, Drih! Ya estoy mejor y volviendo a mi rutina. Te extraño muchísimo. Hagamos una cita para vernos. Te amo. ¡Besos! —dijo Micahilla sonriente.
¡Ella estaba linda! Su sonrisa me cautivaba. Pensamientos crueles me corroían.
«¿Ella o mi objetivo?» pensaba a todo momento.
Tenía que ser sincero. Envié un mensaje de texto para ella respondiendo.
Vamos a encontrarnos en el Rincón de las Flores al inicio de la noche.
Iba a ser sincero, pero iba a dejar que ella escogiera. Iba a hablar de mi objetivo de ser piloto interestelar y, si fuera para mantener la relación, caso fuera elegido para el próximo viaje interestelar, ella tendría que ir conmigo. Un pensamiento egoísta, pero tenía probarle a mi padre que yo era capaz. Iba a llegar donde él no consiguió.
Volviendo al alojamiento.
—¡Drinihian! ¿Qué expresión es esa? ¿Cómo fue su primer vuelo no simulado? —preguntó Kehnnir.
—¡Fue todo bien! Pasé para la próxima fase —dije no queriendo ser totalmente sincero.
—¡Uauu! ¡Muy bien! Entonces, fuiste elegido para la misión Strenfether.
—Aún no. Si fuera, lo sabré mañana. No dieron detalles de la siguiente fase.
—Comprendo. La misión Strenfether no debe demorar mucho ocurrirá suceder. Van a probar mi sistema de Drones Mineros. Voy a monitorear todo desde aquí del planeta. La misión Strenfether será una misión en un asteroide.
«Asteroide» pensé.
Sería interesante.
—Voy a salir. Cuadré con una amiga —dijo Kerhnir, pareciendo entusiasmado.
—¡También voy! ¡Voy a encontrarme con Micahilla!
—¡Genial, Drinihian! ¡Vamos!
Nos arreglamos y salimos. Seguimos caminos opuestos. Llegué al Rincón de las Flores. Ya había anochecido. Era un lugar de preservación natural, lejos de la gran ciudad, en un área de alto relieve. Me senté en el pasto, al lado de un árbol, y me quedé admirando el paisaje que daba para la gran ciudad que parecía nunca parar.
Pasó un tiempo y vi que Micahilla estaba retrasada. Iba a hacer una videollamada, pero sólo mandé un mensaje de texto:
Está retrasada. ¿Hubo algún imprevisto?
Luego enseguida, Micahilla, hizo una videollamada. Yo atendí.
—¡Hola, Drih! Perdóname. Es que...
¡Todo bien, Micah! Sé que tienes una rutina muy comprometida con tu trabajo, es por eso también que necesito conversar contigo —dije impaciente, interrumpiéndola.
—Sí. Estos últimos períodos me han dejado sin tiempo, pero voy a pedir un descanso alargado. Tu podrías pedir también, así podremos tener más tiempo el uno para el otro. Te extraño mucho. Te amo...
—Todo bien. Tampoco tengo tiempo y estaré más ausente. Inicié mi primer vuelo real y voy...
—Un momento, amor, es mi supervisora.
Ella me dejó en espera. Estaba sin paciencia, pero aguardé. De repente otra videollamada
—¿Señor, algún problema?
—¡Venga! Fue convocado para una emergencia. Preséntese inmediatamente —ordenó el (Mayor Capitán) Yennir.
Él colgó la llamada y yo interrumpí la mía en que estaba con Micahilla. Corrí directamente para el sector 31J01. Así que salí del Rincón de las Flores. Micahilla me regresó la llamada. No atendí y envié un audio convertido en mensaje de texto.
Perdóname. Cuando pueda volveré para que conversemos. Tengo que irme, porque me acaban de llamar para una misión de emergencia. ¡Hasta luego!
Seguí camino sin que nadie me interrumpiera.
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