—¿Cómo pude ser tan irresponsable? —me preguntaba todo el tiempo.
Tenía ganas de desistir de mi carrera de investigadora.
«Sí, es hora de desistir de todo» pensé, triste y decepcionada conmigo misma.
Desanimada con mi carrera y con mi relación con Drinihian, desistí de mí misma, sólo esperando que sucediera lo peor.
Perdí la noción del tiempo. No sabía si el alimento que llegaba era de la comida del día o de la noche, pues siempre venía lo mismo. Ellos eran rigurosos con castigos, pero no tenía idea de cuánto. Ser investigador o militar de la Agencia Espacial Mundial tenía sus ventajas y desventajas. Aunque no siendo militar, las penalidades para los investigadores eran del mismo nivel de los militares que desobedecían las órdenes o rompían una regla.
Era por un bien mayor mantener el orden para alcanzar un objetivo común de evolución tecnológica, pero había situaciones que, en mi opinión, eran exageradas, pero como acepté esas reglas, en el momento que vine para la Agencia Espacial Mundial, tenía que cumplir todo con rigor.
«Pero no había más sentido para eso» pensé llorando.
Mi carrera había terminado. Cansada de llorar y dormir, no sabía qué más hacer. Estaba a punto de tener un ataque de nervios, cuando una videollamada se inició.
—¡Dornnih! —dije llorando.
—¡Micahilla! Perdóneme por dejar que suceda eso contigo. Estoy haciendo de todo para ayudarte…
—¡Deténgase! Todo eso es mi culpa. Fui una irresponsable. Perdí la confianza de quien creyó en mí —dije, interrumpiéndolo y apartando mi mirada del suyo.
—¡Micahilla! Te prometo que usted no sufrirá más allí. Tenemos buenas noticias…
—¿Qué quieres decir con eso? —interrumpiéndolo nuevamente.
—Rescataron al (Mayor Capitán) Yennir y a los Aspirantes que estaban con él. ¡Todo gracias al mensaje que atrapaste!
—No lo podía creer. ¡Consiguieron rescatarlos! ¡Entonces mi esfuerzo no había sido en vano!
—¡Eso es maravilloso! Entonces todo lo que hice no fue en vano —dije con una sonrisa de felicidad.
—¡Exactamente! Por eso están revisando su situación. El (Capitán Teniente Coronel) Hennmi y estamos haciendo de todo para sacarte de allí cuanto antes.
—Así que me escuchó... —dije sintiendo un alivio emocional.
—Te pido que esperes un poco más.
Sonríe muy feliz. Él asintió con la cabeza, retribuyendo con su bella sonrisa, y terminó la videollamada.
Me sentí aliviada, no por la oportunidad que podría tener de salir de aquí, pero por las vidas que fueron salvadas gracias al mensaje de pedido de socorro que pude capturar. Me acosté feliz y cerré los ojos pensativa. Aunque cansada de dormir, terminé por quedarme dormida.
—¡Micahilla!, ¡Micahilla!
—¿Qué pasó? —dije, despertando asustada.
—Calma. ¡Soy yo! —dijo Dornnih, tocándome el rostro.
Le cogí las manos.
—¡Gracias!
Él ayudó a levantarme. Un Segundo Sargento trajo mis cosas, y yo la acompañé para cambiarme, lo que hice rápidamente, volviendo a donde estaba Dornnih.
—Vamos, pero hay unas condiciones que deberás cumplir mientras tanto.
—¿Qué sería? —pregunté cautelosa.
—Aún no fuiste liberada totalmente. Todavía están analizando tu caso. Probablemente te librarán de los castigos de detención, pero tendrás que cumplir algunas penalidades más ligeras, debido a la invasión del sistema sigiloso. Por mucho que fuera por una causa justa, no quieren aceptar tal actitud como justificación. Una de las condiciones para que seas liberada ahora es que tendrás que ser acompañada por un oficial militar, que seré yo en este caso, hasta que juzguen por completo tu caso.
Lo miré, sorprendida.
—No quiero estorbar tu rutina —dije.
—No estorbará en nada. Hice de todo para que fuera el militar que te acompañe. Así podré cuidar de ti.
Me quedé avergonzada. Él estaba siendo tan gentil, y venía ayudándome desde que lo conocí. Mi corazón aceleró. Nunca pensé que tendría ese sentimiento por otro fuera de Drinihian. Mi razón me decía para ser cautelosa y no confundir las cosas, pero mi corazón parecía estar quedando dividido.
—¿Qué pasó? Dije algo que no le gustó —preguntó Dornnih, pareciendo preocupado.
—¡No! ¡No! ¡Vamos!
—¡Excelente! Te quedarás en mi residencia, si no te importas. Fui liberado de mis actividades para poder acompañarte.
No sabía si sería una buena idea. Hace un buen tiempo vivo en un alojamiento de la Agencia. Tenía la residencia de mis padres, pero era muy lejos. Como él detendría para estar conmigo hasta que fuera juzgada por todos mis actos, no haría diferencia donde me quedara.
—¡Está bien, vamos!
Yo lo acompañé con mis sentimientos divididos Ya afuera la mano de Dornnih, pero algo me llamó la atención y lo solté. Miré hacia atrás. Parecía que alguien me miraba. No vi a nadie. Cogí nuevamente su mano. Él llamó un dron de transporte y abordamos. Después de un tiempo llegamos a su casa, que era muy grande y con vista al mar.
—Esa casa es muy acogedora y espaciosa, —dije admirada.
—Acompáñame.
Yo lo seguí hasta el piso de arriba que daba a una bella vista al mar. El Sol estaba cerrando su día.
—Es bonito —dije admirando la puesta del Sol en el horizonte marino.
Cuando miré a Dornnih, vi que él no paraba de mirarme. Mi mirada se encontró con la suya, y sin percibir mi rostro se acercó… Nuestros labios se encontraron y él me besó delicadamente. Me entregué a su beso, pero después de unos segundos, lo interrumpí. Había recordado a Drinihian. No estaba creyendo que me estaba enamorando de mi mejor amigo. No tenía seguridad si realmente era pasión, pero mi corazón estaba acelerado. Percibí que realmente me sentía atraída por él.
—¡Vamos con calma! —dije.
Él se apartó, avergonzado.
—No debería haberlo hecho. Estás en una relación. Perdóname. No pude contenerme. No se repetirá.
—Todo bien. Mi relación está confusa. Yo estoy confusa sobre mis sentimientos. Lo siento.
—Yo que pido disculpas. Está en tu casa. Lo que necesites puedes pedir a la Inteligencia Artificial, que te orientará donde están las cosas y me llamará cuando sea necesario. Voy a llevarte a tu habitación.
Yo lo acompañé y él me mostró la habitación donde me quedaría. Era muy espacioso, con una cama muy confortable.
—¡Gracias! —agradecí sonriendo.
—Estoy a la orden. ¡Qué descanses! Ya me estaba olvidando… voy a preparar algo de comer. Si prefieres te lo traigo aquí.
—Hay un área para eso, la vi cuando entramos. Puedes preparar la mesa que cuando esté lista, iré allá para saborear la comida contigo.
Él sonrió.
—Muy bien.
Dornnih salió y fui a bañarme con agua caliente. Después de un tiempo, relajándome, fui notificada por la Inteligencia Artificial de la casa que estaba todo listo para la comida. Me arreglé y salí de la habitación. Lo vi sentado a la mesa, con una bella cena servida y con muchas cosas que se veían sabrosas.
— ¿Tú preparaste todo? —pregunté, curiosa.
Él sonrió y no me respondió. Se levantó para ayudarme a sentarme, y se sentó nuevamente.
—Puedes empezar por donde quieras.
Era tanto que no sabía por dónde empezar, pero como parecía que no comía algo tan sabroso hace tiempo, lo que estaba más cerca de mí, lo tomé. Comencé a comer rápidamente, sin ninguna elegancia. Cuando me di cuenta, miré a Dornnih, que me miraba sonriendo.
—Vi que te gustó —dijo él, cogiendo algo frito para comer.
Continuamos con la comida. Ya al final, cuando iba a decirle algo, oí el sonido de una notificación.
—Tendremos que volver a la Agencia mañana temprano —dijo Dornnih, leyendo el mensaje que acababa de recibir en su comunicador.
—¿Qué pasó? —pregunté, preocupada.
—Esta será tu oportunidad de recuperar tu carrera.
—¿Qué quieres decir? ¿Cómo?
—Es sobre la misión Crommirris. encontraron una solución para el virus.
—¡¿Perfecto, pero en que sería útil, ya que han encontrado la solución?!
—Analizaron sus investigaciones sobre la comunicación por entrelazamiento cuántico. Se sorprendieron, porque estás cerca de encontrar una solución para viabilizar ese tipo de comunicación. Quieren enviar la respuesta a la colonia lo antes posible y quieren darte la oportunidad de hacerlo.
Me emocionó lo que Dornnih me había dicho. Sería un desafío, pero estaba tan cerca de una solución, que tal vez fuera posible.
—¡Sí! creo que puedo hacerlo, pero... ¿Y si fallo? —pregunté, preocupada.
—Creo en su potencial, y si no puede lograr lo que están buscando, no hay problema. Voy a estar contigo todo el tiempo —dijo Dornnih, sonriendo.
Le sonreí agradecida, y tratando de tener confianza en mí misma.
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