A veces solo no puedes evitar querer hacer algo, simplemente lo haces y ya.
Eso incluye sacrificar una parte de ti, o más.
A veces solo quieres no quedarte con el hubiera, solo quieres ayudar.
Después de ser desterrado de su lugar entre las divinidades, Hvit se encuentra en el mundo mortal, al cuidado de un melancólico chico de nombre Daudi. Atados por una serie de acontecimientos, Hvit no podrá hacer nada sin su compañero humano y Daudi tendrá que acoplar de momento a Hvit entre las personas; todo esto mientras una serie de muertes aterran a la ciudad y muchos gatos corren a ellos por ayuda divina.
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