Capítulo 8.
LA FAMILIA DEL ROSARIO.
Se encontraba una joven dama sentada en el jardín del Ducado del Rosario cortando algunos tulipanes los cuales terminaría en un jarrón dentro de su habitación, pues eran su flor favorita para decorar, el mayordomo de la familia salió con la señorita parándose varios pasos lejos de ella–Lady Tulip, su padre finalmente llego de su viaje de negocios con el reino vecino- entrego las flores al hombre y fue al encuentro de su amado padre, el duque Del Rosario abrazo a su hija cargándola para darle algunas vueltas para posteriormente entrego unos libros de magia que había conseguido, pues su familia era conocida por tener a los mejores magos del reino; al día siguiente por la tarde lady Tulip se encontraba frente a una pantalla transparente como todos los finales de mes mirando las noticias del reino vecino pues, le fascinaba la gran diferencia que existía entre los reinos –En últimas noticias la semana pasada fue el debut social de nuestro príncipe heredero- dijo el hombre de las noticias para después mostrar un video del antes mencionado acompañado de su padre el actual emperador, en ese momento la joven Tulip quedo fascinada por la apariencia del joven; de ese día en adelante empezó a estudiar las costumbres del reino vecino y los gustos del príncipe heredero, creando una preocupación en su padre se preocupó, pues ya no salía como antes a las fiestas o a sus paseos semanales, al final termino por apoyarla, ya que el lograr tener un acercamiento con el imperio vecino sería muy útil al momento de negociar.
Han pasado dos años desde que comenzó el enamoramiento de la señorita Tulip por el príncipe heredero, tan fuerte fue su obsesión, que su familia se volvió cercana a la familia imperial de su reino natal para asegurar más posibilidades de conseguir su cometido, al año siguiente fue enviada como represente de la familia imperial, para hacer presencia en el cumpleaños del segundo príncipe, con emoción acepto la invitación y así fue como consiguió su primer acercamiento con su Majestad el príncipe heredero Alexander Blade; Se le recibió en el palacio como una invitada especial debido a que venía respaldada por la familia imperial Venkov; mientras paseaba por los pasillos del castillo pudo escuchar el hermoso sonar de un violín, con curiosidad se asomó por la puerta y miro a la joven de cabellos negros, la cual si sus libros estuvieran ilustrados sería uno de los ángeles que se describen que tocan a la llegada del apocalipsis, pues encantaría a cualquiera que la escuchara y viera, la joven dejo de tocar cuando noto la miraba de Tulip sobre ella, a la cual miro con lo que parecían dos rubís -¿Puedo ayudarla en algo señorita?- la pregunta hizo que Tulip volviera a la realidad -Solo buscaba a alguien con quien conversar-. Luego de ese encuentro las dos jóvenes comenzaron a llevarse bien, pues sus personalidades se complementaban bastante bien y decidieron pasar juntas el tiempo restante antes de ir a prepararse para la fiesta conversando acompañada de una taza de té, Tulip tuvo suerte, pues debido a que iba como representante de la familia Venkov pudo pasar tiempo a solas con el príncipe heredero el cual parecía no ser de muchas palabras, todo parecía marchar de maravilla para ella, al menos si se seguía esforzando lograría su sueño de casarse con Alexander. Durante la hora de la fiesta le fue imposible encontrar a su nueva amiga la hija del duque Midelford y aprovechándose de no tener compañía intento mantenerse cerca del príncipe heredero sacándole conversación con temas que sabía que eran de su interés logrando captar su atención, uno de los mayordomos finalmente anuncio una presentación especial para el segundo príncipe, Tulip se encontraba de pie al lado de Alexander cuando se empezó a escuchar una dulce melodía, era la misma que había escuchado más temprano, no tardó en aparecer Suley en el escenario con un vestido blanco y toques tan rojos no tardo en cautivar la mirada de los presentes, pues la melodía iban acompañados con uno iba danza.
Tulip se encontraba feliz de verla tan brillante sobre el escenario, pero no duro mucho al notar que Alexander parecía perdido el rojo de los ojos de Suley, intento llamar su atención, pero fue ignorada y cuando giro completamente a verlo le fue imposible ignorar la cara de amor que tenía el príncipe hacia la hermosa doncella que tocaba, esa mirada Tulip la quería solo para ella y cuando noto que todo su esfuerzo se estaba desmoronando por una simple violinista, Lady Suley paso de ser un hermoso ángel del apocalipsis, aun demonio que le había arrebatado el amor que tanto anhelaba desde hace años. Después de la gran fiesta, Tulip regreso a su casa con odio y planes de venganza en su cabeza, pues ella tenía que ser la mujer que Alexander mirara con atención, no a otra persona, con los días pasó a ser una terrible obsesión que la llevaría a ser capaz de cualquier cosa.
Dos años después, Tulip se enteró de que su amado Alexander se había casado con el demonio de ojos rojos y esperaban su primer hijo, algo que le hizo enfurecer, pues había maldecido a Suley para que fuera incapaz de tener algún heredero para el reino y así tratar de conseguir una oportunidad. Al percatarse de que su plan no dio resultado, hizo que su padre empezara una conspiración para deshacerse de la emperatriz y que ella pudiese quedarse con el puesto.
Luego de la fiesta donde Suley se había presentado como emperatriz, ambas habían decidido mantenerse en contacto, pues la emperatriz estaba feliz de poder reencontrarse con una vieja conocida y continuar con su amistad, sin embargo, para Tulip era una forma de estar al pendiente de su rival y sus movimientos, así pasaron dos años más y decidió ir a visitar a su vieja amiga aprovechando que el emperador se encontraba cuidando de su moribundo padre, a su llegada quedo sorprendida al descubrir que eran dos niños y ambos con una apariencia inusual la cual decidió dejar de lado. Ya que ese día era crucial para Tulip pues, por fin, tenía la oportunidad de realizar su plan sin que Alexander se encontrará a su alrededor, mientras la emperatriz servía el té, intento apuñalarla por la espalda, pero no funciono, pues, el pequeño Apolo lloro haciendo que Suley se diera la vuelta para atenderlo, después de eso no volvió a intentar nada así el resto del día dejándolo transcurrir normalmente y antes del anochecer Tulip se fue del palacio decepcionado.
Cuando los gemelos tenían tres años el Duque del Rosario decidió amenazar a su majestad el emperador Alexander, la emperatriz se dio por muerta en un trágico accidente, ya que Tulip no quería ver los nombres de los gemelos, volvieron a amenazarlo, logrando así que, Apolo y Polaris Blade desaparecieran del libro de la familia imperial o al menos del que todo el mundo puede ver; dos años después Alexander y Tulip se casaron cumpliendo el sueño de Tulip, la cual al ya no tener a nada más que aspirar comenzó a desear más y más.
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