- ¡¡Diablos!! Ésta dama es peligrosa – Me dije. – ¿Cual es la idea?
- La idea es salir de la ciudad madre e ir a las afueras de la frontera. Por cierto la pista es un lugar oscuro, donde la noche pregona. Es un acertijo de ubicación. Descúbrelo.
- No entiendo nada. Tampoco puedo moverme.
- Calma el efecto se terminará en..1..2.3 – mira ella su cronometro computarizado que posee en su mano derecha. – ¡Listo! – Caciope se movió de su lugar que era el cuerpo del looter.
Como por arte de magia el cuerpo de Mikonos se estableció. Sentía un picor en los músculos.
- Ahora bien. ¿Supongo que usaste veneno de zorzal no?
- Eres inteligente. Con ello pude inutilizarte a ti y a los otros
- ¿No entiendo por qué con ellos?
- Para ganar tiempo. Son como garrafas (garrapatas) que se impregnan en tu piel y recopilan información.
- ¡¡Señorita intrépida!!…¿Te has dado cuenta de algo?
Caciope lo mira, mientras Mikonos se ajusta su chaleco, acomodándolo cuidadosamente.
- Ese suero es letal en diferentes seres. Puede producir anomalías corporales y locuras extremas.
- ¿Y que con eso?
- ¿Se lo diste a un reptiloide?
- Bueno si… - pensaba con su dedo en el labio.
Un fuerte alarido se siente a lo lejos destrozando una casa. El humo se expande, generando fuego.
- ¿Qué fue eso? – Preguntó Caciope. -
Mikonos la observó irónicamente como dando a explicar su opinión.
- ¡De eso te hablaba! Debemos irnos de aquí. Pronto vendrán todos. Y no creo que al Car le sea de agrado que a uno de sus hombres le hayan dado un veneno.
- No te preocupes, para algo existe el engaño. Se ve que conoces el zorzal.
- Digamos que lo he usado. ¿Estuviste en Nuria?
- ¿Cómo lo sabes?
- Solo ahí, lo puedes conseguir.
- Pudo haber sido otra persona – le dice mientras avanzan al carro de ella.
- Nadie puede adquirirlo sino es del animal, personalmente.
- El mercado oscuro es grande para conseguirlo – expresó con altanería
- No lo creo. Los zorzales se esconden adentro de las junglas y para llegar a ello se debe hacer un pacto de silencio mágico.
- ¡Ahh! Eres un buen looter.
- Se lo importante.
Ambos entran al carro. Caciope lo coloca en marcha manipulando los interruptores de encendido con luces de un rojo matiz para acelerar la velocidad.
- Quiero aclararte. Punto uno. Todo lo que está aquí es intocable. No quiero juegos de un ladrón.
- Lo mismo digo. Nada de tretas.
- Bien. punto dos. Solo hago una excepción contigo.
- ¡¡Perfecto!!
- Y punto tres. Nada de compañerismos. Ni nada de como esta tu día. Ni nada de hacerme un llamado para decirme, ¡¡Mira!! ¡¡Pon éste video que es interesante!!, o por ejemplo.. ¡¡Oh wow!! Vamos a ver esa película.
- ¡¡Oyee!! ¡¡Ya me quedó claro!! No me pondría amigable contigo ni que fueras el último ser vivo en el universo.
- ¡Bien así es mejor!
- Y menos aún romántico. No eres mi tipo de mujer.
- Pues descuida, tampoco eres mi tipo de hombre. Eres insoportable.
- ¿Ahh si? Parecías otra dama cuando me diste aventón.
- Apariencias Noir. Apariencias.
- ¡¡Mujer horrible!!
- Hombre pervertido, asqueroso y repulsivo.
- ¡¡Ey!! Fueron tres insultos yo solo te dije uno.
- Solo fue uno combinado contigo. – Expresa con desdén y antipatía. No me distraigas debo conducir.
- ¡¡Bahh!!
Como perro y gato ponían en marcha la máquina.
- ¿A dónde nos dirigimos?
- ¡¡Uff!! Ya te he dicho. Hacia las afueras de la frontera.
- Quisiera pasar por un lugar antes.
- ¿Que debes pedir permiso alguna de tus prometidas?
- ¡¡Cierra la boca!! Y no le debo nada a nadie.
Se ríe ella.
- ¡¡Te enfadas con facilidad!!
- El enfado es un sentimiento brusco producido por una alteración externa. Digamos – Y la mira a ella.
- Al menos hago del clima un trato agradable.
- Si, para ti. Bien. ¡¡Olvídalo!!.
- Bueno, señor ocupado. ¿Dónde debemos ir?
- Quiero ir a la ciudad Bronx.
- ¿Bronx? ¿Ese nido de malvivientes? Bueno sabía que no eras un ser honorable, pero lo bajo del submundo brilla allí en su esplendor.
- Ya deja de metaforizar tonterías. Tengo un contacto que puede ayudarnos.
- ¿Jaa? Acaso existe alguien que haya estudiado?
- Puede que sepa del asunto.
- No muchos conocen la leyenda de ídolo. – Da un giro con el carro en otra dirección Caciope.
- Pues para ser sincero tampoco sabía mucho. Leí éste libro, y resulto bastante plausible en sus informes. Incluso esa veracidad me invita a la curiosidad.
- ¿¿Mi libro??¿Otra vez lo tomaste?
- ¡Je! ¡Je! Es un secreto. – y se lo devuelve. – Haz estudiado bastante sobre ello.
- Así que lo leíste. Son notas de años de trabajo – Expresó Caciope.
- ¿Te obsesiona el poder? ¿O la fama?
- Algún día te diré.
- ¿Y Car?
- Es un tonto mafioso. A penas sabe con lo que está tratando. Su organización es una pirámide en la cual él, solo es una pieza utilizable.
- Ya veo. Algo a descartar.
- No tan así. Tiene mucho poder en el planeta.
- ¿Y tu que eres de él?
- Solo una empleada para ciertos trabajos. Y éste en especial me interesa bastante.
- Bueno tus notas lo demuestran.
- ¿Leíste el libro?
- Algunas partes. La leyenda, su creación. La aleación que posee.
- Tiene un organismo de energía interna. Tan poderoso como un millón de supernovas y más aún. Pero su magnitud según se dice alcanza a transformar todo en un agujero oscuro.
Mikonos al oír esas palabras frunció el ceño. Parecía algo imposible.
- No me mires así. Es la historia oral. -
- ¿Mmm? No es que te observe con cierta extrañez. Es que me resulta poco plausible que al explotar formase un extenso agujero de oscuridad.
- Eres duro de mente. Ya te he dicho que son las historias.
- Te podría creer porqué así funciona la mentalidad de un curioso. Todos tememos a lo extraño o inexplicable. Entonces nacen historias épicas y foráneas que escapan a la comprensión y nos produce miedo.
- ¿Entonces creer es temer? ¿Piensas que le temo a la destrucción? Por no poder discernir según la teoría del looter. Que en cambio es un escéptico declarado.
- ¡¡Claro que!! Como saqueador estoy abierto a todo lo que exista, sin embargo no puedo dejar de investigar.
- Entiendo tu teoría. Como la oscuridad
- ¿Oscuridad?
- Así es mi querido looter. Al temerle a lo que nuestros ojos no ven, creamos figuras con elementos de nuestra mente. Y todo por ese bendito pánico a ser atacados – expresó con modestia – Claro al no poder determinar que es el ídolo y el miedo al verlo por su creador, la ignorancia creó una leyenda macabra de poder absoluto dándole titulo de dios a un objeto inanimado.
- ¿No sé por qué me perdí? – Se preguntó Mikonos
- ¡Olvida ello!. ¿Indícame dónde dirigirnos?
Mikonos tomó su móvil portátil. Encendió el aparato para comunicarse. Al hacerlo, un numero grande mensajes llegaban desde su aparato telefónico.
- Mikonos, soy Lerna, quería saber sobre el asunto del rostro de oricalco.
- Mikonos..nuevamente hola, podrías responderme
- Mikonos, ¿De nuevo dejaste el aparato apagado?
- Mikonos, eres lamentable.
- ¡¡Mikonos!! ¡¡E-N-C-I-E-N-D-E E-L M-A-L-D-I-T-O A -P-A-R-A-T-O!!
- ¡¡UFF!!
Noir, revisaba cada uno de esos mensajes, que no eran muy alentadores que digamos.
- ¿Ocurre algo? – Pregunta Caciope. -
Mikonos, mira sin responder como haciéndose el distraído.
- ¡No!, ¡Por ahora!
- ¿Tu dama te esta regañando? ¡Je! ¡Je!
- ¡¡Claro que no!!
- Es como una socia de muchos otros, y otras que tengo.
- ¡Creí que trabajabas solo¡
- Lo hacía hace mucho tiempo.
El móvil comenzó nuevamente a sonar. Vibraba incesantemente. Mikonos lo tomó nuevamente pensando que era Lerna. Era una llamada
- ¡Oi! (hola)
- ¡¡Tontoo!! – Se escucha un grito desaforado, efecto que hace que Noir aleje con auricular de su oído. Ese movimiento, le causa gracia a Caciope. - ¿Dónde está el rostro de oricalco?
- ¡Pues veras!
- Eres un completo idiota, seguro lo vendiste a otro..¡¡¡Quiero mis chelines!!!
- ¡¡Ey!!..Ya lo tendrás. Hubo complicaciones. Ya estaremos llegando a las afueras de la ciudad, al satélite.
- ¡¡Más te vale!! Te estaremos esperando con Lerna.
- ¡Pronto llegaremos!
- ¿A qué te refieres con llegaremos? ¿Vienes acompañado?
- Se puede decir que sí..es una historia larga de narrar.
- ¡¡No traigas mujerzuelas, ni vagos, ni animales perdidos, ni tampoco quiero súcubos, homúnculos, demonios, ángeles, plantas, insectos, rocas, fragmentos de chatarra; En definitiva no traigas basura a mi establecimiento.
- ¡¡Ey!! Es mi hogar también.
Caciope oía todo lo que decía, y la vena aorta de su frente se iba inflando de la furia y enojo por todos los apelativos que se venían exprimiendo entre Louis y Mikonos.
- La humana que viene conmigo no es ninguna…. – Expresa Mikonos, y antes de terminar recibe un coscorrón en la cabeza de Caciope.
- - ¡¡GGGRRR!! Dile a tu amigo, amiga, o lo que sea que fuere que se las va ver muy mal – Los ojos de Caciope se pintaron de rojo y su rostro parecía gigante frente a mí con su vibra de enojo.
- ¡Ehh! Mikonos…¿Mikonos?
- ¡¡Uff!! – Se corre a un costado del asiento Mikonos. - ¡¡Louis, no vemos!!
Caciope mantiene su vista al frente con rostro serio.
- ¡Estemm! – Se rasca la cabeza Mikonos – ¡¡Ehh!!.. ¿Bonito día no?
- ¡¡Cierra la boca!!
Lo que continuó del trayecto y se mantuvo en silencio puro. Noir mientras contemplaba el paisaje.
Al arribar a la zona fronteriza conocida como satélite. Se podía ver a una gran esfera cerca del poblado de algunas minúsculas casas que se entremezclaban con la masa corpórea de lux. Una gran roca que se ubicabamás allá de la atmosfera.
- Realmente es increíble. – Dijo Caciope. -
- No, si estas acostumbrada – Respondió con poco ánimo de palabras.
- ¿No te han dicho que eres un aguafiestas?
- Si, como unas mil veces. A la novecientas noventa y nueve ya te acostumbras.
- ¡Ya veo! – Frunce el ceño.
Se adentraron en el poblado polvoriento de estirpes antiguas. En los alrededores había
cacharros de todos tipo de máquinas perteneciente a guerras pasadas como también otras
Maquinas desgastadas. Un mecánico en su trabajo ex*ende su mano en son de saludo a
Mikonos que lo devuelve desde la ventanilla. Luego otra persona.

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