–Hola– saludé a Abril y Charlie. –, ¿qué tal? Soy Mariann–

–Holaa– dijeron los dos a la vez. –todo bien, ¿y tú?– dijo Charlie.

↻

De repente la puerta de la sala se abrió. Todos nos giramos y pudimos ver a Jack entrando a la sala. –Buenas noches, me llamo...–  subió la mirada y nos vio, todos estábamos sorprendidos, ¿qué hacía Jack allí? 

–¿Jack?– pregunté. –. ¿Qué haces aquí?– nos quedamos mirándonos unos segundos, Jack estaba con el uniforme de trabajo del karaoke. ¿Acaso Jack trabajaba allí? 

–¿Trabajar?– Vi como Edward ocultaba soltar una carcajada. Jack enseguida se sonrojó.  

–Edward.– Le di un codazo para que no se riera.

–¿Vosotros qué hacéis aquí? Se supone que es un club para mayores de edad.– Dijo mientras se cruzaba de brazos.

–Contactos. – dijo Edward. Jack suspiró.

–Bueno, ¿vais a pedir algo de beber?

–¿Tienes un menú?– Jack asintió y nos dio el menú de bebidas, pero, oh que sorpresa (sarcasmo), todas tenían alcohol. –Pero si todo tiene alcohol. – Dije en un susurro el cual no pretendía que nadie escuchara, pero al estar todos callados lo escucharon.

–Por algo es un club para mayores de edad...– dijo Jack. 

–¡Ya sé!– dijo Edward mientras se acercaba a Jack. –, ¿podrías traernos algo fruity? – preguntó Edward mientras hacía un gesto con la mano 🏳️‍🌈 (no sé como describirlo mejor). Jack rio y apuntó algo en una libreta. Edward se giró hacía nosotros –. ¿Qué os parece?–

–Pero, Edward-

–¡Me apuntó!– me interrumpió Karmen. Edward me miró.

Negué con la cabeza. Edward asintió. –¡Agh, vale!– me rendí, (sí, me rendí muy rápido ¿qué le hago?). –. ¡Pero luego si termino borracha tu se lo vas a explicar a mis padres!– le amenacé, Edward asintió varias veces con la cabeza.

–¿Tú quieres?– le preguntó Roxy a Ricky. 

–¡Yo quiero!– le dijo Abril a Roxy.

–¡No, tú no puedes! ¿Qué pensarán tus padres si te ven así, eh?

–Jooo, pero yo quería.

–No, y punto final. – Abril suspiró. –Entonces, ¿tú quieres?– volvió a preguntarle a Ricky.

–La verdadera pregunta es, ¿tú vas a querer?– Roxy se lo pensó unos segundos.

–¿Si bebo me vas a cuidar tú?– Ricky asintió con una sonrisa. –¿Y si compartimos bebida?–

–¿Te sentirás mejor si compartimos la bebida?– Roxy asintió. –Si así te sientes mejor entonces sí.– Ricky se acercó más hacia Roxy, y ella sonrió. Me giré. Edward sonrió. 

–Entonces yo también quiero.

–¡Víctor!– dije sorprendida–. ¿Cómo que tú también?– negué con la cabeza. –. Alcohólicos.– Susurré, Víctor rio.

–Entonces, ¿qué se supone que tengo que traer?– preguntó Jack, atrayendo nuestra atención.

–Cinco bebidas fruity. – Le respondió Edward. 

–Tendré que hablar con Yasmine para ver si os las puedo traer, pero vale.

–Pues habla con ella, no creo que haya problema. – Dijo Edward despreocupado mientras empezaba a escoger qué canción iba a cantar.

–Está bien. – Dijo Jack mientras salía por la puerta.

–Quiero cantar algo de Britney Spears... – dijo Edward mientras seguía buscando qué canción cantar. –¡Mariann, Mariann!–me llamó–. Tenemos que cantar “Oops!...I Did It Again”– dijo emocionado.

–Pero si siempre la cantamos.

–¿Qué importa?– sonrió.

–Edward– empezó a sonar la canción–, yo no- I think i did it again– empecé a cantar poniéndome al lado de Edward.

–I made you believe we’re more than just friends, oh baby– continuó Edward.

–It might seem like a crush, but it doesn’t mean that i’m serious

–’Cause to lose all my senses, that is just so typically me. Oh baby, baby.

–Oops, I did it again. I play with your heart, got lost in the game!– cantamos los dos a la vez.

Jack

Salí de la habitación donde se encontraban mis compañeros de clase. Llegue al bar, donde hacemos las bebidas. –Yasmine– la llamé, ella me miró. –En la sala trece han pedido bebidas “fruity”– Yasmine asintió. Levanté una ceja confundido. –¿Sabes que son menores de edad?– 

–Sí, es mi sobrina y sus amigos. No hay problema, si les pasa algo yo les cuidaré.– Sonreí y procedí a hacerles las bebidas. Me bastó tan solo cinco minutos para tenerlas todas listas, se podría decir que ya tengo bastante experiencia, y eso que solo llevaba unos meses trabajando. 

Justo cuando les iba a llevar las bebidas mi teléfono vibró, me habían mandado un mensaje.

Bro’s

Nathaniel: ¿Alguno queda está noche?

Oliver: Yooo

Jack: Estoy trabajando.

Nathaniel: Joder bro, siempre estás trabajando

Rodé los ojos y guardé el móvil. Cogí las bebidas para poder continuar con mi trabajo y caminé hacia la habitación. Abrí la puerta y me encontré con Roxy, Abril e Isaac cantando “Get back” de Britney Spears mientras bailaban, -Si es que a eso se le puede llamar bailar-, mientras Ricky se reía, Edward les animaba mientras les sacaba fotos. Y sí, sé que es Britney Spears porque me gusta Britney Spear, ¿algún problema?

Carraspee la garganta y hablé –Aquí tenéis las bebidas– dije mientras las dejaba en una mesita que había delante de un sofá. Edward fue casi que corriendo a coger la bebida, mientras Mariann soltaba en leve “Gracias " .–. Si necesitáis algo más preferiría que no me llamaseis, pero lamentablemente es mi trabajo. – Terminé de decir y salí de la habitación. Debo de admitir que me daba envidia verlos allí, siendo todos un grupo de amigos. Intenté no pensar en eso pero fue... Bueno, digamos que fue algo un poco imposible. Vaya noche.

Mariann

–¡Dios mío Mariann esto está buenísimo, tienes que probarlo!

–Edward estoy a tu lado, no hace falta que me grites. – Edward rodó los ojos. Me acerqué más a la mesa y cogí un vaso, probé la bebida y... Debo admitir que estaba muy buena. –Pues sí, está de puta madre. – Edward sonrió. 

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Habían pasado un par de horas, y obviamente el alcohol ya había hecho efecto. Aparte de que Edward había insistido en pedir más y más bebidas.

–Entonces vimos una floristería y de repente va y dice Abril; “Mira unos putilanes”– Roxy se quedó unos segundos pensando. –No, espera– empezamos a reírnos. –. Era tulipanes, no putilanes. – dijo entre carcajadas. Mientras estaban Ricky y Víctor cantando “Don’t stay” de Linkin Park. Roxy se giró para poder ver a Abril, que estaba dormida junto a Charlie. –Esta puta niña– empezó a zarandear a Abril. –¡Abril, chica despierta!– Abril abrió los ojos.

–¿Qué pasa? Estaba soñando que comía croquetas, pero que eran de jamón– hizo una cara de asco. Todos empezamos a reírnos, otra vez. –Oye Roxy– la llamó. –. ¿Me acompañas a casa?– Roxy hizo una mueca. –Ándale, acompáñame, no quiero irme sola.–

–Está bien– Roxy bostezó. –. Pero solo porque ya me ha dado sueño.– Se levantó. 

–Oye, si sería buena idea que nos fuéramos ya– dije mientras bostezaba yo también. 

–No, no, tenemos que cantar una última canción– me dijo Edward exaltado. Mientras Charlie, Abril, Roxy y Ricky salían de la habitación.

–Ves, se van sin nosotros.

–Venga una más, sólo una más.– Me miró haciendo un puchero. Cerré un poco los ojos.

–Está bien– dije alargando la “e”. –Víctor, ¿te apuntas?– Víctor sonrió mientras asentía.

–Ir eligiendo una canción, mientras voy al baño.– Edward corrió hacia la puerta, casi se resbaló. Solté una carcajada y me levanté, acercándome a Víctor para poder elegir la canción.

–¿Tienes alguna sugerencia?

–Sí, tengo la canción perfecta.– Sonreí ante su seguridad. 

Un par de minutos después Edward volvió del baño.

(Procede a poner Sixteen de Ayesha Erotica)

Sí, la canción “perfecta” que había dicho Víctor era Sixteen de Ayesha Erotica. Y sí la cantamos a todo pulmón, aún sabiendo que ninguno de los tres teníamos dieciséis.

Estábamos a punto de salir de la sala. –Ir saliendo, yo ahora voy– Nos dijo Edward.

–¿Seguro? Si quieres te esperamos.– Edward negó con una sonrisa.

–No, no, ir saliendo, no tardo. – Miré a Víctor confundida, pero hicimos caso a Edward y salimos del local. No sin antes despedirme de mi tía y pagar.

–Yas, nos vamos. ¿Cuánto va a costar todo?

–No, no, está lo paga la casa.– Dijo mientras negaba varias veces con la cabeza. 

–¿Qué? No, algo tendremos que pagarte. – Volvió a negar con la cabeza.

–Tener cuidado al volver a casa. – Prácticamente nos echó del local.

Jack

Fuí hacia la sala trece, dado que había escuchado que ya se iban. Pues tendría que limpiarla. Estaba por el pasillo, delante de la puerta cuando esta se abrió y salió Edward. Pero como estaba borracho se resbaló y cayó hacia delante, ¿y quién estaba delante? Yo. Lo cogí por la cintura para que no se cayese, y él apoyó sus manos en mis hombros.

–Uy, perdona– soltó unas risitas. –. No debería de haber bebido tanto. – Volvió a reír. Me quedé unos segundos mirando su sonrisa, que provocó que yo sonriera también.

–No...– Volví a mirar sus ojos y carraspee la garganta. –No pasa nada.– Nos quedamos unos segundos mirándonos fijamente.

–Oye, Edward, que has dicho que no ibas a tardar. – Escuchamos a Mariann decir mientras venía por el pasillo. Lo solté rápidamente y él me empujó.

–Sí, lo sé. ¡Ya voy! – ¿Qué coño acababa de pasar?