Dani se acercó a Lucie y la tomó de la mano. "Vámonos", dijo.
Salieron de la casa. En el camino, Lucie no pudo evitar pensar en lo que había sucedido con Nicholas. Se sentía confundida y a la vez intrigada. Nunca antes había experimentado algo así.
Al llegar a la casa de Dani, entraron y se sentaron en el sofá. Dani le sirvió una taza de té a Lucie y luego se sentó frente a ella.
"¿Quieres hablar de ello?", preguntó Dani.
Lucie asintió. "Sí", dijo. "Creo que sí".
Le contó a Dani todo lo que había sucedido con Nicholas, desde el beso hasta la conversación que habían tenido. Dani la escuchó atentamente sin interrumpirla.
Cuando Lucie terminó de hablar, Dani le dijo: "No te preocupes, Lucie. Todo esto es normal. Los vampiros somos criaturas seductoras, y nuestro poder puede ser muy fuerte".
"¿Pero por qué me besó?", preguntó Lucie. "No somos pareja".
"Es una forma de mostrarle a alguien que es bienvenido, supongo", dijo Dani.
"Pero yo no me sentí bienvenida", dijo Lucie. "Me sentí incómoda".
"Lo entiendo", dijo Dani. "Es normal que te sientas así al principio. Pero no hay nada de qué temer. Nicholas no te hará daño".
"¿Cómo puedes estar seguro?", preguntó Lucie.
"Porque lo conozco", respondió Dani. "Es mi amigo desde hace mucho tiempo y mi padre".
Lucie se quedó pensativa. No sabía qué creer.
"¿Y qué debo hacer ahora?", preguntó.
"Eso depende de ti", dijo Dani. "Si no te sientes cómoda con la presencia de Nicholas, puedes decirle que se vaya".
"¿Y si quiero quedarme?", preguntó Lucie.
"Entonces puedes quedarte", dijo Dani. "Pero debes saber que esto es solo el comienzo. La vida con un vampiro puede ser muy emocionante, pero también puede ser peligrosa".
Lucie se quedó en silencio, pensando en lo que Dani le había dicho. Sabía que tenía que tomar una decisión, pero no estaba segura de cuál era la correcta.
De repente, se escuchó un ruido en la puerta. Lucie y Dani se miraron, ambas con el corazón palpitando.
"¿Quién es?", preguntó Lucie en voz baja.
Dani se levantó y se dirigió a la puerta. La abrió con cuidado y asomó la cabeza.
"Es Nicholas", dijo.
Lucie se levantó y se acercó a la puerta. Miró a Nicholas, que estaba parado en el umbral, con una expresión de preocupación en su rostro.
"He venido a disculparme", dijo Nicholas. "No debí besarte sin tu consentimiento".
Lucie lo miró en silencio. No sabía qué decir.
"Sé que te confundí y te asusté", dijo Nicholas. "Y lo siento de verdad".
Lucie respiró hondo. "Te perdono", dijo.
Nicholas sonrió. "Gracias", dijo.
"¿Puedo entrar?", preguntó.
Lucie lo miró un momento más y luego asintió. "Sí", dijo. "Entra".
Lucie se encontraba en un estado de confusión y fascinación. La experiencia con Nicholas la había dejado conmovida, y su deseo crecía cada vez más. En su interior, una chispa de transformación se encendía, anhelando unirse a su amado Federico en el mundo de los vampiros.
Dani, por otro lado, se encontraba en una encrucijada. La idea de convertir a Lucie en un vampiro la llenaba de temor, pero también comprendía el profundo deseo que ardía en su amiga.
Finalmente, Dani cedió ante la súplica de Lucie.
Dani bebió de la sangre de Lucie, sellando el vínculo entre ambos. Luego, con un gesto solemne, le dio a Lucie su propia sangre para que la bebiera. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Lucie mientras la sangre de Dani corría por sus venas, llenándola de una energía nueva y vibrante.
En cuestión de segundos, la transformación se completó. Los ojos de Lucie se tornaron de un color rojo intenso, sus colmillos crecieron y su piel se volvió pálida y fría. Lucie había nacido como vampira, unida a Federico para siempre.
Al principio, Lucie se sintió desorientada por su nueva naturaleza. Sus sentidos se habían agudizado y su fuerza era sobrehumana. Sin embargo, con los meses, se adaptó a su nueva vida, aprendiendo a controlar sus poderes y disfrutando de las ventajas que le brindaba ser un vampiro.
Dani, por su parte, se convirtió en un mentor para Lucie, guiándola en su nuevo camino como vampira. A pesar de sus temores iniciales, Dani se alegró de ver la felicidad que Lucie y Federico encontraron juntos, y se sintió orgulloso de haber jugado un papel en su transformación.
Lucie y Dani discuten sobre el incidente con Nicholas, donde Lucie se sintió incómoda por su beso. Dani trata de tranquilizarla, pero Lucie se queda indecisa sobre cómo proceder. Nicholas aparece para disculparse, y Lucie lo perdona, permitiéndole entrar. La discusión despierta en Lucie un deseo de unirse a la vida vampírica, y finalmente, Dani accede a convertirla. Lucie se convierte en vampira y comienza su nueva vida junto a Federico, con Dani como su mentor y amigo.
Años después de la muerte de Federico a manos de Lucinda, una joven estudiante llamada Lucie Ortiz de Landaluce descubre su pasado. Lucie, una mujer hermosa e inteligente con el poder de viajar a los mundos de los muertos, se enamora perdidamente de Federico y decide vengar su muerte.
Lucie encuentra el pasado de Federico en un libro antiguo de la biblioteca de su escuela. El libro cuenta la historia de un joven de corazón puro y bondadoso que fue poseído por un espíritu maligno. Lucinda, una mujer poderosa y ambiciosa, lo utilizó para sus propios fines y, finalmente, lo asesinó.
Lucie viaja al mundo de los muertos para encontrar a Federico. Allí, conoce a otros espíritus que la ayudan en su búsqueda.
"El amor es más fuerte que la muerte."
"La justicia siempre triunfa."
"Siempre hay esperanza."
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