OFIUCO: EL INTERNADO GUTHSFIELDS [ESPAÑOL] ¡¡Se irá pronto!!
Capítulo 3. Una chica de otro mundo [Parte 4]
Capítulo 3. Una chica de otro mundo [Parte 4]
Jul 20, 2024
Parte 4.
—Listo o no, allí va otro.
Ahí estaba yo, de pie en medio de la nada, con los ojos vendados y a punto de ser impactado por una estalagmita.
—¡Espera! ¡Todavía no...!
Durante los últimos días Evey había decidido, sin preguntármelo por supuesto, que mejoraría mis habilidades tanto como sea posible. Sin embargo, sus métodos son muy cuestionables. Se supone que debería aprender a percibir todo movimiento en el suelo a mi alrededor sin usar los ojos, pero lo único que he conseguido sentir han sido los golpes de los montículos de tierra que dirige hacia mí.
—Vamos, esfuérzate Ottah. Ayer conseguiste esquivar dos de los cien que te mandé.
No sé si lo hace para ayudarme o trata de matarme.
—Todavía no entiendo cómo esto mejorará mi telequinesis.
Al parecer a mi análisis inicial sobre mis poderes le hicieron falta muchos detalles. En palabras de Evey, el origen de nuestro poder radica en la manipulación de las moléculas en un determinado rango a mi alrededor. Por ahora, yo solo disponía del control en un radio máximo de nueve metros alrededor mío; y para aumentarlo debía ser conciente de todas las moléculas en un área mucho mayor.
Evey dijo que la meditación es el entrenamiento recomendado, pero sus métodos acelerarán mi desarrollo.
Respecto al peso, la dificultad no estaba en el peso mismo, sino en la capacidad para controlar más moléculas al mismo tiempo.
—Hey Evey, tengo una pregunta. ¿Por qué a ti no te afecta en lo más mínimo usar tus habilidades?
—Los mareos y el agotamiento ocurren si intentas romper tus límites sin entrenamiento. Igual que con el cuerpo humano, excederte sin entrenamiento previo tiene consecuencias.
Una prueba más de nuestra diferencia de poder.
Cada día de entrenamiento con ella era una tortura, pero el miedo a que revele mi secreto me obligaba a seguir sus caprichos. Ya ni siquiera hablaba con Amitiel o Jenna.
Los momentos que no practicábamos Evey se dedicaba a estudiar a toda persona de esta escuela. Además, siempre me llevaba con ella a todos lados. Pese a que nunca me decía nada, estaba seguro que esa tercera persona que buscaba era la razón del por qué no podía escapar de la escuela.
—¡Auchhh!
—¡Animo Ottah! ¡Ahí te va otro!
Otro día más de entrenamiento, otro día más de sufrimiento.
Desde el día que recibí estos dones y los puse en práctica, tenía una duda que no conseguía explicar sobre ellos.
—Como llevas más tiempo en esto, Evey, estoy seguro de que sabes la razón detrás de la inmunidad al control mental de ciertos individuos. ¿Cuál es?
Por un momento percibí tristeza en su rostro, pero rápidamente la quebró con una risita.
—¡Estoy hablando en serio! ¿Cuál es el chiste?
Evey insistió en que todavía no estaba listo para conocer la verdad detrás del particular fenómeno, pero sí me dijo que ...
—No te fíes de nadie suceptible a tu manipulación mental.
No tenía sentido alguno. Por poco y eran mis esclavos. ¿Por qué no debería confiar en ellos?
—Tengo otra pregunta para ti. ¿Quién es Ofiuco?
—Otra vez con eso. Es la quinta vez que me lo preguntas y la respuesta es la misma. No sé.
—Bueno al menos cuéntame cómo obtuviste estos poderes.
—Esa es una historia que no necesitas conocer. Terminamos por hoy.
Cada día mi cuerpo era maltratado, pero mi mente no escapaba del tormento. Mientras más conocía sobre mis habilidades, más dudas tenía. Ofiuco, el internado Guthsfields, estos dones, Evey Hohenheim, y el tercer humano con el poder de controlar el mundo, cómo se conectaban todos ellos. Forzar a Evey a contar todo era la idea que más tiempo pasaba en mi mente, pero en mi estado actual era imposible. Además, si ella llegase a cumplir su amenaza, lo perdería todo.
Faltaban ya dos días para el baile escolar, y todavía no tenía pareja para ir. Todo por Evey.
«Si mi vida continúa así, hasta en el baile estaré con ella»
Pensar en ella era como invocarla, porque al instante apareció junto a mí.
—Listo, Ottah. Hoy entraremos a la oficina del viejo del director.
—Eeehhhhh
Nueve han sido las veces que he roto las reglas junto a ella, y en lugar de agradecer no haber sido descubierto, ella piensa ir a la boca del lobo.
—Perdonen. ¿Los interrumpo?
«Amitiel, mi gran amigo, apareciste justo en el momento perfecto»
—¿Eh? ¿Amitiel? Es cierto. Olvide que íbamos a ...
—Lo siento, Ottah. Quiero hablar con Evey.
Evey estaba tan sorprendida como yo.
—¿Yo?
—¿Evey te gustaría ir conmigo al baile escolar?
Reconocí la desesperación de Evey por escapar, por sus gestos intentaba manipular la mente de Amitiel. Desafortunadamente para ella, él es una de las personas inmunes al control.
Yo aproveché su conversación para escapar.
Apenas había doblado la esquina cuando vi a Jenna acercarse a mí. No quería hablar con ella. No sabía cómo explicarle todo. Lamentablemente no conseguí escapar de su vista a tiempo.
—Ottah, espera.
Detuve mis pasos al instante.
—Hola Jenna. ¿Cómo estás?
Ella se acercó rápidamente y puso sus manos en mis hombros.
—Últimamente has estado diferente, has cambiado.
—Yo ...
—Mírate. Aunque lo ocultes, sé que estás herido.
Realmente no sabía que responder.
—¿Qué te sucede Ottah?
—Yo no puedo explicarte ahora.
Jenna puso su mano en mi mejilla, mientras una lágrima descendía por la suya.
—Sabes, nunca le he contado a alguien esto, pero jamás pude adaptarme a esta escuela. Es más, hace un año estaba a punto de intentar escapar.
—Jenna, pero qué estás diciendo.
—Hubo una persona Ottah. Una persona, sin saberlo, me ayudó a continuar. Un chico algo torpe y de pocos amigos. Pese a que no podía ganar, sus inútiles intentos de vencer a los bullys, y como apoyaba a su único amigo, me inspiraron a seguir adelante. Además, ese chico no sabe que yo conozco su secreto.
—¿Acaso dices que ...
—Sí, Ottah. Sé que ese muchacho tiene el poder de cambiar el mundo, y estoy enamorada de él.
—¿Ahhhh?
—Y ese chico eres tú.
Tras eso, Jenna me dio un beso.
—Pero, ¿cómo te enteraste?
—Deberías ser más discreto.
Ver admiración y no terror en su rostro me llevó a cuestionar mis decisiones.
Antes de irse Jenna dijo algo que cambió mi manera de pensar respecto a mis poderes.
—Sabes, la escuela es más divertida con tus habilidades mágicas. Deberías usarlas más seguido. No permitas que nadie te lo impida.
Siempre creí que las personas me rechazarían cuando descubran de lo que soy capaz. Sin embargo, Jenna me demostró lo equivocado que estaba. No todas las personas son monstruos que temen a lo que no conocen ni controlan.
Por otro lado, cada vez soporto menos a Evey y sus locuras. Además, siempre me pide obedecerle en todo, pero no es capaz de contarme todo lo que sabe. Ya no pienso soportarla más. Ahora que ya no temo a sus amenazas, ha llegado el momento de confrontarla.
Imagina ser un dios y tener el control total. Imagina poder manipular a los demás. Imagina poder transformar todo tipo de materia a tu antojo. Suena maravilloso, ¿verdad? Algunos lo llaman "despertar espiritual", otros lo conocen como usar todo el potencial humano, y algunos locos lo denominan "escapar de la matrix".
Todo esto le sucede a Ottah Mitnick, un estudiante del prestigioso Internado Guthsfields, cuando un enigmático ser llamado Ofiuco le dice que tiene el poder de cambiar el universo. Ofiuco advierte que debe usar sus habilidades para escapar de la escuela, pero Ottah decide ignorarlo y usar sus nuevos poderes para mejorar su deprimente vida.
¿Serías realmente feliz si tuvieras el control de todo? Éste será el primero, pero no el último misterio que deberá resolver Ottah. ¿Qué tan cierta es la realidad que se presenta ante tus ojos? Sus decisiones lo conducirán por una travesía donde enfrentará y conocerá muchos de los secretos que esconde el internado Guthsfields.
Comments (0)
See all