Kami Jason era una chica normal, como todos, 16 años, ojos azules, piel blanca casi pálida y... Bueno, en realidad ella tiene el cabello de un azul verdoso pálido de forma natural, pero aun así era normal.
Ese día en particular era el día que menos le gustaba a ella y a una gran parte de los niños, sean más o menos grandes que ella: ¡el primer día de escuela! A Kami siempre le iba mal el primer día de escuela, los chicos nuevos miraban su cabello con curiosidad, los que ya la conocían comentaban sobre ello y los monitores pensaban que tenía teñido el cabello y la mandaban a detención. Por esa razón fue transferida de escuela una vez más, porque no se llevaba bien con sus antiguos compañeros. No tenía tanta facilidad para hacer amigos, ella no podía entenderlos tan bien como ellos se entendían bien los unos a los otros.
Ese día temprano, Kami se levantó, observó la hora en el reloj electrónico (6 am) y fue a desayunar antes de empezar a alistarse para la escuela. Su madre, Linda, estaba levantada y le preparó cereal y leche con chocolate para el desayuno. Su padre, Jaime, había partido al trabajo temprano. Su hija no sabía con exactitud cuál era su trabajo, posiblemente porque muy complicado para que ella entendiera o porque no tenía el mínimo interés. Su madre empezó a hablarle:
—Kami, espero que te vaya bien el día de hoy. Es una nueva escuela, aprovecha que nadie te conoce para comenzar una nueva vida con nuevos amigos.
—Mamá, sabes que no va a salir bien. No me quedó en una escuela más de un año, no importa cuánto me esfuerce. Mi trabajo es mediocre, no puedo hacer amigos y siempre los monitores me castigan por teñirme el cabello, ¡cuando ni siquiera es cierto!
—Hay que admitir que tu anterior escuela era absurdamente exigente.
—¡Ese no es el punto! No puedo hacer amigos, no los entiendo...
—Tal vez si estuvieras con la mente más abierta sería diferente, debes seguir tratando de hacer un esfuerzo, no te puedes quedar sola para siempre. Hazlo por tu padre y yo.
—¿Para qué? De todas formas, los amigos de la escuela son los primeros olvidados.
Después de eso, Kami terminó rápido y se fue a alistarse. Ella se puso una camisa blanca a rayas y un jean azul con unos tenis blancos, también se peinó con una corta cola de caballo baja, mientras que de frente su cabello estaba de lado y le cubría una parte de su cara.
Kami se puso su maleta y fue afuera a esperar que llegará el bus escolar. Pasó mucho tiempo después de la hora que el bus había fijado para recogerla, estaba 30 minutos tarde. "¡Genial, voy a llegar tarde el primer día de escuela!", pensó ella. Su madre entonces decidió llevarla a su nueva escuela.
Al llegar, su madre se despidió y le deseó buena suerte antes de que esta se vaya. No había nadie que la pudiera guiar, decidió buscar por su cuenta. Mientras caminaba por los pasillos de la escuela, varios alumnos la miraban con curiosidad, como siempre. Kami trató de ignorarlos, como siempre. Sin embargo, la curiosidad de los alumnos se limitaba a verla y nadie pensaba en hablarle. Más tarde, Kami encontró la oficina de la directora y decidió entrar, tal vez ella podía ayudarle un poco.
Cuando entró se encontró con una señora de cabello castaño corto vestida formalmente, esta se puso sus gafas para ver a la chica y dijo:
—¿Puedo ayudarla?
—Sí, —respondió Kami—. Perdone, pero soy totalmente nueva y no he podido encontrar mi clase, porque ni siquiera sé en qué clase estoy.
—Está bien, ¿cuál es su nombre?
—Soy Kami, Kami Jason.
—Aquí esta, Kami Jason, vaya al salón 6 del edificio B. Dele a su maestro, el Señor Brick, este tiquete para que te deje entrar a clase, porque está tarde.
—Está bien, gracias.
—¿Necesita ayuda para llegar?
—No gracias, estaré bien.
Kami trató de encontrar la clase, normalmente estaba acostumbrada a poder encontrar el salón de clases en una escuela nueva. Pasó por varios pasillos hasta encontrar el edificio B, ya sólo faltaba entrar al salón 6 y después enfrentarse al rechazo del año escolar.
Cuando vio el salón se quedó quieta delante la puerta... dudó en tocar e interrumpir la clase, lo que le daría vergüenza. Kami tocó la puerta tres veces antes de entrar y encontrarse con una gran cantidad de alumnos y su profesor. Este último era un poco moreno y tenía sus ojos negros. Él le pidió que se sentará y Kami se sentó en una mesa en el fondo, apartada de los demás. El señor Brick continuó explicando todo los de los horarios y el año escolar. Poco después llegó un chico más o menos de la altura de Kami, tenían un cabello castaño claro desordenado y una piel algo clara. Este también se sentó al lado de Kami, para el disgusto de ella. Al verlo de cerca vio que tenía ojos color miel.
Varias horas después, era la recreación y los alumnos empezaron a salir del salón. Kami salió rápidamente y se dirigió al patio. Kami estaba sola, decidió buscar un lugar con menos gente y se fue, pero se chocó con el chico que estaba a su lado durante la clase. Este no estaba molestó, al contrario, se preocupó por Kami. Kami se alejó, pero él comenzó a seguirla y durante el trayecto empezaron a hablar:
—Oye, ¿a dónde vas? —le preguntó el chico
—Lo más lejos de aquí...
—¿Por qué?
—Sólo quiero estar sola... en alguna parte, creo... ¿Por qué me estás siguiendo?
—Yo, quería preguntarte si sabías dónde puedo encontrar el salón de la siguiente clase.
—No lo sé, acabo de llegar.
—¿En serio? ¡Yo también! Soy Nicolás, ¿Y tú eres?
—Kami.
—¿Ese nombre es por Camila?
—No, no lo creo, mi madre me lo puso y no sé porque.
—Me gusta tu cabello, ¿te lo pintaste?
—No, lo he tenido así desde siempre. Creo.
—Wow, ¡genial! Me caes muy bien. Cuando estaba en mi otra escuela tenía muchos amigos, pero me fui del país por el trabajo de mis padres. ¿Cómo eran tus amigos en tu otra escuela?
—No tenía, en ninguna de las que fui, no me quedo más de un año, siempre pasa algo y quedó descontenta.
—Vaya, espero que puedas quedarte aquí, podríamos ser amigos, ¿Qué tal?
—Tal vez... Puedo intentarlo...
Después sonó la campana y se dirigieron a la siguiente clase, de matemáticas. Después siguieron las clases de historia y ciencia, entra otros. Al salir del colegio, Kami y Nicolás iban a tomar el mismo bus que los llevaría a sus respectivas casas. Al subir encontraron mucha gente de diferentes cursos, los dos reconocieron a una chica de su clase y se sentaron adelante de ella. Trataron de hablar con ella, le interesó mucho el cabello de Kami y su nombre. Aunque a Nicolás le parecía amistosa, Kami parecía que trataba de burlarse de ella en frente a su amigo, lo que no le gustó para nada. A Kami le parecía un poco creída y mimada, desconfiaba de ella (sobre todo cuando vio como la miraba al bajarse del bus.
Tiempo después, Kami bajó del bus y fue a su casa. Al entrar, su mamá estaba ahí, esperando las noticias de su nuevo colegio. Para su sorpresa y felicidad, su hija Kami había hecho un amigo. Eso era una total sorpresa para sus padres, que empezaban a pensar que nunca tendría amigos y que tal vez debería ir al psicólogo.
Luego de comer, Kami fue a dormir. Antes de irse a la cama ella tomó un anillo de luna que le regalaron sus padres cuando era niña (para que lo usará al ser más grande), su objeto más preciado, y vio el cielo nocturno (sin estrellas, por culpa de la contaminación de la luz que existe en las grandes ciudades), la luna estaba casi llena.
Esa noche Kami tuvo un sueño extraño, varias imágenes iban a su cabeza, pero no podía recordar ninguna de ellas. Al amanecer, era un nuevo día, donde empezaba una amistad nueva en su escuela nueva...

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