Leo preguntó tímidamente:

—¿Cuáles son las áreas más efectivas y menos peligrosas?

La doctora le respondió:

—Hombros, parte posterior del brazo, y el muslo. —La doctora lo observó durante unos segundos, se giró abrió un cajónde su escritorio y saco una crema que le entregó con una sonrisa. Cuando Leo la agarró, su rostro se enrojeció violentamente—Esta crema es excelente, no tiene porque avergonzarse. Los betas no cuentan con la lubricación de los omegas, está crema cumple la función de lubricante y anestesiante al mismo tiempo. Igual NO le recomiendo tener relaciones con un alfa ultra dominante. Si tiene la mala suerte de qué el alfa entre en trance y quiera anudarlo, puede sufrir heridas internas graves.

Leo la miró confundido, y atemorizado al mismo tiempo.

La doctora abrió su resonancia y le mostró la zona superior de la pelvis.

—Mire Sr. Candem, si fuese la resonancia de un omega, en esta zona se podría ver un útero. En un omega recesivo, pese a tener un tamaño considerablemente menor, igualmente sería visible en la misma zona. Aquí no hay nada, por eso hemos podido descartar el subgénero omega. 

La doctora prosiguió con la explicación mientras Leo tomaba nota mental de cada detalle 

—En lo que se conoce como “anudamiento”, el miembro reproductor del alfa se abre paso hasta dicha zona. Para poder acceder al útero durante el apareamiento debe abrir el cervix; esa es la apertura que todos los omegas perciben como altamente dolorosa, incluso pese al trance de las feromonas. El cuerpo del alfa detecta cuando el cervix se abre para poder eyacular en el útero y asegurar la impregnación. —hizo una leve pausa para mirarlo—En un beta o incluso en un alfa donde no hay ni útero ni cervix, el cuerpo del alfa puede realizar un desgarramiento interno mientras intenta alcanzar un útero inexistente. Si se encuentra en una situación de anudamiento, le recomiendo morder al alfa en parte anterior del brazo, es altamente peligroso y no será un espectáculo agradable de ver debido a lo cuantioso del sangrado pero será la única forma de interrumpir ese proceso. 

Leo asintió, un poco más tranquilo. Tampoco tenía pensado volver a pasar un rut con Jared, sin embargo, la información era necesaria. Lo del anudamiento le había dado mucho miedo.

En ese momento se acordó de algo y sacó su celular nuevamente para mostrar una foto de la medicación que estaba tomando desde hacía ya varios años.

La doctora la observó con interés. 

—Si, la puede seguir tomando. Aunque para usted en específico le aconsejaría formar parte de nuestro nuevo tratamiento. Se trata de una medicina nueva que combina el complejo de hierbas que se usa habitualmente en los supresores con unas enzimas que aceleran la eliminación de feromonas que las glándulas producen de forma errática, como sería su caso. Este tratamiento sería de gran ayuda para definir el subgénero. 

Leo asintió.

La doctora le sonrió. Le dio las instrucciones para que retirase por la recepción el paquete del nuevo tratamiento. Había algunos datos que tenía qué completar pero considerando su situación, quería resolverlo cuanto antes, de ser posible antes de comenzar la universidad. Tendría que poner al tanto a su madre sobre el nuevo tratamiento pero quizás, finalmente, habían encontrado la solución.

Durante los próximos días, el grupo del chat se mantuvo bastante tranquilo. Ante la consulta de la fiesta de feromonas  más próxima el mensaje de North había sorprendido tanto Jared como a Leo aunque por razones diferentes.

North: “Oigan, no voy a ir a la fiesta de feromonas. Mis padres me dijeron que podía tener una intoxicación por feromonas ya que el ciclo del rut es cada 4 meses.”

Jared: “¡Eso es una estupidez, North! Todos los alfas van a ese tipo de fiestas desde qué existen, sino ¿cómo puedes liberar tus feromonas?”

North: “No me acuerdo todo lo que dijeron Jared, pero sonaba lógico. Oye Leo, tú qué sabes de todo…¿qué piensas?”

Leo: “opino qué consultes con un especialista….PERO QUIÉN TE PIENSAS QUÉ SOY, IDIOTA?”

Jared: “No le preguntes, no ves que es virgen, ¿qué te va a decir?”

Leo: “a ver, el tema de esas fiestas es que hay feromonas artificiales a las cuales muchos alfas reaccionan mal,  terminan con intoxicaciones. Y aparte ya no soy virgen.”

Había terminado de escribir cuando el teléfono le sonó. Leo atendió intrigado. Era Jared.

—Estás bromeando…

Leo se sintió confundido, al escuchar la voz del rubio.

—Contexto para qué entienda.—respondió el moreno.

—¿Tuviste sexo?

Leo se acordó de lo qué había escrito.

—Ah eso, si.

Silencio del otro lado.

—¿Cómo?

—Jared, de verdad, ¿te tengo que dar una clase de educación sexual?

Jared dejó escapar una risita, aunque se lo notaba nervioso.

—No sabía qué estabas con alguien, siempre estás estudiando.

—Bueno ahora ya sabes que aparte de estudiar, también tengo sexo.

—¿Quién es?¿La conozco?

Leo sintió un dolor en su pecho. Claro, jamás podría imaginarse que Leo tuviese relaciones con un hombre.

—No. 

—¿Es Clara?

—Vete a la mierda, Jared.

Le cortó la llamada, y apagó el teléfono.