El verano se pasó rápidamente, al final en el grupo del chat no habían vuelto a mencionar las fiestas de feromonas. North no había ido, por el contrario, les había contado que su familia había comenzado una serie de reuniones con otra familia de elite, con vistas a un futuro enlace. Era una práctica habitual en las familias de alto rango social, en este caso, la otra familia tenía una hija omega y estaban interesados en que North y la joven se conociesen. El joven alfa no parecía muy convencido pero era muy obediente cuando se trataba de su familia, después de todo, era el único varón alfa de la familia y sus dos hermanas, las gemelas, eran betas. Para continuar con la empresa familiar, él estaba primero en la lista, muy a su pesar.

Por otro lado, poco habían sabido de Jared, ninguno de los dos se había enterado de si había ido o no a la fiesta de feromonas, lo único que supieron es que en algún momento comenzó a postear fotos de un lugar paradisíaco donde estaba con su familia. 

Esa fue la primera vez que Leo escuchó que la familia de Jared estaba buscando de forma exhaustiva una pareja dentro de su círculo social, alguien que estuviese al mismo nivel de Jared. Este, a diferencia de North, era el hijo único de una familia bastante conocida en el mundo empresarial. Leo no llegaba a comprender exactamente cómo funcionaba ese mundo, pero eran los monstruos de las finanzas, según lo que había escuchado, aunque no era el único sector que dominaban. 

Por otro lado, Leo nunca había entendido cuán millonario o poderoso era el imperio de los Rickdorf, según North, el verdadero problema es que había pocas mujeres omegas de clase alta o con suficiente influencia en ese mundo. Cierto es que Jared tenía varios primos pero, como futuro heredero del imperio, solo figuraba él. Según le habían explicado, a diferencia de otros conglomerados familiares, los padres de Jared se habían asegurado de mantener una mayoría aplastante en todos los sectores para evitar manos extrañas, dígase, manos que no proviniesen de línea directa de sangre, por lo visto eran un círculo muy cerrado.

Había una sola candidata en una situación similar pero su subgénero era omega dominante y quedaba automáticamente descalificada. North explicó que dentro de esos círculos, las familias evitaban que la otra parte fuera dominante. Principalmente por qué existían casos de parejas alfa y omega dominante donde el alfa dominante se encontraba completamente subyugado por el omega dominante. Jared siendo el heredero directo del imperio Rickdorf no podía correr tal riesgo.

El moreno era consciente que, de no ser por su excelente expediente académico jamás habría podido acceder a un instituto privado de tanto prestigio donde la mayoría de los estudiantes provenían de familias adineradas y conocidas en diferentes rubros. Le resultaba fascinante y extraño al mismo tiempo, un mundo oscuro cuyas directrices y exigencias se podían deducir del accionar de Jared.

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Había pasado una semana desde el comienzo de la universidad, Leo seguía fascinado al entrar aquel campus con el cuál había soñado durante tanto tiempo. El edificio central por donde se ingresaba era imponente, con grandes portales gruesos de madera y escalinatas impolutas. Era una de las universidades más antiguas, tal cómo se podía adivinar por su construcción milenaria que conservaban en excelente estado. Apenas podía creer que le hubiese llegado la carta de aceptación y la confirmación de la beca para entrar allí. Su madre le había quitado rápidamente crédito a la suerte para otorgársela a la forma de trabajar obsesiva de su hijo, quien durante el último año de instituto también había participado en un proyecto de laboratorio para un profesor amigo que daba cátedra en dicha universidad. Tan impresionado había quedado con la excelente labor de Leo que lo había recomendado. 

Sin embargo tuvo que reconocer que las materias, las clases y el plan de trabajo no eran lo que él esperaba. 

Sus expectativas eran altas con respecto a la carrera de Leyes, y hasta el momento el contenido y el material de estudio se le antojaba demasiado ligero, quizás haber adelantado un poco antes de comenzar las clases le había quitado el factor sorpresa y un poco de la emoción.

Aquel día había llegado más temprano para mirar la pizarra de anuncios y promociones que se encontraba cerca del hall principal. Estaba considerando dar clases de apoyo de ciencias exactas para comenzar a tener un ingreso extra y no depender del apoyo económico de su madre. Sintió una presencia conocida pero no le dio tiempo a esquivar el abrazo no deseado que recibió. 

La risa, el aroma, el peso de su cuerpo: era Jared. Lo conocía tan bien que tan solo por el contacto contra su espalda supo incluso que estaba más alto.

—¡Creciste!—exclamó sorprendido, al girarse para enfrentarlo. ¿Cómo podía seguir creciendo cuando ya había pasado los 18? La vida era injusta, pensó. Sus ojos azules se iluminaron al encontrarse con aquellos ojos color miel.

Jared le sonrió ampliamente

–Solo tú puedes notar algo tan mínimo.

Leo miró alrededor, Jared no estaba solo, por lo visto eran compañeros de carrera, se habían quedado a un costado, esperando. Leo los saludó con la mano.

—¿Estás en Leyes?—le preguntó, con curiosidad. 

Leo asintió. Jared lo soltó y con el ceño fruncido le dijo:

—¿Me podrías desbloquear ya? Me tuve que enterar por North que te habían aceptado aquí.

Leo no llegó a ver la expresión del grupo pero la mirada era de incredibilidad. 

—¿Todavía no te desbloqueé?—contestó Leo con expresión distraída. Se había olvidado por completo, lo había bloqueado el día que escuchó de North que la familia le estaba buscando candidatas. Conociéndolo como lo conocía sabía a quién contactaría directamente si conseguía novia. Se apresuró a buscar su celular, abrió los contactos y lo desbloqueó.

—Ya está. ¿Qué estás cursando?

Jared, respondió con poco entusiasmo.

—Economía.—Sonrió casi que por compromiso—estamos en el edificio continuo. Te mando mensaje y nos vemos para el almuerzo. Ah espera, de Ética Social ¿cuál estás cursando?

—La de la mañana—Leo se arrepintió al instante de decírselo, pero era demasiado tarde, por la expresión de Jared, ya sabía a quién tendría de compañero de clases.

Uno de los jóvenes del grupo lo instó a apurarse, Leo se rió por lo bajo, Jared aborrecía eso pero simplemente se puso serio, saludó nuevamente a Leo y se marchó con ellos.

"Economía, creí que querías estudiar otra cosa" pensó Leo.

A partir de aquel momento, los almuerzos habían sido monopolizados por Jared, salvo contadas ocasiones donde Leo tenía alguna tarea específica, todos los almuerzos eran con el rubio. Al moreno realmente le hubiese gustado poder poner un poco de distancia entre ambos pero parecía imposible. En el último tiempo también se les había unido North, quién estaba estudiando algo relacionado con las ciencias sociales, sorprendiendo tanto a Jared como a Leo. Asimismo, North les contó que la joven a la cuál había conocido recientemente asistía a la misma universidad, pero no había nada entre ellos y además parecía que la magia no estaba fluyendo. Leo notó que North parecía estar más bien en conflicto interno y se preguntaba si acaso la familia no había orquestado todo aquello de antemano para fomentar una relación entre la candidata y su amigo.

Jared que vivía en un mundo regido por y para él no había notado nada. Cuando se despidieron Leo le pidió a North que lo acompañase a la biblioteca a buscar un texto, North confundido lo siguió. Una vez más alejados, Leo se detuvo al final del pasillo dónde no había mucha gente y Jared estaba fuera del campo.

—¿Todo bien? Te ví un poco raro. 

North bajo la mirada.

—¿Tanto se nota?

Leo asintió. North lo miró con una mirada conflictuada.

—Conocí a un beta...

Leo lo miró con mirada interrogante. North estaba nervioso.

—Y la joven que me presentó mi familia no quiere nada conmigo—hizo una leve pausa—pero sí quiere una unión, le sirve como pantalla. Me ha dicho que no le importa si tengo otras parejas, que ella también tendrá las suyas.

Leo lo miró seriamente antes de preguntar:

—¿Y qué vas a hacer?

—No quiero nada con ella.—reafirmó North.

—Con el beta no vas a poder tener descendencia, difícil que tu familia acepte algo así.

North lo miró angustiado. Leo se apresuró a aclarar.

—Esa es la realidad, ahora, ¿el beta estaría dispuesto a aceptar un arreglo semejante?

—¡No!— se sonrojó levemente. —Y ese es el problema, no sé cómo alejarla, siento que me tiene acorralado. Y aparte si él se entera va a ser un gran problema. Tú eres beta ¿no? ¿Qué harías?¿estarías con un alfa?

Leo lo observó confundido y divertido al mismo tiempo

—Le estás preguntando a la persona equivocada considerando algunas experiencias recientes. Desde la lógica pura: no, no lo haría, simplemente porque pensaría que en cualquier momento me va a reemplazar por un omega. Sentiría que el amor nunca sería suficiente.

North lo miró sorprendido.

—Él no es así. —volvió a sonrojarse— por el contrario, es más combativo. Todavía no estamos saliendo, aunque me preocupa un poco todo esto. Por cierto...podrías no..

Leo completó la frase.

—No, no le voy a decir nada a Jared. Aunque si vas a salir en serio con el beta, deberías aclarárselo antes de que se sepa. Jared es un imbécil lleno de prejuicios pero no le diría nada a tu familia. La joven, por otro lado...—Leo hizo una pausa mientras pensaba en algo—No te puedo prometer nada pero si me mandas algunos datos claves puedo armarte una especie de documento analítico que pruebe que la unión no sería beneficiosa para ella.

—¿En serio?

Leo asintió, hizo una pausa y agregó:

—Igual, dependerá de la chica. Quizás nada de lo qué le digas le importe. Ahí te tocará hablar con sus padres y con los tuyos.

#

No faltó mucho para conocer al beta.

Lenny tenía una estatura media, y era nadador. Tenía el físico perfecto para venderte a ti y a toda tu familia una línea completa de bañadores y un curso intensivo de natación. Tenía la piel tostada y ojos oscuros, qué contrastaban con su cabello castaño y unos labios rosados. Leo se dio cuenta cuando North se lo presentó de que pese a poseer una mirada amable, tenía una presencia amenazante y entendía las preocupaciones de North.

Iban de camino al comedor antes de qué Jared se les uniese. Lenny lo había escaneado de forma casi imperceptible y Leo tuvo que aguantar la risa, conocía ese análisis: representaba un peligro a futuro, ¿si o no?

Cuando Lenny le hizo la primera pregunta, Leo se dio cuenta de que también podía ser intimidante. 

—¿De verdad eres beta? Deberías cambiar de especialista, pareces alfa aunque hay algo...raro.

Leo lo miró sin saber a que se refería, hacía rato que no escuchaba a otras personas hablar de su subgénero.

North le dio un codazo, y Leo comenzó a reírse. North lo miró sin responder.

—Me caes bien—le respondió Leo, Lenny lo miró de reojo y comenzó a reírse también.

North los observó desde detrás y supuso que era un código beta, caso contrario, no lo comprendía. Naturalmente también ayudaba el hecho de que Lenny estaba cursando Leyes aunque estaba en un curso superior.

Cuando Jared llegó a la mesa miró desconcertado la escena, Lenny estaba sentado al lado de Leo, y Jared tomó asiento al lado de North. Este le dijo por lo bajo que controle sus feromonas y Jared que habitualmente hablaba todo el tiempo, comió rápido intentando no mirar fijamente a Lenny todo el tiempo.

Leo se preguntaba si acaso ya se conocían de antes. Cuando terminaron de comer, Lenny le dio un afectuoso abrazo a Leo que lo sorprendió, North estaba más desconcertado que antes.

Leo no entendía nada. Lenny, por su lado, con una sonrisa de lado se despidió del resto ya que tenía hora de proyectos.

—¿Desde cuándo ese idiota es amigo tuyo?—le preguntó Jared.

Leo lo miró desconcertado, antes de qué North pudiese intervenir, el moreno respondió:

—Desde hace poco, es de un año superior me va a ayudar con algunas materias.

Jared chasqueó la lengua

—No necesitas ayuda, jamás lo hiciste.

Leo lo miró fríamente

–En este caso sí, es de un curso superior me puede aclarar dudas de materias que puedo ir adelantando. Por cierto ¿acaso lo conoces?

Jared frunció el ceño, evidentemente molesto

—Todo el mundo lo conoce, Leo. ¡ES UN MATÓN!

Leo le sonrió de lado.

—Aja, conozco a otro matón con el cual cursé toda la secundaria.

—No es lo mismo! Ese tipo....ese tipo...

Leo lo miró expectante.

—ARG, NO LO VAS A ENTENDER.—agregó evidentemente frustrado, se dio la vuelta y se fue.

North lo miró con cierta culpabilidad.

—En parte tiene razón...fue parte de una banda.

Leo volvió a sonreír pero esta vez con malicia.

—Veo que te gustan los chicos malos.

North enrojeció.

—No los chicos, solo él.

Leo lo miró a los ojos fijamente y le dijo.

—Creo que en tu caso, vale la pena el riesgo North.

Este lo miró sin entender, sin embargo Leo no se quedó a explicarle el significado o cómo había llegado a la conclusión. Había un mundo de diferencia entre Lenny y él, pero sabía qué justamente eso, era lo bueno.