Diciembre del 2012 fue un mes terrorífico en la India. Mientras Nirbhaya moría en un hospital de Nueva Delhi, el país se alzaba enfurecido, los informativos internacionales hacían eco de la noticia y todo se mezclaba con la soledad de pasar las fiestas lejos de la familia.
Se la conoció como Nirbhaya pero ese no era su nombre, su nombre era Jyoti Singh. Se la conoció como Nirbhaya porque, mientras moría, los medios quisieron respetar su imagen y su intimidad, aunque ya no había nada que respetar. Su imagen y su intimidad murieron antes de que ella lo hiciera, murieron cuando seis señores la lanzaron desde un autobús y la dejaron tirada en el arcén, con los intestinos por fuera, tras una sangrienta violación múltiple con una barra de hierro. La intentaron atropellar después de eso, pero no lo lograron. Ella murió trece días después.
Nirbhaya significa "fearless". Valiente, sin miedo.
Estas dos últimas semanas, dibujando, he pensado mucho en Nirbhaya y en la cantidad de horror a la que nos vimos todas expuestas de repente. Era un relato común, aquel que empieza por "iba yo por la noche cuando" y que a veces sigue con eso de "varios tíos me gritaron no sé qué". Esas semanas aprendimos que esas historias comunes pueden acabar en los mayores horrores imaginables.
Esta página es triste, lo siento. Aún así, aquí la tenéis.
A sus treinta años, Alex echa la vista atrás y, a través de sus experiencias y las de otras mujeres de su entorno, intenta entender el origen y el porqué de su identidad feminista. Ya se sabe, todo parecido con la realidad es Pura Coincidencia
Comments (0)
See all