Si mal no recuerdo, las páginas de este capítulo datan de los primeros 90 y son mi primer intento de hacer una historieta seria (hasta entonces, dibujaba sólo por diversión y hacia, principalmente, ilustraciones sueltas). En realidad, nunca tuvieron ningún fin comercial, vamos, en un principio ni siquiera dibujé pensando en mostrar las páginas a nadie más... Eran, simple y llanamente, la forma que encontré para lidiar con el duelo.
Una aclaración; los duelos no se superan, el dolor no acaba nunca de irse; sólo aprendes a vivir con él... Y yo, poco a poco, fui aprendiendo a vivir con el mío. Así, terminé el capítulo que están por leer y, como el resultado no acabó nunca de convencerme (y aún no lo hace, de hecho uno de mis proyectos más postergados es redibujar la historia toda, pero sobre todo el primer capítulo), lo guardé en un cajón y me olvidé de él por años...
(Así que no esperen ver mis mejores dibujos por aquí, ni siquiera una muestra de lo mejor de mi trabajo en aquellos entonces)
Hasta que, hacia finales del 2001 o principios del 2002 retomé la historia como una forma de redención ante mis propios ojos... Esa historia será contada, pero deberá esperar a que el capítulo 02 inicie, de momento, baste saber que de esa época datan tanto la portada y contraportada, como las imágenes que abren y cierran el capítulo (el por qué se incluyeron estas imágenes también se contará en su momento, así que por ahora deberán creerme cuando digo que tenían una razón)...
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