|Narra ____|
No podía ser, había una horda de Walkers, intentaban entrar a la casa, o algunos pasaban de largo.
Todo por la culpa de ese chico, por su maldit.o disparo, ahora tengo un problema.
Miré a Franky, él estaba durmiendo, no creo que sea bueno despertarlo. Pero tenía que hacerlo.
-Franky, cariño, despierta. -susurré moviendoló de un lado al otro suavemente.
Él no respondía, solamente gruñia levemente. Era difícil de despertar.
-¡Vamos Franky! -seguí insistiendo, hasta que por fin, empezó abrir los ojos de a poco.- Al fin te despiertas, dormilón. -le sonreí levemente, él me la devolvió.
-¿Que ocurré?- preguntó, estirándose y con sus manitas frotándose sus ojos.
-Hay una horda, tenemos que salir. ¡Ya!. -le dijé, algo intranquila. Ya que se escuchaban los ruidos de golpes en la puerta. -Recojé todo lo que puedas y vámonos.- él asintió y salió de la habitación.
Agarré una mochila, que es la misma desde que empezó todo esto, y metí todas las armas más sus municiones que tenía.
Abrí el armario, y saqué un poco de ropa, teníamos que cambiarnos con algo, por las dudas.
Luego, bajé hasta la cocina, y tomé toda la comida, que nos quedaba. No era mucha, pero algo es algo.
-Ya estoy ____. -escuché atrás mio, me di vuelta y pude ver que Franky estaba con una mochila colgada y su cuchillo colgado en su cinturón.
-Bien. -le sonreí. -Vámonos. -estiré mi mano, y él la tomo.
Empezamos a correr hasta la puerta trasera, pero error. Había varios Walkers, intentando también entrar por allí.
Fuimos hasta arriba, nuevamente, y subimos hacia el techo, había como una escalera, para poder bajar. Y eso nos iba a servir de mucho ahora.
-Tú primero. -le dije a Franky, asintió y bajó despacio las escaleras, no había demasiados Walkers en esa zona, además los pocos que había no nos estaban prestando atención.
Cuando Franky llegó al suelo, empecé a bajar yo. Escuché un grito, era proveniente de Franky. Me di vuelta rápidamente y sin querer me solté de la escalera, callendo hacia el suelo, lastimándome el tobillo.
-Auch- me quejé del dolor. -¿Que ocurrió?- me levanté despacio, y miré a Franky, estaba con el cuchillo en mano.
-Me asusté. -dijo sinceramente.- No pasó nada, pero tuve miedo.- lo miré fijamente y lo abracé, un chico de su edad, seguro se iba asustar en un mundo como este.- Solo era una rata. -dijo algo avergonzado.
-Ya paso. -lo consolé. Intenté caminar, pero no 'pudé demasiado ya que me dolía mucho el tobillo.
-¡Fue mi culpa!- dijo Franky, señalando el tobillo.
-No, tranquilo. -lo miré y tomé su mano.- Vamos, hay que salir.
Empezamos a correr, algo lento, ya que no podía correr demasiado, pero pudimos escapar de los Walkers.
No podía correr mas, me dolía como un infierno el tobillo. Así que me senté en un árbol.
-____, descansemos.- me dijó viéndome.
-Esta bien, yo haré guardía.- le dijé. -Puedes descansar vos.-primero negó, pero luego se quedo dormido, estaba cansado.
Mientras hacia guardia, escuché un ruido cerca de donde estaba sentada, intenté pararme y lo logré.
Miré hacia ambos lados, y no había nada.
Saqué la ballesta y la tomé con ambas manos, apuntando hacia donde provino el ruido.
No había nada. No se escuchaba nada.
Hasta que pudé ver que salía una figura negra detrás de donde estaba apuntando.
Me acerqué hacia ella lentamente, tenía que comprobar si era un Walker o no. Antes de disparar.
Llegué hasta la figura misteriosa, y era una señora. Piel morena, con rastas y una katana. Una señora linda.
-¿Quien eres? -le pregunté seriamente.
Ella no respondió.
-¿Tengo que volver a preguntar? -dije apuntándola más de cerca.
Ella solo rió.
-Tienes buen carácter, pequeña.- me dijo, mostrándome su dentadura.
-Gracias. Pero, aún no me respondiste la pregunta. ¿Quien eres?
-Me llamo Michonne.
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