Obatalá, tu quien eres rey de la tela blanca, disipa mis temores y angustias, todas estas de forma rápida y tranquila. Gran padre del cielo, concédeme la abundancia en todos los aspectos de mi vida, haz que yo me vuelva como la tela blanca, lléname de bendiciones.
Tú eres la luz a quien serviré, eres quien me envió, eres el gran Orisha a quien he de servir siempre. Tu infinita bondad la vivimos con tu cotidiana protección. Cuida siempre de los míos y de mí, nunca nos desampares, padre del equilibrio en medio de la turbulencia, que la necesidad nunca toque nuestras almas y cuerpos. Que la abundancia oh padre del bosquecillo llene nuestras manos. Ashé.
Oración a Obatalá para la salud
Padre Obatalá, dueño de la pureza, de todos aquellos que hacen justicia, gran creador del mundo. Danos múltiples razones para ser prósperos y felices. Tú que proteges a cada uno de tus hijos y eres capaz de multiplicar a uno solo en doscientos, te pido que me logres multiplicar en cuatrocientos incluso en mil cuatrocientos sesenta.
Lléname padre de vigor, ten siempre misericordia de mí, dame tu gran ayuda y protección, dale solución a mis problemas, cubre todas mis necesidades, porque tú al habitar en una persona la haces próspera, abundante y saludable. Tu blanco puro y misericordioso, escúchame que soy fiel hijo tuyo.
(En este espacio se desarrolla la petición de salud a Obatalá) Escucha padre mi plegaria, que contigo tengo protección.
Gran santo, que como hombre y mujer de este mundo, tú que has creado lo bueno y malo, eres rey y reina blanco puro albino, dueño total de toda la justicia y pureza, gran padre de nuestro mundo, eres tú mi protector, así como de todo lo bueno y sano, padre de todos, puro con gran misericordia, que viva siempre Obatalá.
¿Quién es Obatalá? Es el padre de todo lo creado en la tierra, rige cada una de las partes del cuerpo, se asocia a la pureza y metales blancos. Entre sus múltiples cualidades está la paz, inteligencia y calma al planeta.
Oración a Obatalá para el amor
Rey de todos los reyes a ti te invoco, el cielo es tu reino, eres padre de todos los santos, de todo lo bueno, lo puro, la esperanza es tu gloria y tu fortuna es la fe junto a la caridad. Te pido siempre sabiduría, para encontrar la palabra correcta para expresarla a quien desee escucharla.
Te pido calma para poder enfrentar el dolor que se me presente, tranquilidad cuando la rabia quiera ser quien me aconseje. Te imploro fortaleza para dar frente a las tribulaciones de mi vida, porque ellas me tocan asumir, soy yo quien puede enfrentarlas y más nadie.
A ti te pido que cuides de mí y de (Aquí va el nombre de la persona amada) a cada momento, mientras duermo y cuando estoy despierto, de día y de noche. En tu infinito pode confío.