Crónica primera: Manifiesto.
1. Versión Potentada: Un reino nacido lejos de casa.
Soy Bismirk Greyskies, pontífice del único templo que se alza en honor a nuestra fe. Aquí, junto a mis dos acólitos de confianza, Peter y Dio Amber, nos encontramos frente el altar de nuestro señor en estos tiempos oscuros. Las puertas del templo son acechadas por el ejército infernal que pretende profanar nuestro sagrado refugio. En esta hora incierta me apresuro a contarles la sagrada historia, buscando ofrecer algún consuelo, con la fe puesta en que podremos superar este infortunio.
Dicen que después de la tormenta viene la calma, más la realidad es caprichosa y no siempre condescendiente. El relato antiguo nos habla de un mundo que no tiene fin, sin embargo, parece repetirse como las olas que golpean los océanos y mares.
Nuestro mundo conocido fue dominado casi en su totalidad por un imperio llamado la Teocracia de los Priores de Vale, que nació en el lejano norte y que se extendió por casi toda la tierra.
En este mundo, algunos celebran la caída de la Teocracia de los Priores de Vale, después de mil años de dominio. Aquel gran imperio extendió su poder sobre cada raza humana y no humana existente, proclamando la primacía de su pueblo elegido por Dios.
Cada región bajo el Sacro Imperio heredó su fe y su cultura, incluso, en los lugares más remotos del vasto imperio. El Santo Resplandor divino se difundió hasta cada esquina del mundo, brillando con fuerza sobre las tinieblas, el bien y el mal, lo perfecto y lo imperfecto.
¿Cómo se puede negar la magnificencia y gloria del Señor del Resplandor Omnipotente? El iluminó a su pueblo para que reinara sobre las demás naciones del mundo.
¿Qué distingue al pueblo elegido por el Resplandor Omnipotente? Es la elección divina con la guía directa del Señor y nos coloca por encima de los demás para su gloria.
Las sagradas escrituras revelan la gloriosa victoria de nuestro único Dios sobre los falsos dioses hace más de 1200 años. Desde entonces, el pueblo del Resplandor Omnipotente, creció y se multiplicó por casi todos los rincones del mundo conocido, eliminando la barbarie e ignorancia de los paganos:
En el año cero de nuestro señor, el dragón rojo, cuyo nombre era Redhorn batió sus alas en el aire. Un solo golpe de sus alas podía destruir una ciudad completa. Nuestro señor, el Resplandor Omnipotente bajó desde el cielo en su carruaje dorado y exclamó: “¡Quieto!” y seguido preguntó retumbando los cielos “¿Por qué atacas a mi pueblo?”. El dragón, sin entender prosiguió atacando, “¿Acaso ellos merecen vivir?” dijo Redhorn. El omnipotente resplandor le miró con abnegación e infinita misericordia, “Oh, Redhorn, al desobedecer mis mandatos te quemarás con tu propio fuego, y vivirás bajo tierra para siempre”. Y así fue.
Los devotos, conocidos como Potentados, exploraron el mundo en aras de propagar la fe, llegando hasta hace doscientos años a una enorme isla ubicada al sur del mundo conocido y la llamaron Granheim.
Aunque la conquista no ha terminado, los devotos la han ido colonizando y erigiendo grandes urbes fortificadas, entre ellas se encuentran Munfortwall (la capital), Bayport (una importante ciudad portuaria cercana a la capital), Holyfort (la fortaleza en el río “Holy River”), Easthorn (en el río “Holy River”), Snow City (En los hielos del sur de la isla).
Además, grandes templos en honor a Dios fueron erigidos allí, en especial, aquellos donde los nobles entregan a sus hijas al servicio del Señor, como son Templaria (principal templo de la isla), el convento de Muralha (camino a Bayport), y el Templo de hielo (en el sur helado).
Las pocas familias fundadoras que llegaron a Granheim son los Porter (bastante extendidos), los Stout (de gran destreza militar), los Amber (dedicados a los negocios), los Greyskies (muy devotos a las obras de la fe), los Strong (sobresalientes en muchas actividades), los Storm (principalmente aventureros) y los Allianze (la familia real de la isla), están destinadas a regir los destinos del Sacro Reino del Sur, uno de los muchos reinos herederos de la fe y cultura del Sacro Imperio que duró mil años.
“¿Mil años, vuestra santidad?” preguntó el acolito Peter Amber, que escuchaba mi historia.
Así es, el Imperio más poderoso y magnífico de toda la historia de la humanidad duró mil años. Las familias fundadoras descienden directamente del linaje de los escogidos por el Resplandor Omnipotente, que conquistaron las tierras en la Gran Isla del Sur hace 200 años.
El pueblo potentado, fue escogido por el mismo Resplandor Omnipotente para regir a la humanidad entera y llevarla a la salvación eterna de sus almas. Todo esto aparece en las escrituras sagradas que fueron escritas por el propio Dios para conocimiento de todos los mortales. Ellas, fueron escritas el día que Dios desterró al detestable Dragón a los confines del mundo, donde nunca más confundiría las mentes de la humanidad.
Pero algunos seres humanos son tercos, y a pesar de que el conocimiento de la vida eterna está allí mismo, prefieren creer en los falsos dioses. Aquellos, que fueron derrotados por el Resplandor Omnipotente.
“Gran Prior, si eso es cierto ¿por qué los llamados paganos suelen manejar artes mágicas que compiten en ocasiones con los mejores de los guerreros Potentados?”, preguntó el acólito.
En otras circunstancias, eso podría ser una blasfemia. Mira, este mundo quedó lleno de demonios inferiores que los Potentados deben derrotar: los semi-humanos (criaturas mágicas que descienden de la fornicación de las bestias demoniacas con los humanos), las semi-bestias (más bestias demoniacas que humanos), y las bestias demoniacas (que son criaturas demoniacas criadas con la carne de los cadáveres de los falsos dioses).
Dios mismo, en su infinita sabiduría, conocía la maldad de esas especies. Los seres humanos que no conocen la verdad, se dejaron seducir por los demonios, se mezclaron con ellos y aprendieron la magia de la maldad. Aun así, Dios, padre amado de la humanidad, escogió a su pueblo y como promesa de su regreso dejó a los ángeles que pueden derrotar a cualquier entidad humana o no humana que exista.
“Gran Prior, ore por nosotros, vuestra santidad”, susurró en voz baja el acólito.
Eso hago, pues no hay carne ni espíritu que pueda acabar con el Resplandor divino de nuestro señor. Iros con Dios.
Los templos que se han levantado para la gloria del Señor tienen dos usos. El primero es para que los devotos de la fe, vayan y adoren a Dios. Sus adoraciones y alabanzas llegan hasta Él y desde el cielo envía el poder a los altares para que los ángeles tomen forma. Después de un año, los ángeles nacen y son enviados bajo las órdenes de los priores y maestres para defender las diferentes poblaciones del reino. El segundo y para mayor gloria de Dios, cada 20 años un arcángel nace. Los arcángeles son 10 veces más poderosos que un ángel común y requieren grandiosa entrega.
-Santísimo Gran Prior, lo necesitamos. Venga conmigo. –Me dice el Peter.
-Hermanos, como priores, maestres y soldados de Dios aquí presentes os pido que sigamos resistiendo. La ayuda está en camino.
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