aparece, no me he podido disculpar con él". Lorena con una expresión de comprensión, respondió: "Seguro estará ocupado, mejor tomemos algo para los ánimos".
Marie, con una expresión de resignación, respondió: "Bueno, pero solo uno". Lorena, con una expresión de ánimo, exclamó: "¡Así me gusta!".
Devian, con una expresión de alegría, saludó: "Buenas noches, mis queridos invitados, me regalan un minuto de su atención". Marie, con una expresión de sorpresa, comentó: "Es la primera vez que lo veo en esmoquin, se ve muy bien en él". Lorena, con una expresión de admiración, estuvo de acuerdo: "Yo también lo creo".
Devian, con una expresión de entusiasmo, anunció: "Hoy es un gran día y qué mejor que dar los mejores tragos a mis clientes. Chicas, saquen los barriles de licores de los hombres bestias".
Devian, con una expresión de alegría, anunció: "El licor más rico del mundo está hoy en este lugar, así que celebremos juntos y que gocen la estancia". La sala estalló en euforia y gritos de júbilo.
Treinta minutos después, Lorena, con una expresión de preocupación, aconsejó a Marie: "Quién iba a decir que serías mala con el alcohol, mejor ve a tu cuarto y descansa". Marie, con una expresión de resignación, respondió: "Shi, señora".
Un cliente, con una expresión de interés, invitó a Marie: "O Marie, ¿por qué no nos acompañas un rato?". Marie, con una expresión de cortesía, declinó: "Lo siento, pero será en otra ocasión". El cliente, con una expresión de preocupación, ofreció: "Te veo un poco mal, si quieres te acompaño hasta tu cuarto". Devian, con una expresión de protección, intervino: "No será necesario, yo me la llevaré. Usted disfrute". El cliente, retrocediendo, aceptó: "Como diga, señor", y pidió un trago invitado por Devian.
Devian, con una expresión de preocupación, llevó a Marie a su cuarto. Marie, con una expresión de resistencia, protestó: "Pero todavía no tengo sueño". Devian, con una expresión de preocupación, preguntó: "Si eres mala con la bebida, ¿por qué tomas?". Marie, con una expresión de tristeza, confesó: "Es que hoy tenía motivos".
Devian, con una expresión de preocupación, aconsejó: "Pero contrólate, no ves que se pueden aprovechar de ti". Marie, con una expresión de desafío, retó: "Dices que cualquiera podría aprovecharse de mí". Devian, con una expresión de protección, advirtió: "Si no te hubiera visto, ese cliente se aprovecharía".
Marie, acercándose a Devian, preguntó: "Entonces, ¿por qué tú no te aprovechas de mí?". Devian, con una expresión de sorpresa, preguntó: "¿Qué estás diciendo, Marie?". Marie, con una expresión de desafío, retó: "Que si soy tan vulnerable, ¿por qué no lo haces conmigo? ¿O es que no quieres?".
Devian, con una expresión de seriedad, respondió: "Todo lo que dices es por el alcohol. Además, un hombre de verdad no se aprovecharía de esto". Marie, con una expresión de desafío, retó: "Solo lo dices porque no tienes ojos para mí, ¿cierto? Si fuera ella, sí lo harías".
Devian, con una expresión de confusión, preguntó: "No entiendo lo que dices". Marie, con una expresión de desafío, reveló: "Que conmigo no, pero si fuera Angelina, aceptarías. Y además, ya tienes a una persona que te gusta, si fueran ellas, lo harías". Devian, con una expresión de sorpresa, preguntó: "¿Cómo sabes eso?".
Marie, con una expresión de tristeza, confesó: "Ella me contó porque no quería que me ilusionara contigo". Devian, con una expresión de sorpresa, preguntó: "¿Qué estás tratando de decirme?". Marie, con una expresión de tristeza, confesó: "Que estoy enamorada de ti y saber que la persona de tu corazón no soy yo me duele mucho".
Devian, con una expresión de consuelo, abrazó a Marie y dijo: "No digas eso, no me gusta ver tu rostro con lágrimas, así que cálmate".
Marie, con una expresión de confusión, preguntó: "Me confundes, dices que amas a otra mujer y me tratas tan dulce. ¿Soy solo un juego o un objeto para ti?". Devian, con una expresión de seriedad, respondió: "Espero que esto responda tus dudas", y la besó. Esa fue su respuesta.
Marie, con una expresión de deseo, comenzó a desvestirse y preguntó: "Entonces, ¿me quieres de verdad?". Devian, con una expresión de preocupación, la detuvo: "Detente, no te desvistas más". Marie, con una expresión de desafío, preguntó: "¿Por qué no? ¿No que me quieres?".
Devian, con una expresión de seriedad, respondió: "Quiero tener esta conversación cuando estés sobria y si de verdad quieres esto, no será bajo el efecto del alcohol". Marie, con una expresión de desafío, insistió: "Pero si estoy perfecta ahora mismo".
Devian, con una expresión de ternura, la abrazó y prometió: "Ven aquí, te prometo que si recuerdas esto mañana y aún así quieres seguirlo, lo de ahora lo seguiremos". Marie, con una expresión de confianza, respondió: "Es una promesa entonces", y se quedó dormida. Devian, con una expresión de cariño, susurró: "Dulces sueños, mi Marie", y le dio un beso.
A la mañana siguiente, Marie, con una expresión de confusión, murmuró: "Umm, ¿por qué siento más calor?", y al voltear, exclamó: "¡Señorito Devian!". Devian, con una expresión de alivio, respondió: "Al fin despiertas, ¿cómo amaneces, bella durmiente?".
Marie, con una expresión de sorpresa, preguntó: "¿Qué hace en mi cama y qué hago yo en paños menores? ¿No me digas que...?". Devian, con una expresión de calma, la tranquilizó: "No, tranquilízate, no pasó nada".
Marie, con una expresión de confusión, preguntó: "Pero ¿cómo terminamos así?". Devian, con una expresión de sinceridad, explicó: "Tomaste de más y te traje aquí. Te empezaste a desnudar, pero te detuve hasta ahí y después me quedé para que te durmieras".
Marie, con una expresión de sorpresa, preguntó: "¿Y cómo terminó usted aquí durmiendo?". Devian, con una expresión de sinceridad, respondió: "Estuvimos hablando y después me puse a leer unos papeles. Te vi tan cómoda durmiendo y me acosté también. Me disculpo si abusé de tu confianza".
Marie, con una expresión de confusión, respondió: "No se preocupe, señorito, solo estoy confundida". Devian, con una expresión de preocupación, preguntó: "Es normal, bebiste mucho anoche, ¿por qué lo hiciste?". Marie, con una expresión de resignación, respondió: "La verdad, no sé tampoco".
Devian, con una expresión de preocupación, aconsejó: "Yo tengo que salir. Solo espero que no se repita, no quiero que nadie se aproveche de ti. Y por último, si recuerdas lo de anoche, búscame. Te espero hasta la noche que abrimos", y salió de la habitación.
Devian, con una expresión de determinación, llamó a Augusto: "Augus, ¿me oyes?". Augusto, con una expresión de obediencia, respondió: "Sí, señor". Devian, con una expresión de determinación, ordenó: "Ya tengo las respuestas, ven a mi oficina, pero ven lo más discreto posible". Augusto, con una expresión de obediencia, respondió: "Entendido, señor".
Diez minutos después, Augusto, con una expresión de respeto, anunció: "Señor, ya estoy aquí". Devian, con una expresión de autoridad, invitó: "Pasa". Augusto, con una expresión de obediencia, entró y activó una barrera mágica: "Espere un momento, talismán mágico, barrera actívate. Listo".
Devian explicó que los objetos encontrados, la semilla del diablo, son objetos mágicos que al consumirlos te dan el poder de una maldición, pero puedes perder tu humanidad. El ojo del abismo es una droga que potencia tu fuerza y la caja es la pandemónium, cuando se abre libera monstruos que son controlados por el que la abre.
Augusto, con una expresión de preocupación, comentó: "Todas esas cosas son bastante peligrosas, ¿para quién serían?". Devian, con una expresión de preocupación, respondió: "Por lo que vi, dicen que es para un nuevo miembro y vienen otros dos".
Augusto, con una expresión de preocupación, preguntó: "¿Qué y cuándo llegarán?". Devian, con una expresión de preocupación, respondió: "Hoy llega el otro y el último en dos días, pero algo me preocupa". Augusto, con una expresión de preocupación, comentó: "Que algo tan importante no sería llevado sin nada".
Devian, con una expresión de determinación, concluyó: "Exacto, este solo era el mensaje. El que viene sería la advertencia y si sale mal, el último sería un ataque para evitar la inflación de información. Por eso, yo me haré cargo del carro de hoy y trataré de capturarlos vivos mientras informa a los guardias. Y si sale bien todo, en dos días tendremos una masacre segura".
Augusto, con una expresión de determinación, aseguró: "Yo les informaré. En estos dos días haremos un plan para la evacuación sin causar pánico". Devian, con una expresión de aprobación, respondió: "Me parece bien. Mientras, usa cuatro guardias para vigilar. Ahora despleguémonos y nos veremos en la noche". Augusto, con una expresión de obediencia, asintió: "Sí, señor".
Cerca de Sheffield, el sonido de cascos de caballos resonaba en el aire. Un jinete, con una expresión de urgencia, instó: "¡Vamos, rápidos!". Devian, con una expresión de determinación, lanzó su ataque: "Flecha de fuego y ahora tiro veloz". Con un estruendo, el fuego se desató.
El jinete, con una expresión de pánico, exclamó: "¡Qué mierda fue eso! ¡Ahhh, fuego, salgan, se está prendiendo la mercancía!". Los mercenarios, con una expresión de confusión, preguntaron: "¿Qué demonios acabas de decir?". Aprovechando el alboroto, Devian noqueó y capturó a los mercenarios. Con una expresión de desdén, comentó: "Las hormigas darían mejor pelea que estos payasos".
Devian, con una expresión de alivio, descubrió a alguien en el carro: "Quedó alguien en el carro. Dios mío, esclavos. Menos mal no usé magia fuerte". Las chicas, temblando y encogiéndose de miedo, miraban a Devian con terror. Devian, con una expresión de compasión, las tranquilizó: "No tengan miedo, vengo a ayudarlas. Ven, ahora son libres". Las chicas, aún temerosas, salieron del carro.
Rosalia, con una expresión de asombro, preguntó: "¿Qué pasó con los guardias?". Devian, con una expresión de orgullo, respondió: "Pues ahí están". Rosalia, con una expresión de admiración, exclamó: "¡Guau, debes ser fuerte si pudiste con ellos tú solo!".
Devian, con una expresión de curiosidad, preguntó a las niñas: "¿Me entienden?". Sin responder, las niñas miraban a Devian con confusión. Devian, con una expresión de paciencia, intentó comunicarse en el idioma de los hombres bestias. Las niñas, asombradas, asintieron en comprensión.
Rosalia, con una expresión de asombro, preguntó: "¿Qué fue eso?". Devian, con una expresión de modestia, explicó: "Aprendí el idioma de los hombres bestias por trabajo". Rosalia, con una expresión de admiración, propuso: "Eso fue impresionante. Parecía como si fuera algo normal. ¿No te gustaría ser mi maestro o mi pareja?".
Devian, con una expresión de negación, respondió: "Yo no podría ser tu maestro, pero mi abuelo tal vez. Y tu pareja menos todavía, no soy de un gremio". Rosalia, con una expresión de sorpresa, exclamó: "¿Cómo alguien tan increíble no pertenece a un gremio todavía?".
Devian, con una expresión de seriedad, concluyó: "Nuestra charla será para más tarde. Por ahora, tengo que asegurarlas. A cinco minutos caminando hacia esa dirección encontrarás una villa. Entrégale esto al guardia y ellos sabrán qué hacer". Rosalia, con una expresión de gratitud, recibió el objeto y agradeció: "En serio, muchas gracias. Más tarde nos veremos". Devian, con una expresión de despedida, respondió: "Hasta luego".
Devian, con una expresión de preocupación, llamó a Zhelar: "Zhelar, ¿me oyes?". Zhelar, con una expresión de atención, respondió: "O Devian, hace rato sin saber de ti. ¿En qué te puedo ayudar?". Devian, con una expresión de preocupación, informó: "Todavía no aparecen las cuatro niñas". Zhelar, con una expresión de pesar, lamentó: "Lamentablemente, no. Estamos tras la pista de dos de ellas que las tiene pasando de esclavista a esclavista". Devian, con una expresión de determinación, reveló: "Ahora mismo estoy ocupado con unos bandidos que capturé". Zhelar, con una expresión de curiosidad, preguntó: "¿Acaso tienen información de las niñas?".
Devian, con una expresión de alivio, reveló a Zhelar: "Mucho mejor, tengo a las dos en mi poder". Zhelar, con una expresión de sorpresa, preguntó: "¿Es verdad lo que me dices?". Devian, con una expresión de paciencia, respondió: "Espera", y pasó el teléfono a Melody.
Melody, con una expresión de reconocimiento, preguntó: "¿Señor Zhelar, es usted?". Zhelar, con una expresión de alivio, respondió: "Melody, eres tú, mi niña". Melody, con una expresión de alivio, informó a Synne: "Es el señor Zhelar". Zhelar, con una expresión de preocupación, aconsejó: "Escúchenme, quédense con el jovencito mientras nos encontramos, él las va a cuidar".
Devian, con una expresión de determinación, instruyó a Zhelar: "Ya que sabes que las tengo, necesito que las busques. Voy a ver si le saco más información a estos bandidos". Zhelar, con una expresión de determinación, preguntó: "¿A dónde las iremos a buscar?".
Devian, con una expresión de determinación, respondió: "Yo voy a mandar a mi bestia mágica con ellas hasta la frontera de Sheffield". Zhelar, con una expresión de obediencia, respondió: "Entendido, ya mandaré a uno de los chicos a recogerlas".

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