Zhelar, con una expresión de urgencia, llamó a sus hombres: "Chicos, ¿dónde están?". Wildtoe, con una expresión de confusión, preguntó: "¿Qué pasó, señor Zhelar? ¿Por qué tanto ¿Escándalo?". Zhelar, con una expresión de alivio, reveló: "Pues Devian acaba de capturar unos bandidos".
Wildtoe, con una expresión de sorpresa, exclamó: "Eso es bueno, pero ¿y eso qué?". Zhelar, con una expresión de alivio, reveló: "Tenían a Melody y Synne como esclavas y vienen en camino". Dedo salvaje, con una expresión de sorpresa, preguntó: "¿Qué, en serio? ¿Dónde nos vamos? a encontrarlas?".
Zhelar, con una expresión de determinación, respondió: "Me dijo que en la frontera de Sheffield. Por eso necesito que vayan ahora mismo mismo". Wildtoe, con una expresión de determinación, decidió: "No hay nadie más, iré solo, así seré más rápido". Así, Wildtoe partió rumbo a la frontera de Sheffield.
Devian, con una expresión de determinación, instruyó a Augusto: "Augus, ya los tengo, prepara el salón para nuestros invitados". Augusto, con una expresión de obediencia, respondió: "Enseguida".
Devian llevó a los mercenarios a los calabozos. ONU mercenario, con una expresión de confusión, preguntó: "¿Dónde estamos?". Devian, con una expresión de autoridad, respondió: "En mi casa". El mercenario, con una expresión de desafío, desafió: "Parece que no sabes quiénes somos". Devian, con una expresión de curiosidad, respondió: "No, pero me gustaría saber".
Augusto, con una expresión de determinación, anunció: "Será sencillo, les haremos unas preguntas y ustedes responden". El mercenario, con una expresión de desafío, desafió: "Como si fueras a hablar tan fácil".
Devian, con una expresión de determinación, preguntó: "Solo preguntaré una sola vez, ¿para quién trabajan?". El mercenario, con una expresión de desafío, desafió: "Como si te fuera a decir". Devian, con una expresión de determinación, cortó al mercenario.
El mercenario, con una expresión de dolor, gritó: "¡Ahhhhhhh, mi brazo!". Devian, con una expresión de determinación, exigió: "Dame una respuesta". El mercenario, con una expresión de desafío, desafió: "Estás loco, no te diré nada".
Devian, con una expresión de determinación, amenazó: "Sabes que una herida abierta puede ser cerrada con fuego, ¿será verdad?". El mercenario, con una expresión de miedo, negó: "No, eso es mentira". Devian, con una expresión de determinación, decidió ponerlo a prueba: "Bola de fuego". El mercenario, con una expresión de dolor, gritó: "¡Ahhhhhhh, siento que me quemo todo el cuerpo!".
Devian, con una expresión de determinación, insistió: "Te repito, dame una respuesta". El mercenario, con una expresión de miedo, se negó: "No podemos delatar a nuestros jefes". Devian, con una expresión de desafío, amenazó: "¿Quieres otro pareces?". El mercenario, con una expresión de terror, suplicó: "Por favor, no, no quiero eso otra vez".
Devian, con una expresión de crueldad, decidió: "Esta vez vamos a hacerlo más diversión, fatuo, ascuas, bola de fuego". Los mercenarios, con una expresión de dolor extremo, gritaron: "Ahhhhhhh, no por favor, no pare por favor".
Devian, con una expresión de satisfacción, concluyó: "Parece que solo soporta cuatro hechizos el cuerpo humano antes de desplomarse. Se los diré a ustedes una vez: o hablan o el olor a carne quemada será más fuerte".
Después de cinco horas de tortura, los mercenarios hablaron sobre cómo le llevaron las mercancías al nuevo miembro y las esclavas para sacrificarlas y activar las pandemónium. Si algo salía mal, las activarían donde la mercancía fue detenida.
Hugo, con una expresión de derrota, suplicó: "Ya le dije todo lo que sé, por favor déjeme morir ya". Devian, con una expresión de desprecio, decapitó a Hugo: "Tomó demasiado tiempo, malditos".
Augusto, con una expresión de preocupación, cuestionó: "Señor, ¿era necesario toda esta tortura?". Devian, con una expresión de rabia, confesó: "No, es que apenas supe que era de Seven Rings me volví loco y solo los torturé por rabia".
Devian, con una expresión de preocupación, decidió: "Mierda, ya es tarde, ojalá todavía esté ahí". En las afueras de la villa, Devian, con una expresión de resignación, concluyó: "Como lo pensé, no lo recuerdo, no debería sorprenderme. Mejor me iré, que el local ya abrió".
Rosalia, con una expresión de alegría, saludó: "O amigo, qué bueno verte otra vez". Devian, con una expresión de alivio, respondió: "Veo que estás mejor ahora".
Rosalia, con una expresión de gratitud, agradeció: "Todo es gracias a ti, apenas entregué la tarjeta me trataron súper bien y me dieron las cosas gratis". Devian, con una expresión de modestia, explicó: "Eso es porque las políticas dicen que el portador de esa tarjeta es alguien que necesita ayuda".
Rosalia, con una expresión de admiración, elogió: "Vaya, ese señor debe ser un hombre bastante amable para hacer eso". Devian, con una expresión de modestia, respondió: "¿Tú crees?".
Rosalia, con una expresión de asombro, propuso: "Pareces conocer mucho del lugar, ¿no serás que eres un cliente de aquí?". Devian, con una expresión de orgullo, reveló: "No, solía serlo, ahora soy el dueño de estas tierras".
Rosalia, con una expresión de asombro, exclamó: "¿Qué, dueño dices?". Devian, con una expresión de orgullo, se presentó: "A no me había presentado, soy Devian Barrett Bruneau, el dueño de la Villa del Placer y de Villa Fantasma".
Rosalia, con una expresión de asombro, exclamó: "¿Qué, cómo es posible si creo que tenemos la misma edad?". Devian, con una expresión de modestia, explicó: "Yo hacía misiones con un grupo de rango A, entonces durante varios años reuní bastante dinero y compré estas tierras para generar más dinero y así tener conexiones con otros nobles y peces gordos".
Rosalia, con una expresión de asombro, exclamó: "Vaya, eso sí que es impresionante y aun así no estás en un gremio, no puedo creerlo". Devian, con una expresión de modestia, respondió: "Me iba a unir al de mi abuelo, pero pasaron cosas y todavía no he oficializado en el gremio".
Rosalia, una joven llena de esperanza y determinación, se encontró con Devian, un hombre misterioso con un pasado oculto. "Tu abuelo es maestro de gremio, ¿de cuál gremio?" preguntó Rosalia, a lo que Devian respondió con una sonrisa , "Hellblazer, ¿lo conoces?".
Rosalia se sorprendió, "¡En serio! Yo me iba a inscribir en ese". Parecía que el destino los había unido, como si el mundo fuera un pañuelo. Rosalia tenía planes de unirse al gremio en unos días, pero había tenido unos pequeños contratiempos. Devian, con una sonrisa irónica, respondió, "Sí, súper pequeños".
Rosalia, agradecida por la ayuda de Devian, le preguntó si también planeaba unirse al gremio. Devian asintió, "Sí, pero tal vez para mercenario". Rosalia, emocionada, sugirió, "Igual podríamos hacer misiones juntos". Devian, pensativo, respondió, "Técnicamente sí se puede".
Fue entonces cuando Rosalia hizo una propuesta audaz, "Entonces, ¿quieres ser mi pareja?". Devian, sorprendido pero intrigado, respondió, "Sería interesante ser tu pareja, me pareces curiosa".
Justo en ese momento, Marie, una chica de Ighis, tropezó y cayó al escuchar la propuesta de Rosalia. "¿Cómo que serás su pareja?" exclamó, mirando a Devian con sorpresa. Devian, tratando de calmar la situación, explicó, "Marie, se refiere a ser pareja como magos de gremios".
Marie, avergonzada por su malentendido, se disculpó, "¡Qué pena, lo malinterpreté, lo siento!". Devian, con una sonrisa amable, aceptó su disculpa y se retiró, dejando a Rosalia y Marie solas.
A la mañana siguiente, Devian hizo un anuncio a la gente del pueblo, "Querida gente, espero me estén oyendo perfecto. En las próximas horas seremos atacados por monstruos. Los guardias y yo estamos planeando su ruta de escape. En el momento que dé la señal, todos corran lo más lejos en dirección al gremio. Yo me quedaré junto a los soldados a proteger su huida".
Después de esto, la gente entró en pánico, pero aún así confiaron en las palabras de su señor e hicieron todo con cuidado. Marie, preocupada, se acercó a Devian, "Señor, ¿es cierto lo que acaba de decir?". Devian, con una mirada seria, respondió, "Lamentablemente es cierto".
Marie, decidida, declaró, "Entonces me quedaré y pelearé junto a usted". Devian, sin embargo, tenía otros planes, "No, tú guía a las chicas y la gente. Llévate a Argel y parte". Marie protestó, "Pero sin Argel estarás desprotegido". Devian, con una mirada determinada, respondió, "Tal vez de esta no salga vivo, por lo que quiero salvar la mayor cantidad de vida posible".
Marie, con una determinación inquebrantable, se enfrentó a Devian. "Entonces Argel y yo nos quedaremos. No puedo dejarte solo", declaró. Devian, con un dolor visible en sus ojos, respondió, "Yo perdí a mi familia ya dos veces. No quiero verte morir. Vete". Marie, con lágrimas en los ojos, suplicó, "Devian, déjame a tu lado, por favor". Devian, con un amor palpable en su voz, respondió, "Escúchame, Marie. Eres la mujer que más quiero y si mi vida basta para protegerte, lo haré". Y con un golpe, Marie cayó al suelo.
Devian, con una mirada decidida, ordenó a Lorena, "Llévatela". Lorena, con una tristeza evidente en su voz, respondió, "Sabes que si mueres, se va a poner triste". Devian, con una sonrisa amarga, respondió, "Lo sé, por eso regresaré con vida". Y con un beso de despedida, dijo, "Adiós, Marie". Así, Lorena se llevó a Marie.
En una ubicación desconocida, un secuaz informó a Gulmorrat, "Señor, nuestro cargamento fue capturado". Gulmorrat, con una ira palpable, preguntó, "¿Qué? ¿Dónde?". El secuaz respondió, "Cerca de la villa del placer". Gulmorrat, con una sonrisa malévola, ordenó, "Otra vez ese lugar. Vamos a darle un regalo. Activa dos de las Pandemónium y prepara las especiales y llévalas".
Cerca de la villa del placer, explosiones resonaron en el aire. Los soldados, liderados por el Capitán Augusto, se enfrentaron a tres hordas de monstruos. Augusto, con una determinación inquebrantable, ordenó, "Informa y pide refuerzo al señor Devian". Devian, con una calma asombrosa, respondió, "Dime qué son. Ya les mandé refuerzos mientras voy a evacuar la ciudad".
Los soldados, con una valentía inquebrantable, decidieron entrar en batalla para soportar mientras llegaba Devian. Al enfrentar a los duendes, tenían la ventaja en fuerza y el factor del terreno, derrotando fácilmente a los duendes con escudos y salvándose de los lanceros y arqueros. Sin embargo, cuando el ogro decidió moverse, los duendes se volvieron más fuertes y comenzaron a retroceder a los soldados. Augusto, enfrentándose al ogro, recibió un golpe devastador. "Si recibo otro golpe de esos, estaré acabado", pensó. Y con un grito, el ogro atacó de nuevo. Augusto, con una maldición en sus labios, se preparó para el impacto. Pero entonces, Devian intervino, "Pirotecnia".
El ogro retrocedió ante la llegada de Devian. "Llegué a tiempo", dijo Devian, a lo que Augusto respondió, "Sabía que lo harías". Devian, con una determinación inquebrantable, ordenó a Argel usar una serie de hechizos poderosos. Los clones de Argel comenzaron a lanzar magia poderosa una tras otra a todos los soldados. "Ahora devolvámosles el favor. ¡Ataquemos!", ordenó Devian.
Augusto tomó la iniciativa, "Ya oyeron, que no quede ninguno. Señor, yo me encargo del ogro, derrote al rey goblins". Así comenzó el segundo asalto. Los soldados, que antes temían a los monstruos, ahora los veían como débiles. La batalla entre Augusto y el ogro fue reñida, pero gracias al refuerzo de Argel, Augusto resultó vencedor.
Devian, enfrentándose al rey goblin, lanzó una bala de fuego. El rey goblin bloqueó el ataque, pero Devian no se detuvo. "Pirotecnia", gritó, y el rey goblin retrocedió. Devian continuó su asalto, lanzando magia y estocadas una tras otra. Todos observaban con admiración la intensidad de la batalla.
Poco a poco, la batalla fue llegando a su fin, quedando solo Devian peleando con el rey goblin. Finalmente, después de un intercambio de golpes, Devian logró derrotar a su oponente. "Fuimos vencedores, ahora reagrupémonos y dir...", comenzó a decir Devian, pero fue interrumpido por una explosión.
Después de la explosión, un ejército de esqueletos y lobos emergió, con un número rondando los 2000. "¿Qué demonios es esto? Será bastante difícil ganar", dijo Augusto. Pero Devian no se rindió, "No Se rindan. Si vencimos una vez, lo haremos otra vez. Entréguenme su fuerza otra vez y aguantemos". A pesar de sus palabras, todos estaban asustados por la cantidad de enemigos. Pero aún así, Devian se lanzó contra los 2000 monstruos.
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