Andrés, con una voz llena de incredulidad, protestó: "Estás loco, esas bestias son rango S, será imposible ganar."
Devian, con una voz llena de certeza, respondió: "Lo sé."
Andrés, con una voz llena de confusión, preguntó: "Entonces, ¿por qué?"
Devian, con una voz llena de explicación, respondió: "Andrés, silencio. En un campo de batalla, el enemigo puede ser mucho más fuerte que tú, por lo que tienes que aprender a pelear usando tu fuerza y el entorno. Así que elige, Rosa.
Rosa, con una voz llena de decisión, eligió: "Deme el gramo".
Devian, con una voz llena de instrucción, explicó: "Bien, tendrás que atacarlo y el fenrir te atacará y tú tendrás que defenderte y después será viceversa con las posiciones."
Rosa, con una voz llena de sorpresa, exclamó: "¿Tendré que pelear con los dos al mismo tiempo?"
Devian, con una voz llena de explicación, respondió: "Sí, y si quieres pasar, tendrás que pasar 2 de las 3 pruebas, así que da todo de ti. Empiecen, Argel.
Así, Argel atacaba a Rosa, mientras que ella trataba de esquivar los ataques. Así pasaron las horas y no lograba acercarse al gran sin recibir un ataque del fenrir.
Andrés, con una voz llena de preocupación, protestó: "Detén esto, no ves que morirá si sigue así."
Devian, con una voz llena de determinación, respondió: "Entonces que lo haga. Si no puede pasar esta prueba, ¿qué pasará cuando sea en la vida real?"
Andrés, con una voz llena de preocupación, protestó: "Pero eso..."
Devian, con una voz llena de explicación, respondió: "Mis criaturas son suaves con ella, pero si fueran de verdad, esto hubiera terminado en el momento de comenzar. Además, si ella no se rinde, no podemos hacer nada".
Andrés, con una voz llena de preocupación, aconsejó: "Rosa, ríndete, nunca vas a ganar."
Rosa, con una voz llena de determinación, respondió: "Eso lo sé, pero al menos daré todo de mí, aun si muero. No puedo rendirme y renunciar a mis sueños."
Devian, con una voz llena de desafío, provocó: "Entonces, ríndete. Eres demasiado débil para esto."
Rosa, con una voz llena de determinación, respondió: "Lo sé, maestro, pero aún no puedo rendirme."
Devian, con una voz llena de anticipación, anunció: "Entonces, pasemos a la siguiente fase. Argel, modo ofensivo."
Así, Argel comenzó a moverse, uniéndose y atacando con más rapidez y fuerza que antes, dando muy pocos segundos de reacción a Rosa hasta dejarla arrinconada.
Devian, con una voz llena de finalidad, anunció: "Terminó el examen."
Rosa, con una voz llena de determinación, protestó: "Pero todavía no he atacado, todavía puedo seguir."
Devian, con una voz llena de explicación, respondió: "Lo sé, pero el tiempo límite terminó. Vamos al gremio que tengo que dar los resultados."
Andrés, con una voz llena de decepción, lamentó: "La vas a reprobar después de todo lo que luchó."
Rosa, con una voz llena de súplica, pidió: "No, permítame otra oportunidad. Estoy segura de que lo conseguiré, pero deme otra por favor".
Devian, con una voz llena de finalidad, respondió: "Ya terminó, espera tus resultados."
Andrés, con una voz llena de indignación, protestó: "Ey, Devian, esto no es justo. Este examen era imposible desde que empezó. ¿Cómo esperabas que pasara?"
Devian, con una voz llena de autoridad, respondió: "Andrés, el maestro soy yo, así que limítate a mirar nada más."
Ya de regreso al gremio...
Claudio, con una voz llena de curiosidad, preguntó: "Entonces, ¿cómo le fue a la chica?"
Devian, con una voz llena de satisfacción, respondió: "Pasó la prueba."
Rosa, con una voz llena de sorpresa, exclamó: "¿Qué, en serio pasé?"
Devian, con una voz llena de felicitación, afirmó: "Sí, felicidades por pasar."
Rosa, con una voz llena de confusión, preguntó: "¿Pero si no pasé las pruebas?"
Devian, con una voz llena de explicación, respondió: "Las pruebas nunca las califiqué, sino el espíritu y la voluntad."
Andrés, con una voz llena de confusión, preguntó: "¿A ¿Qué te refieres con eso?"
Devian, con una voz llena de explicación, respondió: "Yo sabía que era una prueba imposible de ganar para ella, pero aun así lo intentó y no se rindió por mucho que le dijéramos. Alguien que se rinde y se asusta por algo más fuerte que él no puede ser un mago. Todo el tiempo la estuve probando."
Andrés, con una voz llena de frustración, protestó: "Al menos me hubieras dicho eso a mí."
Devian, con una voz llena de confianza, afirmó: "Por eso te dije, mi juicio es perfecto para un examen."
Rosa, con una voz llena de alivio, exclamó: "Pasé, pensé que me había esforzado para nada."
Devian, con una voz llena de disculpa, se disculpó: "Perdón por meterte tanto miedo. Por ahora, inscríbete, descansa hoy y mañana haremos misiones."
Rosa, con una voz llena de entendimiento, respondió: "Entendido, profesor."
Andrés, con una voz llena de apoyo, ofreció: "Vamos, Rosa, para curarte y guiarte en todo."
Devian, con una voz llena de instrucción, ordenó: "Argel, usa gran curación. Bueno, yo me voy para mi casa, nos vemos mañana."
Devian, con una voz llena de instrucción, ordenó: "Augus, reúne a la gente, voy en camino. De paso, saca esas cosas."
Augusto, con una voz llena de obediencia, respondió: "Entendido, señor."
Ya en la plaza principal...
Devian, con una voz llena de anuncio, proclamó: "Escúchenme, queridos ciudadanos, ahora entré al gremio por lo que duraré mucho tiempo fuera de mis tierras."
Solo se oían murmullos y quejas de la gente.
Devian, con una voz llena de tranquilidad, aseguró: "Pero no se preocupen por sus productos o su seguridad. En reemplazo de mi bestia magia, pondré a funcionar las tropas Proto Blasters."
Todos solo murmuraban sin saber lo que pasaba cuando a lo lejos escuchaban pasos y veían un gran ejército de golem y autómatas.
Devian, con una voz llena de orgullo, anunció: "Estas criaturas las he creado con el paso del tiempo y ya están listas para su función. Son 500 autómatas de asalto, son 500 autómatas tanque, son 500 Autómatas, son 500 Golem. Así, sumando a nuestros soldados, serán 2500. Cada soldado tomará uno de cada clase y en grupos estarán vigilando y cuidándolos."
Augusto, con una voz llena de confirmación, afirmó: "Como dice el señor, con grupos de 4 estaremos esparcidos por todo el territorio, dándole la misma tranquilidad a los ciudadanos como si el señor estuviera aquí."
Al escuchar estas palabras, todos se sintieron más tranquilos y alababan cómo su señor se preocupaba por ellos.
Devian, con una voz llena de consideración, anunció: "Ya con esto dicho, no les quitó más su tiempo. Pueden dirigirse de nuevo a sus labores".
Así, la gente se dispersó mientras los golem empezaban a patrullar todo el lugar.
Ya en la oficina de Devian...
Augusto, con una voz llena de curiosidad, preguntó: "Señor, ¿por qué puso una parte de los golem en función enseguida?"
Devian, con una voz llena de interrogación, planteó: "Una pregunta, si fueras a robar a alguien, ¿cómo lo harías?"
Augusto, con una voz llena de reflexión, respondió: "Pues sería difícil con tantos guardias en los lugares."
Devian, con una voz llena de explicación, aclaró: "Ese es el punto, que el lugar sea tan seguro que el espía tenga que vigilarme y vería que el lugar perfecto sería de la ruta de aquí al gremio."
Augusto, con una voz llena de comprensión, dedujo: "Será la carnada."
Devian, con una voz llena de determinación, afirmó: "Haré que él mismo se corte el cuello en mi trampa."
Augusto, con una voz llena de duda, preguntó: "¿Pero ¿Cómo estás tan seguro?"
Devian, con una voz llena de confianza, respondió: "Porque el espía es el nuevo integrante y para ascender tendría que matar al que dañó sus planes, por lo que seré su objetivo y así vendrá por mí en un lugar que esté solo y ese será su final".
Augusto, con una voz llena de comprensión, añadió: "Y los golem, al ser mágicos, se pueden comprimir para más comodidad del dueño, por lo que se pueden ocultar los otros y así seguir obteniendo datos de todos los lugares posibles".
Devian, con una voz llena de confirmación, respondió: "Exacto, por eso dejé activada la cuarta parte y el resto están escondidos como oídos y ojos en toda la tierra."
Augusto, con una voz llena de curiosidad, preguntó: —¿Pero cuántos golems harás, señor?
Devian, con una voz llena de ambición, respondió: "Para mis planes futuros, si salen bien, será un ejército bastante grande. Ah, Augus, puedes poner esto en cada extremo del territorio.
Augusto, con una voz llena de obediencia, respondió: "Con gusto, señor. Con su permiso, me retiro".
Devian, con una voz llena de aprobación, respondió: "Vale".
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