No me siento particularmente orgulloso de este trabajo. No por cómo quedó, lo mejor que podía quedar dadas las circunstancias. Sino, precisamente, por las circunstancias que obligaron a que quedara como quedó.
Trabajo en el Museo Nacional de Antropología en México, parte de mi trabajo es generar contenidos educativos. Un proyecto en este sentido era una serie de historietas sobre diversos mitos indígenas y pasajes de la historia precolombina. Proyecto que fue aprobado en su momento y para el que desarrollé el guión de los primeros cuatro episodios y empecé el trazo del primero.
El proyecto original contemplaba tomos de más de 70 páginas a todo color y pasta dura, parte de las cuales serían un texto monográfico sobre el tema tratado.
Entonces, llegó el 2009.
El director del Museo murió y junto a él todos los proyectos pendientes.
Estuvimos casi 6 meses sin director y cuando llegó la nueva directiva, el presupuesto asignado al proyecto se esfumó. Los guiones aprobados previamente fueron puestos a revisión y se decidió que eran "demasiado complicados" para un público infantil.
Y como el presupuesto se cortó; los tomos a todo color y pasta dura pasaron a ser folletitos de 12 páginas, con forros a color e interiores a dos tintas.
Y todo el trabajo debió rehacerse.
A fin de "adaptar las historias al público infantil", mucho de lo que se pretendía abordar fue sutílmente vetado por la dirección del museo... Hasta que el primer número quedó como pueden leer.
Los subsecuentes nunca se llegaron a elaborar porque yo quería hacerlos de una manera y no me dejaban, así que decidí archivar el proyecto unilateralmente y dedicarme a otros que sabía que podían salir mejor.
Algunos trabajos que he realizado para instituciones públicas o empresas editoriales y cuyos términos de acuerdo no me impiden mostrar por fuera de éstas.
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