Tengo un blog (http://hutoyuyos.blogspot.com), uno de los más duraderos que conozco, ya va para 12 años.
El asunto iba con las visitas... para el primer año, en el puesto 11 de los sitios a través de los cuales se llegaba, estaba un foro llamado "secta hentai mx".
Llegaban bastantes visitas desde ahí y se quedaban entre 15 y 30 minutos... Lo cual es verdaderamente extraño, porque mucho relacionado al hentai, pues no es que haya publicado en el primer año.
En un principio no sabía cómo se podía llegar a mis bites desde ahí; así que me puse a revisar los caminos posibles. Tengo que remitirme al pasado. Más o menos por el 2001 empecé a trabajar en una editorial, haciendo lo único que en aquel entonces se publicaba por acá; porno... La cosa no va por las historias perfectamente prescindibles que produje para ellos, sino de sus "estrategias de promoción"; los autores teníamos que tener perfiles en el equivalente de aquel entonces a las redes sociales; foros.
No recuerdo si fui yo quien abrió el perfil en el mencionado foro; sí debí haber sido quién subió mis únicas participaciones, pues, por las fechas de posteos, ya llevaba yo algunos años sin trabajar para la editorial... En algún momento recordé la existencia del foro y me pareció buena idea promocionarme en él... Y después me olvidé de ello.
Solucionado el misterio de cómo y por qué me visitaban aficionados al Hentai, quedaba el asunto de qué ofrecerles.
Uno de los grandes problemas que siempre le he visto al hentai es lo increíblemente plano de los personajes, que suelen no ser otra cosa que máquinas de frungir, con una capacidad sobrehumana de producir fluídos... Y no se me antojaba producir, otra vez, nada por el estilo.
Como pueden ver, no concluye, porque hay una serie de cosas que no me cupieron en las páginas. Todo tenía una explicación, lo juro... Y pensaba darla; continuaría con la historia si recibía más de 16 peticiones al respecto, lo cual no se logró... Tal vez me decida a continuarla.
Bienaventurado el que lee con respeto y escucha con docilidad esta profecía, y observa las cosas escritas en ella, pues el tiempo de cumplirse está cerca.
(...)
Yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin de todas las cosas, dice el señor que es, que era, y que ha de venir, el todo poderoso.
(...)
Y en medio de los siete calderos de oro vi uno parecido al hijo del hombre, vestido de ropa talar, ceñido a la altura del pecho con una faja de oro.
(...)
Y tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada de dos filos, y su rostro resplandeciente como el sol del mediodía.
Comments (0)
See all